Los peritos de la aseguradora vendrán a Ceuta el lunes para evaluar los daños

Los dueños de la perforadora vinieron ayer a Ceuta para comprobar la situación y hacerse cargo de lo ocurrido.

El día después del accidente que el jueves tuvo lugar en la calle Real y que terminó con la pluma de una perforadora incrustada en la fachada de un edificio de viviendas se caracterizó por la tranquilidad. Una vez retirada la máquina accidentada, que durante las horas posteriores al incidente interrumpió el paso de personas y coches por la céntrica calle, el tránsito normal se restauró y operarios de una empresa privada se dedicaron a colocar un andamiaje con una malla verde para proteger el edificio y la calle a la vez. Obviando este hecho nadie hubiera dicho que un día antes había ocurrido allí un grave accidente que pudo haber tenido gravísimas consecuencias, aunque afortunadamente no resultó así.
En el apartado de responsabilidades, la empresa encargada de la obra  ha contactado ya con el propietario de la barrenadora que estaba trabajando en el proceso de cimentación y, según explicaron fuentes cercanas, parece ser que el siniestro vino motivado por la propia máquina en sí. La perforadora sería, por tanto, la causante del incidente. Ellos han asegurado que “ni la promotora ni la constructora tienen responsabilidad alguna sobre lo sucedido”. Por su parte, el propietario de la máquina en cuestión ha asumido la responsabilidad y ha dado parte a su compañía aseguradora para que se haga cargo de los gastos que se deriven de los daños ocasionados. Según pudo saber este medio, el perito de la compañía aseguradora de la barrenadora vendrá el próximo lunes evaluar los daños y solucionar inmediatamente el tema. En cuanto a la propia perforadora, ésta se encontraba situada en los terrenos en los que se está construyendo un bloque de viviendas. La perforadora estará parada hasta que el próximo lunes acudan los peritos de la aseguradora, que se encargarán valorar el estado de la misma y tratarán de encontrar los motivos técnicos por los que se produjo el accidente.
Como ayer adelantó ‘El Faro’, dos grúas de gran tonelaje de la empresa ‘Hacho’ fueron las encargadas de realizar la complicada operación de retirada de la pluma de la perforadora, que se encontraba incrustada en el edificio. Los trabajos se extendieron durante varias horas y concluyeron sobre las 3.00 horas. Todo se llevó a cabo con mucha cautela, ya que se preveía que al retirar la barrenadora se desprendieran nuevos cascotes. Finalmente ocurrió así. Tras esto, la máquina fue plegada y colocada en un sitio seguro dentro del terreno, para que no se produjeran más incidentes. Además, unos operarios se encargaron de terminar de sanear la fachada afectada por el violento golpe de la perforadora.
Desde el entorno de la empresa responsable de la obra en la que trabajaba la máquina se han calificado como “bulos” aquellos rumores que aseguraban que el edificio iba a tener que ser demolido. “No se puede saber nada porque el perito de la asegura no ha venido y él será el que tenga que tomar las decisiones”, explicaron. Por otro lado, el ayuntamiento deberá evaluar cuáles son las condiciones técnicas en las que se encuentra actualmente el edificio y tomará sus propias decisiones al respecto.
En lo referente al coche que resultó siniestrado, un Citröen Xsara Picasso de color gris, la empresa responsable de la obra explicó que habían facilitado al propietario del vehículo un vehículo de sustitución hasta que la compañía aseguradora que se va a hacer cargo del tema solucione las cuestiones económicas necesarias.
Por su parte, los propietarios de la máquina que sufrió el accidente se encontraban ayer en Extremadura y les fue imposible desplazarse hasta la ciudad en el acto, porque era muy tarde y estaban muy lejos. Eso no ha impedido que a lo largo de la mañana de ayer llegaran a Ceuta para ver qué había ocurrido y hacerse cargo de la situación. Durante su estancia en la ciudad se reunieron con responsables de la obra para ponerse al tanto de la situación y hacerse cargo de todo.
Hasta el momento, de la cuestión de los realojos de las personas que vivían en el edificio se ha hecho cargo la empresa responsable de la obra, cuyos representantes actuaron de forma rápida y dieron orden inmediata, tras el accidente, de que se realojara a los afectados por el accidente de la barrenadora. Más adelante se decidirá quién debe hacerse cargo de este gasto, pero la respuesta que recibieron los afectados fue prácticamente inmediata. La primera noche casi todos la pasaron alojados en establecimientos hosteleros de ciudad a la espera de conocer si podrán volver a sus casas y, si pudieran, cuándo tendrán ocasión de hacerlo.

La reacción de la gente

La principal reacción de las personas que pasaban durante la mañana de ayer por la zona era de asombro. A primera hora de la mañana un buen número de padres con sus hijos se dirigían al colegio Lope de Vega, situado a escasos metros del lugar del accidente. La gran mayoría no podía evitar pararse delante del edificio y quedarse unos segundos observando las consecuencias del caída de la perforadora sobre el inmueble.  “Papá, ¿qué ha pasado allí?”, preguntaban los pequeños mientras sus progenitores observaban atónitos. El escenario del accidente fue visitado ayer por un buen número de ciudadanos que quisieron conocer de primera mano cuáles habían sido las consecuencias del siniestro. Por los alrededores del número 47 de la calle Real se escuchaba a la gente hablar de la suerte que habían tenido los inquilinos y las personas que en ese momento estaban en la calle, ya que no se había producido ningún herido, conscientes de que la tragedia podía haber sido “terrible”. Sin duda, el tema del que más se habló ayer en los diferentes rincones de Ceuta fue el accidente que el jueves sucedió en pleno Centro.

Los inquilinos fueron realojados

Las personas que vivían en el edificio pasaron la noche realojados en diferentes lugares de la ciudad. Ya en el día de ayer pudieron sacar algunas de sus pertenencias más básicas y necesarias. Ahora, el edificio permanece cerrado a la espera que se realicen los diversos estudios sobre la situación técnica del mismo y se adopte la decisión que sea más oportuna. Esto ha supuesto para ellos que un comienzo desde cero en el día de hoy con la duda de si podrán volver pronto a sus casas. En cuanto a la cafetería ‘Real 55’, sus propietarios son de momento unos de los más afectados, ya que en el día de ayer no pudieron abrir y encima su vivienda se encuentra en el mismo edificio. Este establecimiento es uno de los más antiguos de la ciudad y conserva gran parte de su encanto original. Ahora, tras muchos años de duro trabajo, la incertidumbre sobre el futuro del inmueble se cierne sobre sus dueños, que no saben qué pasará.