Ceuta no vive ajena a los casos de maltrato animal. Muy al contrario, cada vez hay más y no son perseguidos ni sancionados como se debiera. El gato, ese animal mágico que desde el antiguo Egipto era venerado, se convierte en una de las especies más vulnerables en las calles. Neko, Bubu y Katia son solo tres nombres correspondientes con tres historias de maltrato en los que ha tenido que intervenir Comunidad Gatuna para evitar sus muertes.
Neko apareció aproximadamente hace un mes en la explanada del Chorrillo. Sin chip, sin castrar, pero con buen aspecto, había sido abandonado de una casa -su comportamiento era propio de un gato doméstico-.
Aunque la voz de alarma ya saltó entonces, a finales de agosto, la urgencia de cogerlo se hizo más patente hace unos días cuando unos niños, ya casi adolescentes, comenzaron a tirarle piedras. Su ‘diversión’ pasaba por apedrearle, poco antes habían matado así a una rata y ahora su objetivo era el gato. No se movía, asustado, habituado a un hogar, era objeto de lanzamiento de piedras de unos niños que, para mayor gravedad, actuaban delante de sus padres sin que estos les llamaran la atención.
Una voluntaria del grupo Cuidadoras de Colonias, que precisamente estaba ejerciendo su trabajo de cuidado y alimentación en la zona, observó con asombro cómo los padres se mostraban impasibles ante esta denunciable acción, dando aviso al 112. Al presentarse allí la Policía, los menores escaparon del lugar. El gato, al que se le ha llamado Neko, sufrió varias heridas por el impacto de las piedras, requiriendo puntos de sutura. Ni los menores fueron localizados ni a los padres les importó mucho la comisión de un delito entendido como forma de pasar la tarde en la playa.
El domingo pasado fue cuando varias voluntarias de Comunidad Gatuna consiguieron coger al gato, que estaba sumamente asustado. “Cuando se llevó a castrar, chipar y vacunar, no podíamos sospechar las múltiples heridas que le había causado el abandono y las pedradas, ha precisado incluso varios puntos de sutura y un tratamiento de días para su recuperación”, explica la Comunidad.
“Actualmente se encuentra en una casa de acogida y esperamos que le salga un hogar definitivo, mejor que el que tuvo, ya que cuando decidieron prescindir de la compañía de Neko lo dejaron abandonado a la peor de las suertes”, añade la asociación.
Y es que el abandono no entiende de razas. Neko es un precioso gato negro de pelo semilargo, de excelente carácter, muy tranquilo y cariñoso. “No entendemos cómo han podido dejarlo abandonado, pero tampoco entendemos el abandono en sí”.
Si la historia de Neko es cruel, la de Bubu la completa. A este gato ciego le cortaron los bigotes, impidiendo así que pudiera orientarse, abandonándolo después en un parque. Hasta en dos ocasiones fue salvado de una muerte segura al haber cruzado a la carretera sin advertir los peligros porque no tiene posibilidad de hacerlo: ni ve, ni se orienta. Katia, otra gata de pelo semilargo, joven y simpática, también fue encontrada en mal estado.
Ahora todos ellos buscan adopción tras ser recuperados por Comunidad Gatuna Ceuta. Los interesados pueden contactar con la asociación a través de su página en Facebook.
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