Los vecinos más afectados por el incendio tardarán meses en recuperar la normalidad

Mónica, Almudena, Carlos y Antonio son vecinos. Todos viven en el bloque 3, el más afectado por el incendio que ha arrasado por completo el garaje de la segunda fase de Parques de Ceuta. Ha sido una pesadilla de la que tardarán en despertar. También en normalizar su vida cotidiana.

A las 102 familias que residen en los tres edificios que componen la segunda fase, y cuyo garaje comparten, les espera un periplo de meses negociando con las compañías de seguros para arreglar sus coches, las zonas comunes y en algunos casos sus viviendas. “Pero eso es lo de menos, porque lo podemos contar”, explica Antonio. Desde su ventana, en el segundo piso fue el primero en dar la voz de alarma, al advertir algo parecido a una deflagración, seguida de un fuerte olor y comprobar el humo negro y espeso que salía de la puerta de acceso y de los respiraderos de los aparcamientos. “Me vestí como pude, bajé y abrí las puertas del garaje porque todavía había electricidad. Aquello era el infierno”, describe.
Eran las dos de la madrugada del lunes cuando comenzaron a llegar los servicios de emergencia, a quienes los vecinos están sinceramente agradecidos. “Fueron muy rápidos todos, bomberos, policías, los sanitarios, Cruz Roja”, explica por su parte su hermana Gema, que vive en la primera fase de Parques de Ceuta y ya vivió en primera persona una situación idéntica. “En diciembre nos  tocó a nosotros”, recuerda. En la madrugada del 3 de diciembre de 2011, cinco coches ardieron en un incendio también provocado en el interior de su garaje, que es exactamente igual al de la segunda fase “aunque aquello no tiene comparación con esto”, resalta. De hecho, estos vecinos siguen todavía esperando que se resuelvan sus contenciosos con los seguros.
De momento, el balance seguía siendo provisional: Ocho coches destruidos por completo y dos motos, aunque habrá muchos otros dañados. “No sabemos cómo están por dentro” se quejaba otro vecinos mientras esperaba a los peritos. El comentario generalizado ayer entre el vecindario era que el fuego no había ido a más porque una de las plazas próximas al foco de ignición no estaba aquella noche,y ese vacío había actuado como ‘cortafuegos’, “sino hubiera ardido toda la planta, de una punta a la otra”, explica un agente de seguridad.
En el día después, los bloques 1 y 2 diponían de luz y agua, aunque se les ha pedido que hagan uso imprescindible de este último servicio, mientras que el bloque 3 no dispuso de electricidad  hasta las 15.00 horas, pero a esta hora siguen sin agua ni teléfono. Ninguno de los vecinos de las 34 viviendas de este bloque pudo pasar allí la noche siguiente. “Bajé como pude con los tres niños a la calle”, afirma Mónica Muñoz, que fue una de las últimas en salir a la calle, con sus tres hijos. “Vinieron los bomberos a por nosotros, estábamos muy dormidos, no sabemos si a causa del humo, pero me costó mucho trabajo espabilar a los críos, estábamos como aturdidos”. Vestida con ropa “que me ha prestado mi madre” regresaba a media mañana a su casa, en el segundo piso, a recoger lo imprescindible.
No piensa volver hasta que limpien el hollín y se disipe el olor. “Aqui no traigo los niños de momento”. Su coche también estaba en la segunda planta del garaje. La mayoría ha dormido en casas de parientes, salvo Carmen y su familia, que fueron alojadas en el hotel Tryp. Su vivienda ha sido con mucho la más afectada. Esta situada en el piso bajo, justo encima del foco del incendio. Las baldosas rajadas y las grietas de la pared  son la consecuencia del calor que emanaba del suelo y de los cerca de 1.000 grados de temperatura en el aparcamiento.

Sacando los coches por la tarde

Se trata de un garaje para unos 130 vehículos con dos plantas, una subterránea, que es donde menos daños se han producido, y la superior, a la altura de la calle, que está completamente destruida, si bien la Ciudad Autónoma se está encargando de coordinar la intervención de urgencia. Desde primera hora, operarios de Acemsa, Obimace, fontaneros, Empresa de Alumbrado o los Bomberos se afanaban en recuperar los suministros básicos para los edificios, así como de la limpieza, ya que la prioridad era ayer que los vecinos pudieran sacar sus coches, primero los de la planta inferior, donde se tiene que apuntalar el forjado, para posteriormente hacer lo mismo en la planta superior.   Un camión grúa se encargaba por la tarde de sacar los vehículos destruidos, mientras que los propietarios de los menos afectados pudieron sacarlos por sus propios medios y comprobar los daños.
Según el informe preliminar elaborado por los arquitectos y aparejadores de Urbanismo, la estructura ha aguantado bastante bien, teniendo en cuenta la magnitud del suceso, si bien los forjados deberán ser reforzados, aunque la obra no entraña riesgo alguno para las viviendas y podrá realizarse con los inquilinos dentro según matizó por su parte el consejero de Fomento, Guillermo Martínez.

