Cientos de personas, tanto españoles como residente en nuestro país que se quedaron atrapadas en Marruecos debido a la crisis del coronavirus, suben a los barcos de repatriación que salen este miércoles y jueves por la tarde desde Tánger-Med a Málaga en un barco especial operado en este caso por Trasmediterránea y organizado por la Embajada española en Rabat.
Se trata del quinto barco de repatriación que sale desde Tánger para traer de regreso a España tanto a ciudadanos españoles como a marroquíes residentes en nuestro país, que se han desplazado con sus coches o a pie a primera hora de esta mañana. Tenía previsto salir a las 14.00 horas (horario marroquí), aunque lo ha hecho con una hora de retraso, y llegará a Málaga sobre las 20.00 horas. En este trayecto ha ido 646 pasajeros y 123 coches.
Al igual que en los cuatro anteriores, el pasado 22 y 28 de mayo y 3 de junio, en los accesos se han formados colas kilométricas desde bien temprano en el acceso al puerto de Tánger. No obstante, en su mayoría iban provistos de mascarilla y tanto a lo que viajan con vehículos como a los peatones les han tomado la temperatura y les han hecho rellenar un formulario sobre su estado de salud.
“Pues mira ya está dentro del barco mi marido, pero todavía no ha salido”, comentaba emocionada al otro lado del teléfono Araceli. Sin creérselo mucho todavía esta española que lleva desde enero sin abrazar a su marido. Rachid Nassim es un marroquí de 33 años, que desde hace “muchos años” y hasta hace cuatro meses vivía en Lucena (Córdoba), junto a su mujer y su niña de un año. Él es uno de los pasajeros que viajan en el ferri de este miércoles, aunque ha tenido que pagar 231 euros por su plaza y la de su vehículo.
“Se fue a Marruecos el 29 de enero con su coche porque su madre estaba muy malita y, pues mira, cuatro meses lleva ya mi niña sin ver a su padre”, cuenta su mujer. Rachid se dedica a la agricultura en Lucena, pero antes de irse tuvo que dejar su trabajo.
En estos cuatro meses Rachid se ha sentido abandonado e impotente por no poder estar junto a su familia. “No tenemos recursos. Él solo pedía no perder su trabajo. Somos una familia humilde y psicológica y económicamente estamos muy mal ya, pero hoy estoy muy contenta porque sé que ha salido todo bien y ya está en el barco y por fin vamos a poder volver a verle”, concluía antes de colgar el teléfono.
Otra de las familias que vuelven a casa este miércoles es la de Hind Haitami, una española de 25 años que viajó junto a sus dos hijos, su madre, su hermano y su hermana el pasado 9 de marzo a Marruecos “para hacer unos papeles una semana y mira, la semana me ha salido por tres meses y medio”.
“El sábado me llamaron y no veas, me puse a llorar, temblar, de todo, sentí de todo”, comenta Hind. Están muy contentos de poder volver todos juntos, aunque el viaje les ha salido por un ojo de la cara. Además, esta noche cuando lleguen a Málaga les quedarán otras “doce o catorce horas de viaje” hasta Barcelona en el coche que han alquilado.
Ihsan Embarek Tuhami y Mohamed Toufik El Havas Mohamed son una madre y un hijo, los dos ceutíes, que están atrapados en Marruecos desde marzo. Ella presenta una cardiopatía y él una enfermedad renal, ambos precisan de un tratamiento médico que no pueden recibir en el país vecino. Ambos viajan en el barco de este miércoles.
El ceutí recibió este pasado domingo la esperada llamada de la naviera para informarle de que era uno de los elegidos, pero no así su madre, quien tenía miedo de que hiciera el viaje solo porque su estado de salud es tan crítico que necesitaría de la ayuda de su madre.
Tras mucho insistir la Asociación Enfermos Sin Fronteras desde Ceuta, que se han estado ocupando del caso de estos ceutíes y han hablado en numerosas ocasiones con la Embajada y con la naviera para que cuanto antes les permitiese volver debido al estado de salud de ambos, finalmente llamaron este pasado lunes a Ihsan para decirle que ella también podría volver en el barco de este miércoles junto a su hijo.
La asociación está organizando una ambulancia o un voluntario que cuando lleguen se lleve urgentemente a Mohamed a un hospital de Málaga hasta que se estabilice y pueda regresar a Ceuta. Aunque solo tiene 27 años, su situación empeora por momentos porque no ha recibido diálisis en estos meses, por lo que no va a regresar hoy mismo a Ceuta por su salud. Ihsan, su madre, también está delicada. Tiene un marcapasos implantado y ha perdido varias citas médicas en Ceuta al quedar atrapada en Tetuán. Pero, parece que esta historia tendrá pronto un final feliz.
El próximo jueves 28 de noviembre, a las 12:00 horas, el Observatorio de Ceuta y…
La Ciudad Autónoma de Ceuta se ha sumado este lunes 25 de noviembre a la…
La Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar…
La Oficina de Turismo de Ceuta, ubicada en el Baluarte de los Mallorquines, ha acogido la…
La naviera Armas Trasmediterránea, que también cubre la línea de Ceuta-Algeciras, reforzará las conexiones entre…
El colegio de Educación Especial San Antonio ha querido celebrar este lunes el Día Internacional…