El pasado día 7 de mayo comenzó oficialmente la campaña electoral para la renovación del Consejo de la Guardia Civil. Por este motivo AUGC ha iniciado por todos los acuartelamientos de España una pegada de carteles, para dar a conocer a todos los trabajadores de la esta institución las propuestas que defenderá nuestra organización en este órgano, si tiene la confianza de sus compañeros y compañeras.
Pero AUGC ha podido constatar que, apenas minutos después de comenzar esa pegada de carteles, han sido muchos los impedimentos que algunos mandos han puesto y ponen para que AUGC lleve a cabo su campaña electoral. Es más, a más de uno se le ha pillado in fraganti arrancando los carteles y tirándolos a la basura.
A pesar de que existe una normativa sobre el desarrollo de la campaña electoral, que ofrece unas reglas claras sobre los espacios electorales y que despeja toda duda de cómo debe atenderse esta cuestión, algunos mandos están haciendo caso omiso de ella, con la única intención de privar a AUGC de estar presente en los cuarteles. Toda una campaña orquestada por algunos oficiales retrógrados que defienden unos postulados de tiempos pasados, secuestrando no solo la propaganda electoral, si no impidiendo que la información de los candidatos de AUGC llegue hasta los trabajadores del Cuerpo.
Una de estas acciones, de las que ha tenido conocimiento AUGC que van en contra de un proceso electoral legal y democrático, es la protagonizada por una capitán de la Comandancia de Barcelona, pillada in fraganti arrancando los carteles de AUGC, al parecer cumpliendo una orden del teniente coronel Pizarro, jefe de Operaciones de dicha Comandancia. Con su actuación esta oficial ha llegado a obviar que estaba recibiendo y cumpliendo una orden contraria a la legalidad por impedir el ejercicio a la información electoral.
Otro caso similar es el protagonizado por el teniente del Cuartel de Arcos de la Frontera (Cádiz), quien ha ordenado retirar toda propaganda que tenga iniciales de AUGC, incluso de aquellas zonas que no son las dependencias oficiales. Pero este mando ha ido más lejos al intentar tapar su incumpliendo de las normas electorales designando, para colocar dicha propaganda, lugares de recóndita localización en un claro intento de impedir que la información llegue a los componentes de la unidad.
La escasa catadura democrática, y en algunos aspectos ética, de determinados mandos sale a flote y se demuestra en estas circunstancias cuando hay que pasar a la práctica y trabajar, promover y facilitar el desarrollo del derecho a la información y al voto, como tiene que ser en un país democrático, como se reflejan en las propias órdenes y circulares que dimanan de la Dirección General de la Guardia Civil.
Para AUGC actos como los aquí reflejados sólo son el reflejo del temor que padece la cúpula de la Guardia Civil a que la Asociación Unificada de Guardias Civiles vuelva a lograr una mayoría abrumadora, como ya pasó en el anterior proceso electoral. Pero se engañan si se piensan que pueden conseguir derrotar así a la mayor organización policial de España. Porque son precisamente estas actitudes las que nos demuestran que AUGC va por el buen camino. Por la senda de la consecución de sus aspiraciones, de la erradicación de las impunidades que sectores de la Guardia Civil han levantado a su alrededor. Por el camino que lleva a que los guardias civiles se involucren cada día más ante una sociedad del siglo XXI. Una línea de trabajo que ha llevado a que los ciudadanos hayan dejado de percibir a estos trabajadores y a sus familias como unos servidores públicos distantes y distintos, que residen en guetos, bajo una ley del silencio impuesta desde arriba.
Tantas reacciones antidemocráticas, tantas zancadillas en una campaña electoral, sólo hacen crecer aún más a AUGC, y sólo demuestran el totalitarismo férreo que esta asociación no se cansa de denunciar. Pero sobre todo corrobora que la Asociación Unificada de guardias Civiles tiene vocación y capacidad para ganar las elecciones, pues en caso contrario, estos mandos no se arriesgarían a quedar en evidencia.
Ante la gravedad de la situación AUGC exige que sea corregida de manera inmediata esta forma de actuar porque está afectando a los derechos fundamentales de los guardias civiles, y anuncia que emprenderá todas las medidas legales oportunas al respecto. De momento, desde la organización ya se ha remitido una queja a la Junta Electoral para que se emplace, inmediatamente a todos los mandos, a proceder obligatoriamente conforme a la ley. Del mismo modo, AUGC exige a la Dirección General de la Guardia Civil que depure las responsabilidades individuales oportunas en estas extralimitaciones de determinados mandos, que, claramente, nada tienen que ver con de los servicios profesionales que realizan los integrantes del Cuerpo.
Las elecciones al Consejo de la Guardia Civil tendrán lugar el próximo día 23 de Mayo, y desde aquí animamos a todos y todas los guardias civiles a participar.
Que su voto sea el revés democrático a tanto atropello.
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