“Aquí vivimos muchas familias con niños pequeños”
Estuvieron siete horas en la calle

Almudena y su familia viven en el 6ºA. Solo les dio tiempo a ponerse el chaquetón y bajar por las escaleras. Ayer por la mañana aguardaba pacientemente a las puertas del garaje esperando que Bomberos autorizara a entrar. Su coche está aparcado en la planta subterránea, “por eso creo que no está muy afectado, pero no sabemos cómo nos lo vamos a encontrar por dentro”.
Ese es el temor de la mayoría de los vecinos, especialmente de quienes guardaban sus vehículos. Los que ya conocen que sus coches han resultado siniestro total esperaban también a que se les autorizara a que los peritos de los seguros pudieran acceder al garaje para realizar el correspondiente informe.
Esta familia, como las demás, permanecieron siete horas en la calle, desde que se declaró el fuego, en torno a las 2.15 hasta pasadas las 9.00 de la mañana. A esa hora los técnicos les permitieron entrar en sus pisos acompañados de bomberos “pero solo para ventirlarlos, abrir las ventanas, porque el aire era irrespirable , y coger lo imprescindible”.
Casi con lágrimas recuerda que temía por sus hijos, dos niños de corta edad. “Al principio  metimos a todos los niños pequeños en el coche de un vecino que lo tenía aparcado aquella noche fuera para resguardarlos del frío, pero conforme fuimos viendo la magnitud del incendio nos dio miedo y comenzamos a llamar a familiares para que se los llevaran”.
“Aquí vivimos muchas familias con niños pequeños”, subraya Almudena. Su vecina de rellano tiene mellizos de pocos meses y en el resto de pisos hay parejas jóvenes con niños pequeños. “Podía haber sido una tragedia. Esto ha sido mucho peor que lo de la primera fase”.

El miedo ya se ha instalado en los barrios

El servicio de emergencias del 112, de la Ciudad Autónoma, está recibiendo en las últimas 48 horas un inusual número de llamadas de ciudadanos que desconfían de todo cuanto se mueve a su alrededor. Y es que el miedo a estos incendios provocados en el interior de garajes comunitarios está sacando de quicio a la población y se ha generado una gran alarma social. “Están llamando por todo, porque se ven individuos que consideran sospechosos al lado de sus viviendas... por cualquier cosa. La gente está bastante alarmada”, explican fuentes próximas a este servicio, que coordina las llamadas de Bomberos, Policía Nacional y Policía Local.
Ante ello, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda seguir una serie de precauciones, “que son de sentido común”, explica su responsable, Ángel Gómez. Entre ellas vigilar la entrada y salida de estos garajes, que tienen mucho tránsito diario y que, dada la configuración urbana de Ceuta, están generalizados por toda la ciudad.
“Hay que tener mucho cuidado a la hora de salir y entrar en los parkings y cerciorarse de que la puerta se ha cerrado detrás de uno, esa es la mejor manera de evitar que entren intrusos y que campen a sus anchas dentro de un garaje”, explica Gómez.
Sin embargo, esta costumbre, que no está tan extendida como debiera, si la cumplen a rajatabla en Parques de Ceuta. “Aquí procuramos siempre estar atentos a la puerta del garaje y no echar a andar con el coche sin cerciorarnos de que está cerrada”, matiza Antonio, vecino del bloque tres. “Ha pasado en otra fase pero nunca pensábamos que pudiéramos ser los siguientes”.
Los vecinos recuerdan que, desde ese mEl servicio de emergencias del 112, de la Ciudad Autónoma, está recibiendo en las últimas 48 horas un inusual número de llamadas de ciudadanos que desconfían de todo cuanto se mueve a su alrededor. Y es que el miedo a estos incendios provocados en el interior de garajes comunitarios está sacando de quicio a la población y se ha generado una gran alarma social. “Están llamando por todo, porque se ven individuos que consideran sospechosos al lado de sus viviendas... por cualquier cosa. La gente está bastante alarmada”, explican fuentes próximas a este servicio, que coordina las llamadas de Bomberos, Policía Nacional y Policía Local.
Ante ello, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias recomienda seguir una serie de precauciones, “que son de sentido común”, explica su responsable, Ángel Gómez. Entre ellas vigilar la entrada y salida de estos garajes, que tienen mucho tránsito diario y que, dada la configuración urbana de Ceuta, están generalizados por toda la ciudad.
“Hay que tener mucho cuidado a la hora de salir y entrar en los parkings y cerciorarse de que la puerta se ha cerrado detrás de uno, esa es la mejor manera de evitar que entren intrusos y que campen a sus anchas dentro de un garaje”, explica Gómez.
Sin embargo, esta costumbre, que no está tan extendida como debiera, si la cumplen a rajatabla en Parques de Ceuta. “Aquí procuramos siempre estar atentos a la puerta del garaje y no echar a andar con el coche sin cerciorarnos de que está cerrada”, matiza Antonio, vecino del bloque tres. “Ha pasado en otra fase pero nunca pensábamos que pudiéramos ser los siguientes”.
Los vecinos recuerdan que, desde ese momento extremaron sus precauciones, “porque las puertas del garaje son en realidad las puertas de nuestra casa”, explican en corrilloomento extremaron sus precauciones, “porque las puertas del garaje son en realidad las puertas de nuestra casa”, explican en corrillo