La ciudad se ha visto invadida, en el buen sentido de la palabra, por cientos de marinos rusos que, al igual que una marea azul, han vuelto a traer vida a nuestra ciudad en lo que a ventas comerciales se refiere. Este tipo de ‘turismo’, si así puede denominarse a un buque que hace escala en nuestra ciudad durante unos días para llevar a cabo operaciones de avituallamiento, es el que necesita Ceuta, el de los visitantes que recorran los comercios ceutíes y devuelvan el esplendor a aquella época de paragüayos en la que entonces numerosos turistas, en su gran mayoría procedentes de Portugal, llegaban a Ceuta y dejaban constancia de su paso una vez los comercios hacían caja, y bastante abultadas por cierto. Esa época dorada del comercio local, en la que los bazares se llenaban de visitantes ávidos por adquirir a precios más económicos artículos electrónicos y, por supuesto, paraguas, no ha vuelto a resurgir. Únicamente, la llegada de los militares rusos, y sus incursiones en los comercios, ha hecho revivir el antiguo esplendor. Los ‘paraguayos’ rusos dejan, sin lugar a dudas, un buen sabor de boca.