Es “tiempo de silencio”. Palabra del magistrado presidente de la Sala de lo Penal del
Tribunal Supremo,
Manuel Marchena, que se ha desplazado a Ceuta para participar en las
XIII Jornadas Jurídicas. No ha habido declaraciones a los medios de comunicación, pero sí que ha ofrecido una conferencia sobre el presente y futuro del proceso penal. A Marchena, el juez del procés, se le ha definido hoy con la mejor etiqueta, la de “independiente”. Lo ha hecho el abogado Francisco Baena Bocanegra, encargado de su presentación ante una sala abarrotada para escuchar la conferencia. “Hablar con orgullo de un juez es lo mejor que podemos ofrecer a la ciudadanía, que tiene derecho a la seguridad jurídica que la dan las leyes, pero también los jueces”, ha avanzado Baena Bocanegra.
Manuel Marchena se convirtió en algo así como el juez de todos, “entró en la casa de todos los españoles como un familiar más”, ha recordado el abogado, aludiendo con maestría a esa “imagen quijotesca” de un
juez que fue visto como alguien “que forma parte de la familia”, alguien “recto, firme, con autoridad pero que sabía sonreír”. En la retina de los españoles está la figura de ese juez empático con el público que en el transcurso de una de las vistas más seguidas en España terminó siendo en parte protagonista de la misma por sus comentarios, su control y el deber de manejar un juicio marcado por los riesgos externos, por la pretendida politización de muchos o por la presión mediática. Hijo de legionario, Marchena pisa Ceuta para ofrecer una conferencia en el marco de unas jornadas jurídicas asentadas desde hace años en la ciudad, que se han convertido en un auténtico referente no solo para los profesionales del derecho sino para los propios ciudadanos.
Este viernes se pondrá el punto y final a las mismas bajo la dirección del magistrado presidente de la Sección VI de la
Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, Fernando Tesón.