Los sindicatos reprochan la actitud “dictatorial” del Ingesa

El año ha comenzado revolucionado en el ámbito sanitario y la última dimisión del director médico ha ayudado bien poco. En medio de la polémica, el doctor Francisco Ávila salía ayer a la palestra para aclarar que su dimisión se ha producido “por motivos estrictamente personales de los que ya he informado al director territorial y que mi deseo es que se respete su confidencialidad”. Con dicha declaración, enviada ayer por el gabinete de prensa de Ingesa, la Dirección pretende desvincularlo de esa bolsa de dimisiones que ha sacado a la palestra ya no sólo los sindicatos sino también los partidos en la oposición.
A caballo entre unos y otros están los trabajadores del área sanitaria. Los recortes, las nulas contrataciones, la sobrecarga laboral y los modos y maneras de las que hace gala el gerente, Manuel Cabeza, han terminado por dar forma a un cóctel molotov, a una tensión que podría desembocar en movilizaciones, lo que tendría como resultado una repercusión directa sobre el ciudadano.
Así las cosas, mientras hoy habrá reunión de la Junta de Personal (leer página 15), continúan las quejas contra el Ingesa, mientras la Dirección cierra filas en torno a la Gerencia y niega déficit sanitario mostrando el balance de resultados por delante.
El sindicato Comisiones Obreras se mostraba ayer crítico en un comunicado oficial, lamentando el inicio del año con “noticias desalentadoras” y advirtiendo, al igual que ya lo hicieron ayer los partidos políticos en la oposición, de que se está desmantelando los servicios públicos. “Es cada vez más evidente que tras la excusa de eficiencia y ahorro se esconden intereses económicos y empresariales que pretenden medrar, a costa de la demolición de nuestra sanidad. Esa sanidad que hemos construido entre todos a lo largo de décadas, esa sanidad que nos atiende a todos gratuitamente, esa sanidad que es reconocida mundialmente por su funcionamiento universal a un bajísimo coste”, denuncia.
Las privatizaciones en Madrid no pillan de lejos en esta polémica abierta, ya que el sindicato acusa a los actuales dirigentes de tener “un compromiso” que “parece ser mayor con los intereses privados que con los públicos” y que “acabarán volviendo a hacer realidad tiempos pasados en los que la sanidad era o privada y de pago o de beneficencia y mínimos recursos. La base ideológica que mueve a nuestros actuales gobernantes y gestores se traduce progresivamente en la modificación de toda la estructura legal cuya consecuencia va a ser un debilitamiento de todo el sistema público y, dentro de este, una indefensión cada vez mayor de sus trabajadores”, sentencia. Precariedad laboral, disminución salarial y sobrecarga laboral son factores puestos encima de la mesa ya no sólo por el sindicato CCOO sino por el resto de trabajadores.
“Acaba de dimitir su último director médico de Atención Primaria. ¿Qué está ocurriendo en nuestra sanidad para que compañeros honestos y trabajadores sean incapaces de permanecer en su equipo señor Pérez Padilla? ¿Qué razones motivan esa cascada de dimisiones? Se trata de razones de forma tales como actitudes dictatoriales o de razones de fondo que pudiesen denotar su más absoluto desprecio por nuestra sanidad local. Su cargo no solo trata de cumplir las decisiones tomadas en la capital del reino a  700 Kilómetros de distancia, se trata también de tener en cuenta las necesidades sanitarias locales y las condiciones de sus trabajadores aunque eso suponga desafiar las indicaciones de algún burócrata madrileño”, denuncia.
Entre los asuntos que han llevado a este nuevo enfrentamiento abierto con la Dirección destacan algunos. Sin previo aviso se quieren cambiar los turnos en Urgencias, saltándose a la torera modificaciones que deberían hacerse con un tiempo de antelación. En unos meses se deja unilateralmente sin vigor el acuerdo de contratación de personal temporal del Ingesa. Es decir, “se tumba un acuerdo entre administración y trabajadores que lleva vigente casi una década y que mejor o peor ha solventado las necesidades de trabajadores eventuales de nuestra ciudad. Esta norma es especialmente delicada porque afecta de forma directa y profunda a cientos de trabajadores y su modificación sin la apertura de un proceso de negociación previo y una actitud dialogante nos parece temeraria”, dice CCOO. Según las declaraciones del anterior equipo directivo de primaria en prensa, “tenemos la sospecha de que algún miembro del  equipo  directivo actual, tenga intereses directos en este tema y le advertimos que CCOO, va a estar muy vigilante ante las contrataciones y que estas se rijan  por los principios de igualdad, capacidad, mérito y publicidad”, sentencia.
Este proceder unilateral y autoritario se repite en otros puntos como el traslado del personal de la Gerencia de Atención Primaria al hospital en contra de la mayoritaria opinión de los trabajadores y los cambios en servicios tan sensibles como son las urgencias tanto de Atención primaria como Hospitalaria.
En cuanto a los servicios de cocina y lavandería, desde CCOO se indica que cualquier medida que conlleve la más mínima cercanía siquiera tangencial a la privatización de cualquier manera de estos servicios ya sea parcial o total contará con la movilización de todos los medios. A esto hay que añadir la reducción de personal “que están llevando a cabo en los servicios hospitalarios como urgencias o retén y una situación de sobrecarga insostenible en las plantas de hospitalización que son vividas por sus trabajadores como un autentico castigo”.
Los sindicatos sopesan iniciar movilizaciones si no se llega a una postura de consenso o siguen decisiones que consideran a todas luces “dictatoriales”.