El pasado 26 de julio, adelanté una semana mi habitual desplazamiento a Ceuta con motivo de la celebración del 5 de agosto. Sé que la Virgen de África me lo iba a perdonar, pues el motivo del adelanto era participar en el homenaje sorpresa que le teníamos preparado
a mi tío Manolo con motivo de cumplir los 100 años.
Nos reunimos en torno a él, cinco generaciones de Alcalá, junto con miembros de las entrañables familias amigas de los Buades, Parres, Ayora y Ferragut. Para esa sencilla, pero muy agradable celebración, algunos como los Alcalá-Velasco, no pudieron acompañarnos por motivos de salud de nuestra tía Constanza, felizmente recuperada, al igual que por un viaje inaplazable no pudieron estar José María y Mariasun, pero todos estuvieron juntos en cariño, recuerdo con participación por redes sociales, así como muchos más, que conocieron a posteriori y lamentaron el no estar acompañando a don Manuel ese día.
Pasamos un rato maravilloso junto a una persona lúcida, brillante, trabajador infatigable, lector empedernido, maestro convertido en empresario ejemplar, innovador a su tiempo, deportista y amante de la familia, con un gran sentido del humor. Podría seguir, pero se me nota mucho mi falta de objetividad, porque para mí es mi tío muy querido y mi segundo padre y yo para él su sobrino preferido (ahora que no se enteran mis hermanos y demás primos de lo que digo). Bueno, al menos, el mayor de sus sobrinos, pues ese título no me lo pueden disputar los demás por razones de nacimiento, ya que durante 69 de sus 100 años, tengo el privilegio de estar junto a él.
Me refería a su persona y analizaba aspectos de su talante, simpatía y de hombre de bien, que en los últimos tiempos ha recibido demostraciones de todo tipo. Primero fue el acuerdo de la Asamblea, de concederle por unanimidad el escudo de la Ciudad. Luego el Partido Popular, con su Presidente, mi amigo y compañero de carrera Juan Vivas a la cabeza, tuvo a bien concederle un reconocimiento en el encuentro de mayores. Y posteriormente la Hermandad de Nuestra Señora de África, un Pergamino con motivo de sus cincuenta años de hermano y segundo más antiguo de la Cofradía.
Estuvo en entrevistas en El Faro de Ceuta, tanto en formato escrito o digital como en televisión e incluso en el documental de unos jóvenes ceutíes De cero a cien donde es el protagonista del último número. En todos estos encuentros desbordando lucidez, conocimiento, saber estar, simpatía y sentido común.
Más recientemente, la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Ceuta,
le llamaron para que inaugurara el Club de Mentores, y a buen seguro que no defraudó, pues trasladó brillantemente sus conocimientos empresariales y destacó que el trabajo es salud y señalando también que trabajar es lo que nos mantiene activos y alerta en la vida. Ese trabajar y ese estar atentos a los cambios, lo supo hacer siempre al frente, mas de setenta años, de su actividad principal en la Imprenta Imperio, antes Tipografía Parres y Alcalá (Sucesores de Arturo Sierra) que también compatibilizó con la Imprenta Minerva en Tetuán y Graficasal en Algeciras.
Su inquietud y deseos de innovar, le llevaba a visitar las ferias más importantes de Artes Gráficas, bien sea en Barcelona o en Alemania y fruto de ello fue incorporar siempre la maquinaria más moderna, con el logro de una mejora permanente en el resultado final y la apreciación de los clientes.
Esa frenética actividad, tenia su punto álgido, los viernes, cuando cogía su cartera de mano, con las facturas de los trabajos realizados, y recorría personalmente todas las instituciones, empresas y cuarteles. El viernes, había que cobrar, pues se pagaba entonces semanalmente y el sábado se abonaba el salario a los trabajadores de la imprenta. Así cumplía con su personal, pues la relación laboral siempre fue buena y formaban una gran familia.
Por supuesto, también tenía tiempo para las relaciones asociativas empresariales y durante muchos años perteneció a los órganos de gobierno de la Cámara de Comercio de Ceuta y a la representación sectorial empresarial y posteriormente a la Confederación de Empresarios de Ceuta. Y es que siempre colaboraba por el bien de las empresas y de la economía de nuestra tierra, participado activamente en las instituciones empresariales locales.
Me detengo ahora, en dos facetas que siempre cultivo y nos trasladó a los que estábamos a su alrededor. Me refiero al deporte y a los automóviles.
