El jueves pasado los alumnos de 1° de Bachillerato del Luis de Camoens, desafiando a un mar embravecido, a una tormenta de barro, a las inclemencias de la pandemia soportada durante los dos últimos años, el Instituto reanudó los viajes hacia otras tierras tan lejanas y cercanas que surcan las emociones de la juventud. Los viajes de estudios son recordados durante toda la vida: la convivencia, anécdotas, las noches insomnes, las visitas a espectáculos, museos, las canciones del autobús, el patear calles y paladear otras formas de ver el mundo. Es una especie del paso del Ecuador de la adolescencia. Por unos días quedan atrás los padres, nuestra casa y la rutina. Ceuta está muy lejos y parece que comenzamos a flirtear con la libertad. Mi viaje fue a Cataluña y de esto hace miles de años. Eran otros tiempos aunque cada época y cada momento se va repitiendo siendo las circunstancias distintas. No es sencillo organizar un viaje de estudios pues son innumerables todos los pasos a seguir antes de comenzar la ruta: elección del viaje, presupuesto, alumnos que se apuntan y desapuntan, cuotas a pagar, reunión con los padres y un largo etcétera que desanimarían a cualquiera. Nuestro compañero LUIS SANTOS capitanea año tras año esta aventura dedicándole todo el tiempo que uno se puede imaginar. Los profesores acompañantes trabajarán muy duro durante 24 horas para llevar a buen puerto esta pequeña conquista de la felicidad de los alumnos. El Madrid de los Austrias, Toledo y su parque Medieval, Museo del Prado, estadio wanda metropolitano, Parque Warner, Faunia, actividades deportivas en Guadarrama y todo lo que se irá recogiendo en el cuaderno de bitácora les espera. Aprender a convivir, compartir, echar de menos lo que dejamos atrás, charlar con los colegas, hacer planes a cada momento como si no hubiera un mañana. Carpe Diem.. Aprovechar el momento, coged las rosas mientras podáis. Aquí en Ceuta os esperamos. Llegaréis al puerto y vuestras familias estarán impacientes.De alguna manera, aunque no os deis cuenta, habréis cambiado en este viaje iniciático. ¡ No digas que fue un sueño!