Los porteadores hicieron ayer un amago de manifestación en el polígono del Tarajal después de que Marruecos cerrara el paso del Biutz. El motivo, al parecer, fue el excesivo volumen de los bultos; algo que está resultando difícil de controlar toda vez que el número de vigilantes de seguridad es mucho menor y aunque se intente hacer un filtro en las colas éste no termina de dar resultado.
Los problemas se producen en todo el camino, ya que aunque las mujeres llegan al puente cargadas con un bulto pequeño, de inmediato otros individuos se los cambian poniéndoles bultos mayores e instándoles a que marchen rápido hacia el Biutz con el fin de que no puedan ser interceptadas. Esa acción multiplicándola de forma constante termina convirtiendo el lugar en un auténtico caos.
Ayer a todo esto le acompañó la decisión de Marruecos de cerrar el paso, quedándose porteadores bloqueados al otro lado de la frontera y en el mismo polígono con los bultos de mercancías ya preparados y cargados. La situación derivó en la organización de un amago de manifestación, ya que los camalos empezaron a lanzar gritos contra el vecino país y hasta exhibieron pancartas con términos como el de corrupción o sobornos, en español y árabe. La protesta fue seguida de cerca por los agentes de la UIP que no tuvieron que intervenir ya que fue pacífica en todo momento.
Sí que, ajeno a este hecho concreto, un joven resultó herido tras el lanzamiento de una piedra y, al parecer, un aduanero marroquí también resultó afectado, hecho éste que no pudieron confirmar fuentes oficiales españolas.
El cierre ayer del Biutz se produjo en una semana en la que el paso de mercancías se está viendo afectado notablemente. Bien por los propios problemas derivados del menor número de vigilantes; bien por la presión migratoria que tuvo su momento crucial el pasado martes con el intento de entrada de casi 400 subsaharianos.
Por una u otra razón los porteadores están nerviosos ya que están viendo que no pueden sacar la mercancía suficiente y esto, de momento, ha terminado con la organización de una protesta en tono pacífico aunque la Policía está en alerta ante la posibilidad de que la situación termine agravándose de alguna manera.
Los empresarios, críticos con la Guardia Civil Empresarios del polígono mostraron ayer sus quejas por el endurecimiento de los controles que está llevando a cabo la Guardia Civil en la frontera. Se ha vuelto a la rutina de hace unos meses, impidiéndose la salida de mercancía por el Tarajal y registrando naves. Los empresarios entienden que esta situación no hace más que perjudicarles y la califican de muy grave porque no pueden trabajar. Guardia Civil cumple órdenes de Delegación y encuadra su control en la seguridad.