Nuestro vecino gobierno progresista-radical, PSOE-IU, han dado una vez más muestra de su cavernismo y primitivismo. Los mismos de “Griñán de los EREs”, o “Valderas del bozal a los que piensan diferente”, han editado un manual para estudiantes de ESO, es decir, a partir de los 12 años, donde incluyen las mejores posturas para penetrarse por primera vez, e incitan a gozar solo o en compañía.
El manual no tiene desperdicio, sobre todo para los 12 años, donde aparecen frases de tal profundidad y dignidad humana como: “"Un buen momento para tener la primera relación sexual con penetración es cuando los miembros de la pareja son capaces de disfrutar y de llegar al orgasmo, tanto solos como juntos", o "la primera relación sexual con penetración no está en absoluto relacionada con la edad". Con esta última frase los niños ya pueden ejercer de docentes con sus hermanos menores, por recomendación de la Consejería de Educación que más fracaso escolar tiene de toda España.
Enseñar a los niños de 12 años cuales son las mejores posturas a modo de kamasutra para iniciados, es como enseñar 100 maneras de defecar para no hacerse daño en los esfínteres implicados, algo esencial, incluso existencial según el concepto de Sartre.
La humanidad ha gozado de la sexualidad desde su existencia, prueba irrefutable de ello son los siete mil millones de habitantes del planeta. Sólo los imbéciles creen que los demás son imbéciles y deben ser adoctrinados incluso en sus formas más íntimas.
En la sociedad existimos padres y madres de cualquier índole que intentamos enseñar a nuestros hijos que la sexualidad no es social, que es algo íntimo, que los perros fornican en calle sin pudor, y los humanos hacemos el amor en la intimidad. Que el ser humano tiene voluntad para controlar sus instintos, al contrario que los perros, e incluso somos capaces de moderar nuestros sentimientos, lo que constituye una enorme ventaja a la hora de disfrutar de nuestra sexualidad, haciéndola más agradable, placentera y fuertemente arraigada con otro tipo de sentimientos, como puede ser el amor.
Todo este panfleto turiferario del hedonismo podríamos incluirlo dentro de la lista inexistente del conocimiento inútil definido por Jean F. Revel. Esa es una información que sobra, que es inapropiada para esas edades, que incita a la realización de males, e incluso a la aparición de procesos irreversibles irresponsables. Y todo ello porque a la Consejería de Educación andaluza, le preocupa más que hacen con sus partes pudendas los niños, que formarlos para que encuentren empleo en la comunidad que más paro tiene de toda España.
En el fondo al progresismo radical le preocupa tanto la sexualidad porque lo viven como un trauma, como una obligatoriedad hedonista. Para ellos es imposible contemplarlo como algo natural que no asusta a nadie. Esta preocupación desorbitada por el hedonismo sexual me recuerda a toda la mojigatería y beatería haciendo apología de la castración. Las dos caras de la misma moneda.