Los porteadores taponan la frontera

Nuevos tapones en la frontera coincidiendo con el inicio de la semana en los polígonos del Tarajal. El paso entre Ceuta y Marruecos tuvo que echar ayer el cierre, sobre las 9:30 horas, ya que los porteadores presionaban en la última verja española para entrar a la ciudad autónoma, todo pese a las restricciones de las fuerzas de seguridad.

Los marroquíes, con disimulo, llegaron a invadir los carriles destinados al tráfico rodado y avanzar en dirección a Ceuta, una intrusión que detuvo la Policía Nacional.
Los agentes del Cuerpo Nacional, que limitaban el acceso a grupos reducidos con el fin de evitar el colapso en las naves, se encontraron con que los camalos seguían llegando y comenzaban a acumularse antes de las jaulas que conducen al control. La masa se mezclaba con las motos y bicicletas que, utilizadas en el traslado de productos, esperaban luz verde para atravesar hasta el Tarajal.
Agolpado en el otro extremo de la frontera española, su número crecía a medida que pasaban los minutos, podían oírse los gritos y advertencias a quienes pretendían saltarse la cola, incluso algunos trepaban por las jaulas o se camuflaban entre los conductores de las bicis con el fin de pasar desapercibidos y alcanzar al fin al Tarajal. Sin embargo, antes de que la situación se tambaleara, llegó el refuerzo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional (UPR), que se sumó a los efectivos que ya estaban sobre el terreno.  
Los porteadores habían desbordado la zona internacional tras la valla y se instalaban en los laterales de la frontera, tanto en los viales de entrada como los de salida al país vecino. Los policías nacionales avisaron a los porteadores de que ocupaban un espacio por el que los peatones tienen prohibido transitar y rechazaron su avance, lo que originó una carrera generalizada de camalos de vuelta al lado marroquí.
Minutos más tarde, cuando la afluencia de personas consiguió ser redirigida a las jaulas para peatones mientras que los polígonos evacuaban personas con fardos a través del Biutz, se levantó el bloqueo en la frontera y los vehículos reanudaron la circulación. Durante el tiempo que duró el corte del tráfico, los medios de transporte sin excepción aguardaron su restablecimiento. Los picos de presión registraron una especial incidencia por la mañana y, de forma menos acentuada, durante la tarde.
El transporte de productos de los polígonos a bordo de vehículos empezó después del inicio de la misma operación pero desarrollada a pie. No fue hasta pasadas las 8:30 cuando automóviles, motos y bicis tuvieron vía libre para cruzar el paso fronterizo. Alrededor de una hora más tarde se produjo la interrupción del tránsito que coincidió con el intento de incursión de porteadores en territorio nacional, sin usar el punto habilitado para peatones.
De ese caos, resultaba llamativo comprobar que surgían padres con sus hijos cogidos de la mano o en brazos que entraban en la ciudad autónoma. Al portar mochilas y otro material escolar, presumiblemente, se trataba de alumnos de centros de enseñanza ceutíes. La Guardia Civil estuvo controlando en la parte baja que no se formaran avalanchas en la frontera y en el acceso al tubo para llegar al polígono. Asimismo, retrasó la incorporación a sus puestos de trabajo de los denominados trabajadores transfronterizos dedicados a las tareas domésticas.  

“La Virgen se nos aparece en  los polígonos cada 20 minutos”

Mujeres atadas a enormes paquetes que reciben la salvación con un cuchillo que corta las cuerdas que la asfixian; hombres sobre los que pasan decenas de compañeros al galope sin infligirle ni un rasguño. Un milagro con el que conviven a diario los colectivos que trabajan en las naves.
No obstante, para Arturo Santorum, coordinador de servicios en los polígonos del Tarajal, resulta asombroso que el trasiego de mercancías no genere más problemas en un contexto repleto de avalanchas y fardos a la espalda que rozan el peso que puede soportar una persona. “La Virgen se nos aparece en los polígonos cada 20 minutos”, comentaba ayer Santorum mientras  ordenaba la fila de hombres y mujeres en el puente del Biutz.
“Se informa a los empresarios y comerciantes de que las medidas de los bultos de confección no pueden exceder de 40x60 centímetros”, reza en la circular distribuida por el coordinador, una medida que en el caso de las mantas se traduce en paquetes de solo 12 unidades. Precisamente, esta instrucción acordada a principios de año entre Delegación del Gobierno y la Comunidad de Propietarios de los Polígonos, también está encaminada a salvaguardar a los porteadores de los riesgos que les acechan con esa carga a cuestas y mitigar la vulneración de sus derechos al ganarse la vida de una forma infrahumana.
Algunos empresarios, sobre todo establecidos en la Fase II, protestaron la semana pasada porque consideran que el límite de mantas fijado por las administraciones resulta “poco rentable”. Los auxiliares de seguridad y los policías de la UIP, coordinados por Santorum, tuvieron que sacar ayer de las filas a bastantes camalos que incumplían esta directriz ya no solo por su seguridad, sino también para evitar que acaben atascando los tornos y paralicen la actividad en el Biutz.       
Apariciones marianas aparte, el tránsito de bultos entre Ceuta y Marruecos fue fluido ayer y sin que tuvieran lugar incidentes significativos.

Los comerciantes de la Fase II eligen a su nuevo presidente

Los empresarios que forman parte de la Fase II de los polígonos del Tarajal votaron ayer para la elección de su nuevo presidente. Al cierre de esta edición, aún no había trascendido el nombre del comerciante que se encargará de representar los intereses de los negocios afincados en esta área del recinto industrial.
Por su parte, Mohamed Ahmed, presidente de La Chimenea, se quejó ayer de que, tras el cierre del Biutz a las 13:00 horas, personas que carecen de almacén en los polígonos ocupan viales y aceras para preparar los bultos que al día siguiente cruzarán a Marruecos. “Esta práctica entorpece el tráfico y molesta a los clientes que nos visitan a partir de esa hora”, señaló este portavoz de los comerciantes, quien también apuntó a la Fase II como área perjudicada.
Comerciantes de los cuatro polígonos aseguraron ayer que los plantos continúan actuando en las naves “de una u otra forma”. Sin relación con los policías nacionales desde que fueron sustituidos por los auxiliares de seguridad de Seguriber, estos marroquíes encargados de asegurar que la mercancía adquirida por testaferros en Ceuta llegue a sus verdaderos propietarios al otro lado de la valla continúan en las calles de las naves, según los empresarios.
Tal y como denunciaron la semana pasada, los también conocidos como chipi-changas dan preferencia a sus bultos frente a la de los comerciantes y provocaron algunas de las avalanchas de porteadores que estallaron, sobre todo, en la conflictiva cola masculina entre Alborán y La Chimenea.