Mamá, te escribo esta carta cuando ya no estás

Este año no será un domingo como los de antes, porque el hogar que tu mantenías con tu divina presencia se ha quedado vacío, el hogar que forjaste con papá, es un rincón de recuerdos acumulados esperando la despedida.

Donde tantas tardes compartía contigo en tu rincón de los sentimientos tantas historias que te dieran admiración, alegría, tristeza o melancolía.

He podido recordar como la abuela Anica conoció a mi padre en el cine Cervantes, mi madre en el gallinero y mi padre en el patio de butacas mirando para arriba.

La de veces que pensé que vivir más allá de las puertas de mi hogar fuera un camino de rosas y laberinto de pasiones, he navegado por mares en calma, de revueltas y temporales pero le llevé por las puertas hasta tu regazo dos niñas que una de ella me ha hecho hasta abuelo.

Debe de haber muchos saludos por allí arriba porque no veas la de gente que al cielo ha llegado, Kira estará muy contenta haciéndote compañía con el Lelo.

Un año se va a cumplir que te fuiste una tarde de junio donde hasta el cielo lloraba en pleno verano,;tus cenizas reposan en todos los rincones de tu Ceuta del alma y qué decir que cuando aparco bajo tu ventana, me saludabas cada mañana.

"Mil veces te elegiría como madre y gracias por dejarnos aquel bello hogar que formaste con papá"

Mamá la vida se va abriendo paso como el ciclo sin fin, tantas buenas palabras y dedicatorias nos dejaste en el bautizo de Miguelito, llegó una boda por todo lo alto mas allá de la India de tu niño chico.

Y pasando las Navidades otra vez abuelo con una nieta preciosa de nombre Diana pero para nosotros “ Didi “.

Y tras los regalos de Reyes una comida con todos los hermanos juntos con nuestras mujeres y nuestras hijas e hijos, me tocó dar las palabras de bendición y agradecimiento con un churumbel en mis brazos.

Que sólo me he quedado y ahora a tirar del carro que tu llevaste hasta el final sólo me queda recordar a todas las generaciones que van llegando que no se olviden de llamar a sus madres antes de dar el paso cada bello momento de la vida, al irse a los ensayos, a jugar un partido, a disfrutar un viaje o una quedada que sea para lograr el amor de sus vidas.

Mamá te dejo para el final como me despedí de ti aquella tarde de junio, mil veces te elegiría como madre y gracias por dejarnos aquel bello hogar que formaste con papá y de paso te digo que bonito fue vivir aquella infancia en el Patio Morales.