“Mandar la Jefatura Superior de Ceuta es un reto complicado y difícil”

Nos lo había prometido y lo cumplió. En cuanto que su nombramiento ha sido oficial, al menos el que el ministro había firmado, no tuvo ningún reparo en atender a ‘El Faro’.

Se le ve una persona que respira actividad policial, que siente pasión por su profesión y de quien hablan, y no paran, maravillas todas las personas que están bajo su mando.
-¿Qué significa para usted el nombramiento como jefe superior de Ceuta?
-En primer lugar, un agradecimiento tremendo al director general de la Policía y al ministro del Interior. Confían en mi persona para un reto que es complicado y difícil como es una Jefatura Superior de las características geográficas y culturales de una comunidad autónoma como es Ceuta. En definitiva, agradecimiento por la confianza que depositan en mí.
-¿Qué conocimiento tiene usted de la realidad policial de Ceuta?
- Muy poco, es cierto. Todo se concreta en lo que he podido leer en estos últimos días a nivel de prensa, porque estoy esperando a que sea oficial y se produzca el nombramiento en el Boletín Oficial del Estado, el desplazarme a Ceuta y comenzar a tener las primeras reuniones tanto con el delegado del Gobierno con mi antecesor en el cargo y los mandos policiales. Empezar a ponerme al día y a meterme a fondo con el trabajo que tengamos que realizar.
-¿Ha tenido la oportunidad de hablar estos días con el delegado del Gobierno o con su antecesor en el cargo?
- Sí, por supuesto, con ambos. En el caso de José Luis Torres tengo que decir que mantengo con él una amistad de hace muchos años, pero no hemos hablado de temas profesionales, sino que hemos profundizado más en los temas personales que en los policiales.
- ¿Por qué todos los comentarios que nos llegan desde Granada, tanto de personas que están bajo su mando  como de la misma sociedad granadina son tan positivos en relación a su persona?
-Habría que preguntárselo a ellos. Lo cierto es que están siendo unos días de extensas emociones y no me esperaba tanto reconocimiento. Lo único que he hecho ha sido trabajar por y para los ciudadanos de Andalucía Oriental. Entiendo que mi forma de trabajar, y así se lo decía ayer en una copa de vino a mis funcionarios, ha sido la que he practicado desde hace mucho: intentar extraer lo mejor de cada uno. Una persona sola no puede hacer nada, debe ser el conjunto, el equipo y de manera especial hacer trabajar a la gente en un clima adecuado. En cuanto a la parte social, las relaciones que he tenido con todas las instituciones han sido de un respeto máximo, pero a nivel personal he congeniado bien con muchísimas personas de Granada, sobre todo, porque aquí es donde vivía, pero también de Málaga y de Almería. Pienso que dejo muchos y buenos amigos. Ayer me sorprendió la cantidad de personas que me dijeron que en Granada tenía mi casa y me abrumaron. Va un poco en la persona, en la simbiosis que se creen en las relaciones personales.
-¿Cómo se definiría como policía?
- Es difícil definirse uno mismo. Entiendo que soy una persona a la que le gusta trabajar en equipo. En la toma de decisiones finales soy directivo, me gusta tomarlas personalmente, pero en la manera de acometerlas soy participativo. Me gusta que mi equipo de mando aporte ideas y soluciones. Quizá otra de las cuestiones que me pueda caracterizar es que siempre he tratado de tener un trato muy cercano y muy directo con todas las personas. Le voy a contar un anécdota. Hace unos años, en una entrevista en televisión, durante mi destino en Canarias, me preguntaron sobre de qué estaba más orgulloso en la vida y les respondí que de haberme tomado un café o una cerveza con más de un presidente del Gobierno y de habérmelo tomado también con personas metidas dentro del mundo de la droga, o de los bajos fondos y creo que me los he sabido tomar con los dos.
- Se le define como un gran especialista en Policía Científica. ¿Esta área está bien reconocida en estos momentos dentro de la Policía española?
-La mayor parte de mi carrera profesional la he pasado dentro de la Policía Científica, a la que llegué de casualidad. He sido jefe de grupo, jefe de sección, comisario de unidad, secretario general. Vamos, menos comisario general, he sido todo. Ha cambiado mucho desde finales de los años ochenta, cuando comencé a prestar mis servicios. Hemos hecho una labor todos los que hemos formado parte de esta historia. En los últimos años en que fui secretario general, hasta mi nombramiento para Andalucía Oriental, donde ya tenía un poder de decisión más amplio, la verdad es que se trabajó con unos objetivos muy claros y definidos, de manera que cuando abandoné ese puesto en la Policía Científica habíamos cumplido con todas las metas marcadas. A nivel internacional, la Policía Científica española es un referente y existen grandes especialistas, pero no solamente a nivel central, sino en cualquiera de las unidades que tenemos a nivel periférico. Es una de las claves también del éxito que la Policía española tiene en la resolución de casos e identificación de autores.
-¿Qué pueden esperar los agentes de Ceuta con su llegada?
- Oídos para escucharles, mucho trabajo, ilusión porque soy una persona tremendamente optimista y siempre veo la botella medio llena. Creo que van a encontrar un jefe, al menos lo voy a intentar, que sepa mandar y una persona que les sepa escuchar, además de que con el tiempo, un amigo.
-¿Un comisario tiene que saber trabajar con políticos de cualquier signo?
- La Policía no tiene ningún tipo de tendencia política, ni la he tenido en mi vida, demostrándolo en multitud de ocasiones. Aquí, mis relaciones con los políticos de todas las tendencias han sido magníficas. Nosotros somos profesionales y nos debemos fundamentalmente a los ciudadanos, pero a todos sin exclusión y sin género de dudas.

