Las dos familias sirias que han marchado a la península en las dos últimas semanas tienen algo en común. Ambas rechazaron el asilo. Quienes han solicitado esta protección, sean del origen que sean, todavía no han visto resueltos sus expedientes y continúan en el CETI. Así, a pesar de las informaciones oficiales facilitadas, éstas han resultado ser erróneas porque tal y como han confirmado a El Faro miembros de oenegés, las peticiones de asilo siguen estando bloqueadas.
Hace unas semanas CEAR realizaba una visita a los centros de acogida de Ceuta y de Melilla precisamente para, entre otros asuntos, analizar el bloqueo que sufren las familias peticionarias de asilo, algo que termina siendo un riesgo ya que los inmigrantes optan por rechazar esa protección para conseguir marchar antes a la península quedando desprotegidos.