Los sucesos de 2012

Un extraño secuestro
El 22 de enero un hombre de 46 años, M.J.P.R, tras ser introducido por la fuerza en un coche para robarle y propinarle una brutal paliza, era arrojado por una ladera del monte de la Tortuga, donde permaneció varias horas con diversas lesiones corporales y una oreja casi seccionada al completo. Una patrulla militar oyó sus gritos de auxilio, siendo evacuado al hospital tras un arriesgado rescate por espacio de dos horas.
La versión de la víctima no encajó después con las averiguaciones policiales tras saberse que estuvo de copas hasta primeras horas de la mañana y que visitó un cajero a las 8,15, período en el que difícilmente pudo estar secuestrado en ninguna parte.

La valerosa actuación de un policía nacional
En septiembre, un ciudadano suizo de origen marroquí atacó a un policía nacional, Juan Ferrer,  cuando éste fue requerido por la propietaria del complejo ‘Miguel Luque’ al sorprenderle robando. El ladrón, que residía en las cabañas, sorprendió al agente por la espalda asestándole una puñalada en el cuello, a milímetros de la yugular, por la que precisó 70 puntos de sutura, un corte que cesó al revolverse el policía. Igualmente le acuchilló en una muñeca rompiéndole los tendones, alcanzándole a continuación en el pecho, zona en la que una de las costillas frenó providencialmente una puñalada que pudo ser mortal de necesidad.
El agresor, que fue detenido poco después en el monte por dos policías nacionales en medio de una gran oscuridad con el lógico riesgo para ambos, era experto en artes marciales.
El agente Ferrer fue condecorado el Día de la Policía con una medalla al mérito con distintivo rojo en reconocimiento a su valerosa acción.

Dos accidentes mortales
accidentes por conducción temeraria
La Policía Nacional detuvo a un joven ceutí como el supuesto autor del atropello que acabó con la vida de un marroquí de 51 años, dándose a la fuga. El fiscal pidió para Abselam M.A. 5 años de cárcel por conducir a excesiva velocidad y sin carnet, y por presunto homicidio por imprudencia.
En octubre, un automóvil atropelló a un anciano de 80 años en un paso de cebra cuando éste se dirigía a la mezquita, falleciendo un mes después.

Trágica muerte
Un guardia civil natural de Valencia y adscrito a la Compañía Rural de Ceuta,  en la que llevaba algo más de un año, falleció de un disparo en la cabeza en su casa del Morro.

Submarinista desaparecido
A primeros de octubre, un submarinista, Mohamed Alí Amejjiou, desapareció mientras practicaba la pesca junto a dos amigos en las proximidades de Punta Leona. Primero se encontró el fusil y posteriormente la varilla tras descender los buzos a 77 metros de profundidad siendo imposible localizar su cuerpo.

Dos infortunadas
muertes
Una anciana de unos ochenta años falleció al sufrir un traumatismo craneoencefálico, al caer de su silla de ruedas cuando viajaba en un vehículo adaptado. Un problema de anclaje en la misma derivó en que al precipitarse al suelo sufriera un fuerte golpe en la frente. La infortunada señora regresaba a su casa después de haber acudido al centro de día del mayor del Imserso.
A decir del Ingesa, “la mujer entró en un estado muy débil y con fuerte vómitos, entrando al poco tiempo después en estado de coma”, y según, el delegado del Gobierno, la empresa que tiene la contratación del transporte adaptado contaba con todos los permisos al día y que pudo tratarse de un trágico “error humano”.
? El puente del 1º de noviembre se vio envuelto por la tragedia sufrida por Jesús Reyes Naranjo, fallecido cuando, acompañado por otros compañeros en una excursión organizada por Kayak-Ceuta, ascendía al monte Toubkal, a unos 70 km. de Marakech. La expedición, dividida en dos grupos, había salido del campamento base con la intención de llegar a la cima y regresar al final del día a la ciudad imperial. La mala fortuna quiso que Jesús resbalase en una zona en la que había una gran placa de hielo, precipitándose en su caída sobre la ladera sin que nadie lo advirtiese, ya que, además, sucedió en una curva. Pasados unos minutos, sus compañeros advirtieron su desaparición, localizándole en un precipicio, ya sin señales de vida, al haber sufrido un fuerte golpe en la cabeza en la caída que le produjo la muerte inmediata.

