La Policía Nacional informaba este lunes de la detención de 4 menores por una presunta agresión homófoba. Labor será ahora de la Justicia la de aclarar lo ocurrido como se debe, sin miramiento, porque este tipo de discriminaciones están vetadas en nuestra sociedad.
Lo sorprendente de esa nota de prensa es que por vez primera (para eso la Policía acostumbraba a ser pulcra) se marca a los autores señalando que son menores alojados en el centro de La Esperanza.
Romper la norma para señalar es impropio, más aún para una fuerza de seguridad del Estado. Impropio porque, primero, se está hablando de menores; segundo, porque marcar solo a un colectivo y no hacerlo con el resto parece más próximo a determinadas tendencias políticas que a una institución que se vanagloria de sus 200 años.
La Policía no debe caer en esto, pero lo ha hecho. No sé si por error, espero que sea así y que lo aclare.
¿Cuándo se detiene a cualquier menor la Policía dice donde reside?, ¿concreta su barriada?, ¿detalla su dirección? Nunca. ¿Por qué entonces con estos 4 menores se dejó bien claro que residían en el centro de La Esperanza?
En ese centro viven también los chicos que compitieron en la carrera que se organizó con motivo del bicentenario, los mismos chavales a los que se les colocó medalla y que colaboraron en la prueba.
Estamos hablando de menores, pero parece que es algo que se olvida cuando se trata de “determinado” colectivo al que le llueven tortas para ser etiquetado. Los hooligans de turno ya se llevaron su premio, a mí simplemente me gustaría saber por qué.