El Ministerio del Interior tiene ultimados los proyectos para la construcción de los espigones tanto del Tarajal como de Benzú, según han asegurado a esta redacción fuentes de la Administración General del Estado. Lo que sucede es que todavía no se ha presentado la oportunidad para que por parte del ministro español, Jorge Fernández Díaz, le haya podido enseñar ambos proyectos a su homólogo marroquí, tal y como anunció durante su visita oficial a nuestra ciudad a primeros del pasado mes de marzo.
Esas dos inversiones que se anunciaron como método para frenar la posible entrada de inmigrantes subsaharianos en avalancha como se intentó el seis de febrero, se iba a ejecutar en un principio por la fórmula de urgencia y a finales de marzo el mismo Jorge Fernández Díaz, aprovechando un encuentro que iba a tener con su homólogo marroquí le iba a mostrar como quedaban los dos espigones. Entonces, se entendía que era lógico que Marruecos diera también su visto bueno, no en vano iba a ser una fórmula de separación entre ambos países en los primeros metros tanto de la playa del Tarajal como de Benzú y el propio Fernández Díaz hablaba de lealtad entre los dos socios. Sin embargo, al final, la muerte del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, hizo que se suspendiera el encuentro de Tánger y de momento no se ha convocado ninguna otra reunión, aunque lo más probable es que ya quedara para después del verano, porque lo cierto, de todas maneras, es que son inversiones que se necesitan como métodos para frenar las posibles avalanchas. Urgencia
De todas maneras, mientras tanto, el Gobierno español aprobó en una reunión del Consejo de Ministros que tuvo lugar hace un par de meses una inversión, también por urgencia, para la construcción de unas postes hidráulicos para el Arroyo de las Bombas, justo debajo del puente internacional, para impedir por ahí el paso de los subsaharianos si intentaban llegar en tromba hasta el espigón del Tarajal.
El mismo delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, entiende que es lógico que Marruecos tenga que opinar en relación con los dos espigones, no en vano una parte quedará en su territorio y debe conocer todos los detalles al respecto.