Malika Abdeselam acusa de prevaricación a Lopera por “guardarse una plaza de intensivista”

La delegada del sindicato CSI.F afirma que se adjudicó al director territorial del Ingesa “sin ningún tipo de concurso ni oposición vulnerando el derecho del resto de los compañeros”.

Las alusiones y comentarios del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa, sobre Malika Abdeselam, delegada sindical de CSI.F y miembro de la Junta de Personal, son etiquetados por la ex directora territorial del entonces Insalud como un “ataque personal”, una actitud que “deja mucho que desear de un director territorial”, en referencia a Jesús Lopera, y que deja “patente que se ha quedado sin argumentos”.
Abdeselam exige a Lopera que se retracte de las declaraciones publicadas en su artículo de opinión de ayer en el que resulta “llamativo” que quien fuera directora territorial del Ingesa, “condenada por graves delitos, y con graves condenas que aún cumple, se erija en detractora de la gestión actual”, para añadir que la “utilización política es evidente”.
Esta representante sindical insta al actual director territorial a que especifique por qué está condenada y cuáles son los delitos de los que se le acusa públicamente, los cuales dañan “públicamente” su “honor personal, el de mi familia y del sindicato” en el cual ejerce su labor.
“Tengo entendido que el único delito fue firmar una resolución equivocada de integración al Insalud de mi marido como personal fijo, el cual llevaba contratado más de 12 años como interino y por el cual he sido juzgada y sentenciada”, explicó Abdeselam.
El actual director territorial sería el presunto “prevaricador y delincuente” porque le “han adjudicado una plaza de intensivista sin ningún tipo de concurso-oposición como al resto de los trabajadores que, para tener una plaza en propiedad, tienen que concursar”, para subrayar que se ha “vulnerado el derecho de igualdad, mérito y capacidad del resto de los compañeros”. La delegada de CSI.F señala que, en la resolución por la cual “hacen propietario a Lopera de una plaza de médico intensivista”, uno de los requisitos para ello supone que exista una “plaza vacante” de esta especialidad. “El número de intensivistas es seis actualmente, mientras que plazas hay siete; se creó una previa a la resolución para adjudicarle a él la plaza en propiedad: ¿cómo le llamamos a eso?”, se pregunta Abdeselam: “¿Prevaricación, trato de favor?”.
Sara Pupato, directora general del Ingesa, es quien firma esta resolución aunque el borrador inicial es de noviembre de 2008 y fue confeccionado por Francisco Javier Muñoz Aizpuru, anterior director de los Servicios Centrales, a lo cual se opuso la propia Abdeselam porque el procedimiento apropiado es el de “promoción interna” para que todos los trabajadores del hospital “tuvieran opción”. A continuación, recuerda la sindicalista, se acordó que fuera así, según Abdeselam, para que con posterioridad “se hiciera por resolución, hecho que yo denuncio en la mesa sectorial donde me dicen que el problema para la promoción interna es que los cargos directivos tendrían que renunciar y ocupar la plaza, como mínimo seis meses, y así se quedaban sin equipo directivo”, relató la ex directora territorial del Insalud. Su respuesta fue, insistió, “no es mi problema, si se quedan sin responsables que se busquen a otros”, concluyó.
Esta plaza estaría sin cubrir, sostiene Abdeselam, “hasta que Lopera se vaya a su servicio”, es decir, “se reserva una plaza de intensivista” y a su entender no es legal ya que existen “más compañeros con derecho a lo mismo” y además, destacó, “no cumple los requisitos”. Duda que Pupato no pueda dictar una resolución para “adjudicar las plazas en propiedad a unos sí y otros no”, según la sindicalista. “El Ingesa ha buscado la fórmula para dictar, con contrato de médicos generales jerarquizados, la resolución diciendo que son plazas a extinguir”, denunció de forma pública la ex máxima representante del Insalud, y concretó que existen más facultativos en esta situación sin proporcionar sus identidades.
La plantilla orgánica del Ingesa, a 15 de abril de 2008 y en la categoría de Medicina Intensiva, estaba compuesta por seis facultativos, aportó Abdeselam en base a su documentación al respecto. Sin embargo, a 11 de junio del mismo año, esta experimenta un incremento de una plaza, es decir, sube a siete según los datos del CSI.F. En la actualidad, comunicó quien ocupara la máxima representación del entonces Insalud, “dos están guardadas por los cargos directivos por la resolución mencionada y trabajan cuatro, mientras que una sólo se dedica a hacer guardias sueltas”.
En cuanto a la posibilidad de emprender acciones legales por las declaraciones incluidas en el contenido del artículo de opinión del Ingesa publicados ayer, el CSI.F valora esta opción y ha trasladado esta cuestión a sus servicios jurídicos ya que, insistió, su asistencia a la rueda de prensa convocada el martes por los sindicatos, “fue como delegada sindical y no sólo como Malika Abdeselam sola”.
El Hospital Universitario también fue objeto de las declaraciones de Abdeselam, quien apostilló que su única crítica consistió en calificar el traslado a Loma Colmenar como “precipitado y mal organizado”, de modo que pide al Ingesa que excluya de sus alusiones al Programa Funcional del nuevo clínico porque es un “paso previo para el proyecto y la construcción del mismo” y niega la relación entre esta migración y la planificación que ella elaboró junto a otras personas.
Los incrementos de personal expuestos por el Ingesa en su colaboración de ayer también generaron la oposición del CSI.F. “Durante mis seis años de directora territorial, mi incremento no fue del 45 por ciento, sino del 80 en todas las categorías, incluido el servicio de intensivos en el cual había seis plazas cubiertas por médicos generales jerarquizados no titulados y como no tenían cobertura legal ni por el Colegio Médico ni responsabilidad civil, se colocaron en su puesto de trabajo que era el Servicio de Urgencias del hospital de Cruz Roja y se contraron de un plumazo a seis intensivistas. Eso es el cien por cien”.
Abdeselam solicitó a Lopera que, como director territorial, “deje de ser tan prepotente y que evite las situaciones en las que los trabajadores se puedan llegar a sentir coaccionados y en situaciones de mobbing además de dedicarse a hacer una buena gestión que para eso está en el cargo”.