El Gobierno de Ceuta prevé acometer “cuando terminen las obras de la
Gran Vía, Jáudenes y la Plaza de África”, la retirada de las
losetas verdes resbaladizas del Paseo del Revellín y otras calles de la zona centro. Fuentes del Ejecutivo local han explicado que la Administración no quiere hacer coincidir ambas operaciones para no tener levantado y en obras todo el centro de la ciudad simultáneamente. La Consejería de Fomento encargó en abril a
Tragsa elaborar el plan para la retirada de las losetas verdes de mármol que han causado múltiples sustos, caídas y sentencias de responsabilidad civil contra la Ciudad Autónoma por lesiones. La adjudicataria (Tragsatec) debía percibir 72.817,11 euros, importe resultante de la aplicación “del sistema de tarifas oficiales del Grupo”. “El técnico competente” dio su visto bueno al presupuesto presentado porque se ajusta a dichos precios y a “las necesidades previstas por la Ciudad Autónoma”. También existían bendiciones tanto de los jurídicos como de Intervención. La ejecución del trabajo de redacción del proyecto y tendría que estar más que terminada porque su plazo límite era de cinco meses, por lo que la sustitución efectiva de la solería resbaladiza tendría que hacer comenzado el verano pasado. El dinero para pagar la redacción del proyecto saldría de la partida presupuestaria que, con un importe de 600.000 euros, incluyó este año el Gobierno de Vivas en las cuentas públicas autonómicas, rebajada a solo 200.000 para el próximo año. El proyecto de la gran obra del centro, a pesar de todos los quebraderos de cabeza (y de cartera) registrados en el Revellín, también contempla la instalación de más de 3.000 metros cuadrados de mármol gris ('Sierra Elvira') en la Plaza de África, O'Donnell y Edrissis con la “cara superior labrada abujardada fina” en las aceras y de distintos tamaños. La Administración lleva años buscando solución para el suelo resbaladizo, que esta misma semana se ha cobrado otra víctima con fractura de mandíbula. Hace ahora algo más de un año, García puso pie en pared en el Pleno: “No quiero más medias respuestas y ya me he reunido con los técnicos para que el Paseo del Revellín y alrededores siga siendo bonito pero, sobre todo, antideslizante”. En los almacenes de Obimace dormía, supuestamente, desde hace tiempo, el granito adquirido para ejecutar la sustitución, un trabajo complejo y molesto.
Nueva víctima de las losetas resbaladizas del Revellín: una joven se rompe la mandíbula y varios dientes en una caída