“El juicio del ácido bórico tuvo bastante de manipulación mediática”

Afirma que la Policía Científica española es una gran referente en Europa y en esa especialidad donde es uno de los grandes de nuestro país participó de manera directa en todas las inspecciones oculares del atentado del 11-M y luego por uno de sus derivados se sentó en el banquillo aunque fue absuelto.
-¿Y qué tiene que ver la Policía Científica española con las series norteamericanas como CSI?
- Es lo mismo, con la excepción de que en las series norteamericanas en primer lugar lo resuelven, afortunadamente para ellos, en una hora, y a nosotros nos cuesta un poquito más. Y allí son un poco Juan Palomo, el investigador lo hace todo, mientras que en España estamos muchos más especializados y cualquier investigación tiene una vía científica, una vía judicial y una vía de investigación. El secreto está en que entre los investigadores de homicidios, de terrorismo o de delitos menores y entre los investigadores de la rama científica haya una perfecta compenetración para saber cada uno lo que quiere el otro y hacerlo de manera conjunta.
-¿La inspección ocular del atentado del 11-M es una visión que no se olvida de por vida?
-Lo que se olvida difícilmente es el atentado en sí. Puedo decir sin ningún rubor, que después de una carrera policial, donde he visto muchos atentados, muchos homicidios, muchos cadáveres, lloré cuando vi después de cuarenta horas de trabajo durante esas jornadas unas imágenes por televisión. Habían pasado entre treinta y seis o cuarenta horas cuando regresé a mi casa para darme una ducha y descansar un par de horas, al ver esas imágenes se me saltaron las lágrimas. En el resto, nos enseñó mucho y después hemos  tratado de protocolizar todo este tipo de acciones. Luego hubo un real decreto para que cada uno cuando ocurran estas circunstancias sepa cual es su misión.
-¿Se sintió maltratado por alguien cuando se tuvo que sentar en el banquillo de los acusados en el denominado caso del ácido bórico?
-Fue una manipulación perfecta a nivel mediático fundamentalmente. La mayoría del sector de la prensa, incluso quienes lo avivaron, sabía que era una tontería. Lo que sí es muy duro, es que después de veintinueve años que llevaba de profesión por entonces, por una cosa que no era diferente a lo que has hecho en toda tu vida profesional, que era dirigir, te veas sentado en un banquillo. Me quedo con la multitud de mensajes de apoyo que tuve en estos momentos tan difíciles y sabiendo que todo fortalece en la vida.

Un policía que promete trabajo y más trabajo para cumplir con todos los objetivos que se marquen

Pedro Luis Mélida. Cumplirá cincuenta y cuatro años el próximo mes de agosto y desde que ascendió a comisario hace doce años, ha estado en Maspalomas y con posterioridad volvió a la Comisaría Central de Policía Científica donde ha estado gran parte de su vida profesional, alcanzando en el año 2004 el puesto de número dos de la misma como secretario general. Luego, ya en 2008 le nombraron jefe superior de Andalucía Oriental que asumirá la provincia de Granada, Almería y Málaga.
Ahora le llega el turno a nuestra ciudad, donde él mismo reconoce que no tiene un conocimiento exacto, pero promete trabajo y más trabajo para conseguir los objetivos que se marque.
Dice sentirse abrumado por el gran número de atenciones que está teniendo a lo largo de estos últimos días en la capital granadina y quienes se encuentran bajo su mando hablan de su gran capacidad, sintiéndose especialmente encantados con el mismo.
Está a la espera de que se publique el nombramiento en el Boletín Oficial del Estado, luego esperar a la toma de posesión de su sustituto en Granada. Cuando venga para Ceuta lo hará dos o tres días antes de jurar su cargo. Seguidamente, deberá regresar a la capital granadina para preparar la mudanza y despedirse oficialmente de las autoridades.
Lo más normal es que para mediados de mayo, Pedro  Luis Mélida ya esté oficialmente a pleno rendimiento en la Jefatura Superior de nuestra ciudad.