Los porteadores vuelven a colapsar la frontera tras el cierre del Biutz

Marruecos restringió el paso a los fardos que superaba el tamaño reglamentario y probaron suerte por el Tarajal, donde España actuó igual.

Hacía tiempo que la frontera del Tarajal no quedaba colapsada por la elevada concentración de porteadores o camalos que, sobre las 14:20, los presentes estimaron en unas 400 personas. Aquellos hombres y mujeres con dificultades para cruzar un fardo de mercancías, o cubrir su última rotación de la jornada, abandonaron los polígonos hacia el puesto fronterizo, donde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado restringieron su entrada a Marruecos si cargaban productos.
Según los empresarios, los porteadores regresaron a las naves a primera hora de la tarde a devolver los mismos bienes que habían adquirido horas antes, en algunos casos, poco después de las 7:00 horas, cuando está autorizada la entrada de estos marroquíes a la ciudad autónoma.
El puente del Biutz –único paso autorizado para el ‘comercio atípico’– funcionó ayer con cierta regularidad pero la mercancía no salió al país vecino con la fluidez que solía, según explicaron comerciantes que siguen desde sus establecimientos el tránsito de paquetes. Las mismas fuentes apuntaron a que las trabas al paso fueron impuestas por Marruecos ya que obligó a dar la vuelta a todos aquellos porteadores cuyos fardos excedían las medidas reglamentarias (40x60 centímetros).    
Las autoridades del reino alauí, como estado soberano, fueron las que impusieron las restricciones a la circulación de bultos de grandes dimensiones. Ante este veto, los camalos que regresaban a las naves decidieron mantener el tamaño de los paquetes en vez de dividirlos y, de esta manera, probar suerte por la frontera del Tarajal.
La coordinación de la Policía Nacional y la Guardia Civil permitió ordenar la aglomeración de personas que, entre las 14:30 y 15:00 horas, invadió la calzada que rodea la rotonda del Tarajal.
El cierre del puente del Biutz ayer sobre las 12:00 fue valorado de distinta forma en función del empresario consultado. Mientras que unos alabaron el levantamiento de los controles y el regreso de la libre circulación de clientes, otros aseguraron que sus intereses comerciales se vieron vulnerados porque el tiempo de funcionamiento del Biutz quedó acortado por Marruecos.
Por otra parte, según trasladaron a este periódico, hombres y mujeres continúan pernoctando en los alrededores de los polígonos y en la misma puerta de la frontera del Tarajal.

Los plantos duermen en los polígonos o entran como clientes

Los marroquíes que trabajan de forma irregular para algunos propietarios de las mercancías que cruzan al país vecino, conocidos como plantos, ejercen el control en los aledaños al puente del Biutz, como denunciaron ayer algunos empresarios. “Son unos 20 que duermen en los polígonos y se matan entre ellos”, apuntaron porteadores afectados por su dominio de la circulación de paquetes. Estos individuos, según las mismas fuentes, tienen asumida la potestad de decidir quién trabaja, con lo cual, son muchas las quejas al respecto. Otros sostienen que son algunos comerciantes quienes los hacen pasar por clientes para que puedan entrar en los polígonos.