Robos y extorsiones. Una particular combinación que vuelve a traer de cabeza a varios vecinos de Ceuta que
ya han sufrido la sustracción de sus
motocicletas y el posterior cobro de una especie de impuesto revolucionario si quieren recuperarlas. Está repuntando de nuevo esta
práctica delincuencial que asoma por temporadas. Las estadísticas oficiales están camufladas porque muchos de estos sucesos no terminan siendo denunciados por lo que no queda constancia de que se hayan producido. El modus operandi se reduce al robo de la motocicleta para, después, exigir el pago de entre 200 y 400 euros para recuperarla. Quienes pagan se encuentran con el vehículo abandonado por quienes previamente cooperaron en su robo.
Aumento de casos, nada anecdótico
Lejos de ser algo anecdótico los casos aumentan habiendo jornadas en las que se han producido dos y tres robos de vehículos a dos ruedas. Los vecinos de barriadas en las que se han producido hechos de este tipo, como el caso
del Príncipe y
Hadú entre otras, exigen mayor seguridad en las calles para evitar un tipo de acción delictiva que está haciendo mucho daño. El negocio resulta redondo para quienes viven al margen de la ley y genera un gran temor entre quienes disponiendo de motocicleta temen perderla de esta manera.
Inseguridad denunciada en algunas barriadas
Tras esta trama de robos y extorsiones existen grupos de delincuentes que se dedican expresamente a tales fines aprovechando vacíos de seguridad en determinadas barriadas y franjas horarias. Al margen de estos sucesos los vecinos de Hadú han denunciado robos en las inmediaciones de, por ejemplo, la Plaza Víctimas del Terrorismo habiéndose producido ya varios sucesos e incluso un atraco en un comercio cercano. Los implicados emplean armas detonadoras o navajas para amedrentar a sus víctimas con ánimo violento. Los residentes de los barrios afectados reclaman más
presencia policial.