Los días de mayor intensidad de la Operación Paso del Estrecho (OPE) para Ceuta se previeron para fechas más tempranas. Sin embargo, ha sido este el fin de semana en el que el trasiego de pasajeros a través de la Ciudad Autónoma hacia la península ha sido el mayor. La razón se encuentra en el exponencial aumento de los tiempos de espera desde Tánger-Med y Tánger, motivo que también ha provocado la caída en varios puntos porcentuales del número de pasajeros y vehículos trasladados con respecto a la OPE del año pasado en estos dos enclaves, y el crecimiento de Ceuta, que ya se configura como el segundo puerto más importante en esta operación retorno.
Sin embargo, los pasajeros de la OPE no son los únicos afectados por las dificultades y desafíos a los que se enfrentan las infraestructuras de Ceuta. Son los residentes de la ciudad las víctimas colaterales de un abultado tráfico de pasajeros y vehículos que ha contado con rotaciones extraordinarias de madrugada desde que este viernes a las 9.55 de la mañana se activara la intercambiabilidad de billetes, con el objetivo de intentar descongestionar la situación y las colas de la frontera por otro lado.
Numerosos residentes han manifestado su estupor al encontrarse con las tarifas más altas a la hora de cruzar el Estrecho con sus vehículos. Cabe recordar que la bonificación de residentes para cruzar a la península con vehículo es tan solo del 50 por ciento, y no del 75 por ciento, como el resto de billetes bonificados para pasajeros a pie. A eso hay que sumarle el aumento en las tarifas de las navieras que impone el Ministerio de Fomento a través de una resolución de la Secretaría de Estado de Transportes, como es habitual en el marco de la OPE que ahora está desarrollándose hasta su final a mediados de septiembre.
Con la intercambiabilidad activada y sin la bonificación para residentes, los pasajes para cruzar el Estrecho con vehículo se elevan a casi los 200 euros por viaje. Si en otras ocasiones algunas navieras pudieron aumentar sus tarifas por encima de lo exigido por Fomento, esta vez Capitanía Marítima ha asegurado vigilar de cerca los precios que se vienen desarrollando a lo largo de este viernes y este sábado para evitar sobreprecios, algo que acusan algunos pasajeros.
Si este viernes el Plan Especial para la OPE de Protección Civil confiaba en que iba a ser una jornada de intensidad leve, la de este sábado y este domingo son acentuados como días de intensidad media. La realidad está siendo más bien otra: Capitanía Marítima de Ceuta mantiene durante este fin de semana la referida intercambiabilidad de billetes, y los problemas comenzaron a hacerse evidentes este viernes, con casi la totalidad de los billetes para los ferrys a la península vendidos ayer, dejando a gente en tierra, e incluso con retrasos que no llegaron a superar las cinco horas, según detallaron fuentes portuarias a este periódico.
Además de los posibles y evitables sobreprecios en los billetes del barco, lo que sí están sufriendo vivamente los ceutíes son los retrasos, cada vez mayores, de las rotaciones diarias. Las dificultades para embarcar a semejante cantidad de vehículos provocó tanto este jueves como este viernes que los ferrys saliesen a deshora y los retrasos se fuesen acumulando a lo largo de la jornada, algo que se pudo paliar con rotaciones extraordinarias de madrugada. El problema estriba en lo que sufren muchos pasajeros cuando llegan a la península: sus conexiones con tren o avión en aeropuertos cercanos se han perdido dado los retrasos, más allá de las molestias propias de la impuntualidad de estos servicios.
Si bien el carril para residentes se mantiene descongestionado para los pasajeros de Ceuta, los viajeros de la OPE que deben mantenerse a la espera hasta la zona de embarque en sus vehículos tienen que soportar horas y horas hasta que llegue su turno. La zona de embolsamiento de vehículos está dividida para las tres navieras, y en algunos casos se ha llegado a completar de tal modo que la cantidad de vehículos podría llenar varias veces el mismo buque que hace las rotaciones rápidas en el Estrecho.
Esta situación se traslada hasta la frontera, como vienen recogiendo diversos testimonios de vecinos de la ciudad a través de las redes sociales desde hace días, con recomendaciones como la de estar ya en la cola seis o siete horas antes del embarque para evitar retrasos.
La OPE arroja estampas como esta, ya habituales en el transcurso de su operativo año tras año, que suponen un absoluto desafío tanto para la infraestructura ceutí como para la gestión que por parte de las distintas administraciones y autoridades del Estado se hace de este basto traslado de emigrantes marroquíes, y que implica a puertos, carreteras y afecta a buena parte del territorio tanto peninsular como extrapeninsular español.
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