¿Consideran que tener a unos animales atados a una cadena durante toda su vida, dándoles de comer cuando a su dueño le plazca y sin el aseo oportuno es una forma de maltrato animal? Cualquiera de ustedes diría que sí. Pues bien, ahora bien la pregunta más complicada del test: ¿por qué las asociaciones de defensa de los animales miran hacia otro lado cuando ven que se producen este tipo de situaciones en Ceuta?, ¿es la propia burocracia la que frena que hoy por hoy un amo no pueda hacer lo que quiera con su perro?
Más allá de Ceuta, en las Palmas de Gran Canaria, la Guardia Civil, a través del Seprona, ha conseguido imputar a una persona por un un presunto delito de maltrato y abandono de animales. ¿Cómo se hizo? Con una investigación adecuada que terminó con la localización de un garaje en el que un hombre tenía a varios perros en mal estado. El denunciado tenía los perros sucios, todo el día atados y les daba de comer a su antojo, hasta el punto de que uno de los canes tenía claros síntomas de desnutrición. Les daba de beber cuando quería y la comida cuando terciaba. Pero todavía queda lo peor: en la inspección encontraron el cadáver de otro perro con una delgadez extrema que tenía varias mordidas con falta de carne, clara muestra de haber sido devorado parcialmente por el primer animal. Analizando más la zona se localizó el segundo cadáver de otro perro.
No se lleven las manos a la cabeza ni critiquen lo que es capaz de hacer el denunciado, pensando que en Ceuta esto sería más o menos imposible de suceder. Existiendo una Protectora de Animales, asociaciones de ecologistas, inspecciones sanitarias y todo un Cuerpo del Seprona no cabría en mente de nadie. Error. En la ciudad se dan este tipo de situaciones. Lo sabe el Seprona que ya ha interpuesto dos denuncias contra un hombre que mantiene a tres perros atados durante todo el día, alimentándolos de mala manera e increpando a aquellas personas que, siendo amantes de los animales, se acercan para darles de comer. Ambas denuncias han sido trasladadas a Sanidad Animal, que ha intentado localizar al dueño en varias ocasiones, con lo que la notificación ha sido imposible de llevar a cabo. ¿Falla el sistema, puede permitirse que siga produciéndose un maltrato animal porque la acción burocrática se estanca? La respuesta es evidente. Tener a unos perros soportando pesadas cadenas y un collar las 24 horas de toda su vida ha terminado por despellejarles el cuello. Darles de comer a su antojo les convierte en animales desnutridos que se comen hasta el papel que envuelve los alimentos que les dan aquellos viandantes que se indignan con esta situación.
Hoy por hoy el maltrato animal queda impune si los mecanismos oficiales fallan. Pero los logros conseguidos en otras ciudades apunta a que es posible actuar contra él.