Un toldo y un joven
le salvaron la vida
En agosto, un niño de 12 años se precipitó desde el ático de un edificio de la calle Camoens cayendo sobre los toldos de la terraza de la cafetería ‘La Columna’, que le amortiguaron el golpe. A pesar de ello, resultó herido de gravedad al quedar en estado de coma, siendo preciso su traslado al Hospital ‘Puerta del Mar’ de Cádiz. Jugó también a favor del chico que, tras el toldo, actuase como un segundo colchón amortiguador el cuerpo de un joven que se encontraba la terraza, quien precisó ser ingresado con fractura del tobillo y una fuerte contusión en el brazo derecho.

Fatal huida precipitada
Un hombre que huía de la Policía tras observar que ésta procedía a identificar a algunas de las personas que se encontraban en un cafetín, salió a toda carrera del establecimiento, precipitándose al vacío tras saltar una barandilla desde una altura de cuatro metros en la explanada de Sidi Embarek. Debido a las graves lesiones sufridas hubo de ser evacuado al hospital Puerta del Mar de Cádiz.

Violento atraco
Una mujer fue asaltada por dos individuos que circulaban en moto a la altura de la Almadraba, arrebatándole por la fuerza el bolso que portaba y dándose a la fuga, no sin antes emplear fuertes dosis de violencia.
La mujer, que recibió un serio golpe en la cabeza, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo, politraumatismos diversos y rotura del bazo, precisando ser evacuada a Cádiz para ser tratada en una unidad de neurocirugía.  Poco después la Policía Local, tras localizar el ciclomotor, logró detener a su conductor.

Dos accidentes marítimos

En enero, el ‘Milenium II’ de Acciona, fue embestido por el carguero maltés ‘New Glory’ a cinco millas del puerto. Viajaban a bordo 183 personas, dos de las cuales resultaron heridas, precisando ser evacuada una de ellas con fractura abierta en una pierna. Los pasajeros desembarcaron nueve horas después de producirse la colisión. El  ‘Milenium’ sufrió una brecha de unos 30 metros de largo y 15 de ancho en su parte de estribor.  Según el informe de la Comisión de Investigación, el choque se debió a que existió falta de atención y exceso de confianza en ambos buques.
Posteriormente, en septiembre, un carguero de 120 metros de eslora que transportaba 5.000 toneladas de azúcar, el ‘Tivertón’, chocó contra las escolleras del muelle de la Puntilla a consecuencia de la intensa niebla. No hubo que lamentar daños graves.

Incendios provocados

·A finales de marzo, la urbanización Parques de Ceuta sufrió un nuevo incendio provocado en sus garajes. Ocho coches, dos motos y un trastero resultaron quemados, siendo preciso desalojar a más de 300 personas. La temperatura llegó a los mil grados, convertida en una auténtica olla a presión, enfrentándose los bomberos a uno de los incendios más complicados de los últimos años.
Pocos días después la policía detenía a dos vecinos de Alfau, así como al inductor del incendio, un vecino de la propia urbanización, que con la intención de cobrar un seguro encargó por mil euros a otros dos jóvenes, la quema de su coche. Los tres detenidos ingresaron  en prisión, acusados de un delito de incendio con peligro para las personas.
Los daños se valoraron en 300.000 euros, y los 108 vecinos afectados se personaron como acusación particular en el procedimiento.
· Igualmente en la avenida de Lisboa, alrededor de 70 vecinos de unos bloques de viviendas tuvieron que ser desalojados tras la quema provocada de un coche de un agente de la UDYCO en uno de los garajes, resultando afectados otros dos vehículos más. El aviso de un vecino y la rápida actuación de los Bomberos, evitó males mayores, así como que el coche del agente estuviera cerca de la puerta.