Los coches fueron siempre su gran pasión y a conducir aprendió siendo prácticamente un niño y de ahí que, cuando lo movilizaron, le llevo a pasar toda la contienda en Automovilismo. Cuando terminó aquella difícil y trágica época de nuestro país volvió a Ceuta y se hizo cargo de un precioso Buick negro propiedad de su padre, que fue incautado primero y usado por Falange, para luego devuelto a sus propietarios, con el dato curioso , que incluso en la incautación, fue conductor del coche de su padre. Imaginaros como lo cuidaba. Luego la relación estrecha con la familia Parres, les llevó a su padre, mi abuelo, y a él, a una casi permanente fidelidad con la General Motors. Recuerdo un Plymouth (verde mar),un Opel Kapitan (bicolor blanco y amarillo),un Opel Record (en dos tonalidades de azul claro)y un Vauxhall Cresta (en dos tonalidades de gris con los asientos de cuero rojo). En Ceuta entonces había coches como estos, pero cuando íbamos a la Península eran la admiración de todos. Hubo alguno más pero no me acuerdo, aunque posteriormente y para mejor manejarse por la ciudad hubo un Volkswagen escarabajo, gris oscuro y un Seat 600 blanco. Eso sí, también había heredado de su padre que los coches debían estar impecables de pintura y limpieza y al menor ruido ya estaban en el taller de Traverso, al final de la Marina, casi en San Amaro, para eliminar el ruido en cuestión
La otra faceta, la deportiva, ocupaba también una parte importante de su ocio y tiempo libre. Me refiero, al fútbol que practicó y muy bien de joven y que nos fue inculcando, al menos a mí. Recuerdo que jugábamos algunos domingos unos partidos de padres e hijos en la explanada contigua al Tiro de Pichón y por supuesto algunos domingos, nos llevaba al Alfonso Murube, a ver a la Agrupación Deportiva Ceuta luego Atlético de Ceuta, tras su fusión con el Mogreb Atlético de Tetuán, al finalizar el Protectorado. Bravo,Andreu, Paz, Soler, los hermanos Lesmes, los Ayala, Anta, Mut, Onaindía y Beítia ( a algunos les venía muy bien para librarse de la “mili”), Martin Esperanza, Febrer, Rodolfo, Correa, Toto y Chito ( Hermanos Molina) y muchos más. También mas tarde Pirri y Migueli. Estos y muchos más, unidos a una época de buen futbol en Ceuta, a punto de subir a primera división malogrado , no se muy bien si por el Elche o por el Tenerife. Además de la eterna rivalidad del Estrecho con el Algeciras del portero Torollo y compañía y la presencia en las directivas de amigos de la familia como Parres o Benoliel. También había tiempo, para ir a ver al Imperio de Ceuta, y siempre hasta ahora, incondicional a muerte con el Real Madrid, aunque en esto último no coincidíamos, pero bueno.
La otra faceta deportiva, unida siempre al mar, desde muy joven vinculado. Fue de los fundadores del CAS y del Club Natacion Caballa. Siempre nos inculcó su pasión marítima.
Aprendí a nadar gracias a él y su enseñanza de los distintos estilos de la natación o del waterpolo y se tomaba un especial interés en que supiéramos tirarnos de cabeza o del trampolín y no con el consabido planchazo. Por lo que al submarinismo se refiere, se lo inculcó a su hijo y a mi hermano, pero conmigo no hizo carrera. Recuerdo, eso sí, que para desarrollar su afición, nos llevaba a las playas de Ceuta y Marruecos, con más piedras y rocas, precisamente donde el agua estaba más fría, aunque protegidos siempre con las cangrejeras para los pies. Benzú, Calamocarro, San Amaro e incluso Playa Benítez , nos esperaban siempre con un mero en una cueva que se resistía , pero que al final terminaba pescándolo , para jubilo de todos, si bien por medio aparecían como mal menor, safios, morenas y algún que otro pulpo. Pero hay que reconocer eso lo compensábamos los domingos con playas del Mediterráneo mas cálidas y agradables como El Negrón, Restinga , Riffien, Condesa, La Peña de los Alemanes o El Chorrillo y La Ribera.
Sin embargo, por encima de todo ello, la familia. Es el Patriarca de los Alcalá, pues ha sabido mantener una estrecha y entrañable relación con todos nosotros y con los muchos amigos que ha tenido siempre, algunos ausentes, como nuestra tía Ana, su mujer y su consejera permanente. Han estado juntos prácticamente toda la vida y me viene a la mente su frase cuando todos familiarmente comíamos los domingos en Ceuta: Ana que bien te ha salido la paella o la tortilla de patatas. Y era cierto que estaban muy buenas, pero sonaba un poco a peloteo y así que nos metíamos siempre con él siempre desde el cariño y el respeto que supo granjearse de todos.
Llegados a este punto, quiero introducir unas breves pero sentidas palabras de agradecimiento a su hijo, me refiero a mi primo Enrique, por su dedicación y compañía en estos momentos, tarea encomiable que todos le reconocemos y nos alegramos y mucho, del espléndido tándem que han formado.
Y voy a acabar pues serían interminables las anécdotas. Tengo el recuerdo grabado de que me llamaba el rápido , pues cuando me mandaba algún encargo, salía corriendo a por ello, aunque luego había siempre una compensación económica por el servicio prestado. Propina que era muy bien recibida por mi parte. Seguro estoy que cuando lea estas líneas, impregnadas de cariño, hará un comentario muy suyo para conmigo: Antonio bandido, como te puedes acordar de todo esto, ¡que memoria!. En definitiva, nada comparable a todo lo que ha conocido él desde sus atalayas de la calle Méndez Núñez primero y Marques de Santa Cruz después y siempre desde la Calle Real y el Pasaje Romero. Y siempre sintiendo a Ceuta y a todo lo que ella representa, pero trasladándonos a todos su energía y vitalidad, el amor a nuestra tierra, a los amigos y a la familia.
Nuestra gran alegría, es tener aquí con nosotros, a éste caballa, a esta persona íntegra además de cabal y poder disfrutarlo los años que Dios quiera mantenerlo a nuestro lado. ¡Qué gran suerte tenemos al contar con un maravilloso tío Manolo!
(*) Antonio Carrillo es Economista y nacido en Ceuta. Durante 40 años ha sido Fundador, Director General y Secretario General de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) hasta su jubilación.