Los tontos

Esta madrugada se localizó un nuevo inmigrante que tras intentar burlar los controles del perímetro del recinto portuario, intentó buscar los resquicios del barco de Balearia que duerme en la actualidad en el puerto caballa, el Pasión Per Formentera, y que sale con dirección a la península y más concretamente al puerto de Algeciras. Son el salvoconducto a una vida mejor. A una oportunidad de estar integrado en una sociedad mucho más equitativa a una tranquilidad aparente. Donde las subvenciones y ayudas vienen del cielo y los trabajos se harán cuando uno quiera y muchas veces se cobrarán en negro para evitar que se le pueda quitar las ayudas. Son dineros que han generado los hombres de buena voluntad de un pueblo complejo, pero con ganas de colaborar en tirar del carro. Con la pandemia la verdad que estamos en un tris de la quiebra pero nos da igual. Seguimos acogiendo a esos sin papeles que vienen a sumarse a un problema más que grande. Y todo por ser la frontera sur de la Comunidad Económica Europa.

Mucho bombo y platillo dieron con la implantación del sistema tal, que hoy en día no vale para nada por los sabotajes de las personas que ayudan en la perdida de efectividad de estos aparatitos que no valen un duro o dos. Y que además son muy delicados. Sin los mismos somos estériles ante la avalancha constante de los inmigrantes y las lanchas que traen las drogas hacia nuestras costas. Dicen efecto llamada. Pues si la que hacen con sus buenos móviles cuando aterrizan con éxito en las costas peninsulares españolas. Falta de una coordinación y estrategia bilateral de los departamentos de exteriores de ambos paises. Hoy por hoy nulos por motivo de la pandemia. Caso muy cercano la anulación de la visita de nuestro presidente del gobierno este pasado 17 de diciembre. Para reclamar dinero no hay fechas. Para aceptar unos vehículos donados por la C.E.E. no hay tampoco cambio de fechas. Esto se está cambiando a ser una merienda de negros. O no están tomando por tontos. Yo creo que son muy espabilados. Y están buscando unos buenos aliados para conseguir todos sus objetivos. Quedarse con territorios que hoy en día son españoles. Es decir Islas Canarias, Ceuta y Melilla. Las primeras por tener unos yacimientos muy importantes. Y las demás ciudades autónomas para las reivindicaciones históricas. Un tira y afloja que siempre nos toca con bailar con la más fea. Quedarnos con un pueblo que no puede alimentar su actual rey Mohamed VI, ni darle la seguridad social, y una paga. En fin que somos tontos muy tontos. Solo queda esperar el día que se abre las fronteras y ver si algunos de los que han venido en pateras, callucos, gomas o en toys saldrán repatriados a sus países y sin PCR.