El animal, de 15 metros y entre 10 y 15 toneladas de peso, apareció muerto el pasado lunes en la cala del Sarchal donde lo vigila una brigada de los Planes de Empleo.
El cachalote (Physeter macrocephalus) que apareció muerto el lunes pasado en la cala del Sarchal continúa en la pequeña playa debido a la dificultad que plantean los accesos y el peso del animal, que se tasa entre las 10 y las 15 toneladas. Los Servicios veterinarios de la Ciudad se volvieron a desplazar ayer a la playa para evaluar la posibilidad de desplazar el animal por el mar hasta el puerto: “Ayer no se pudo, a ver si baja el temporal y entonces se llevaría a uno de los muelles para que fuera alzado por una grúa”, comentó la veterinaria Begoña Rodero.
Hoy se realizará un nuevo intento si se confirma el cambio a los vientos de Poniente que prevé la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Una vez transportado a uno de los muelles el animal sería levantado en peso por una grúa. El desplazamiento por tierra ha quedado completamente descartado, la playa cuenta con una pendiente de tierra en condiciones poco adecuadas para el transporte de un cachalote “que es uno de los más grandes que hemos visto de los que han quedado varados en la ciudad”. El cetáceo quedará vigilado mientras se mantenga en la playa por una brigada de los Planes de Empleo.
Las causas de la muerte del animal todavía se desconocen. Aparentemente no presenta ningún signo externo de agresión y será necesaria abrirlo para determinar el porqué de su fallecimiento: “No tiene lesión alguna en una primera inspección, a veces aparecen con las aletas cortadas u otras signos pero este no tiene ningún signo”, evaluó Rodero. El cachalote lleva muerto entre 48 ó 72 horas, desde que lo avistaron en la playa, según los síntomas que presenta y la coloración de la piel, que prácticamente mantiene su estado normal: “También es sintomático el olor, el animal huele pero ni mucho menos tanto como en otras ocasiones que han varado otros animales”, explicó la veterinaria Rodero. A falta de un examen más exhaustivo, es posible que el cachalote muriera de forma natural: “Puede ser que haya muerto de viejo, no tiene nada especial. Cuando estos animales enferman su sistema de localización se ve afectado y pueden llegar a la costa”.
La ballena del Sarchal, una vez pueda ser desplazada al puerto por mar, será transportada al pudridero donde será enterrada y aislada. Primero se le aplica una cobertura de plástico que le aislará del recinto de hormigón que asegurará la contención de los olores.
Programa de conservación de cetáceos
El cadáver del cachalote ha aparecido en una época donde se produce una de las migraciones de los grandes cetáceos entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico. Uno de los principales problemas para el animal en el Estrecho es el número elevado de embarcaciones que enlazan con Algeciras desde Ceuta y Tánger. Desde abril de 2009 se ha iniciado un nuevo programa de conservación de grandes cetáceos en el Estrecho. Este programa, basado en voluntariado ambiental, y con la ayuda del programa Volcam, de la Caja Mediterráneo, tiene en su primera fase el objetivo de evaluar la probabilidad de que una embarcación colisione con un gran cetáceo.