Los límites del emprendimiento

Se ha celebrado el Taller de Motivación al Emprendimiento en la Facultad de Educación y Humanidades de Ceuta. Ha sido la primera actividad de las II Jornadas de Ingeniería Informática, Empresa y Sociedad, que se llevarán a cabo en esta ciudad en el mes de mayo, impulsadas por el Departamento de Organización de Empresas, la Cátedra de Jóvenes Emprendedores y la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación (OTRI) de la Universidad de Granada. El taller, que ha corrido a cargo de la spin-off CoachinGlobal, ha sido impartido por el joven psicólogo y profesor de nuestra universidad, Miguel Castillo, de forma muy satisfactoria para participantes y organizadores. El número y variedad de los inscritos, también ha cubierto todas nuestras expectativas,  pues ha habido estudiantes de todas las ramas del conocimiento y niveles educativos del Campus de Ceuta. Esto nos lleva al convencimiento de que las Jornadas van a servir para cumplir su principal objetivo, a saber, fomentar el espíritu emprendedor entre nuestros jóvenes estudiantes. Pero, ¿es esto suficiente para alcanzar los objetivos de creación de empleo de la sociedad y de la propia universidad?. La respuesta ha de ser necesariamente negativa.
Hace algún tiempo que se publicaba un interesante trabajo titulado “La Universidad busca dinero”, del que dábamos cuenta en esas páginas, en el que se destacaba el intento de los campus europeos de sacarle rentabilidad económica a la investigación, a través de las Spin-Off (empresas creadas por la universidad), o mediante contratos con compañías, ofreciendo distintos servicios (formación continua, asesoramiento…), a pesar de las voces que denuncian el peligro de mercantilización de la Universidad. Evidentemente, tratar de encauzar el potencial de creatividad de los investigadores y estudiantes de las universidades a través de Spin-Off, no tiene por qué ser negativo. Sobre todo si sirve para dar salida profesional a muchos de los nuevos titulados. Y también si contribuye al desarrollo de la actividad innovadora. Por estas y otras razones, como decíamos en artículos anteriores, el modelo a través de empresas tipo spin-off está dando un resultado positivo y es  uno de los elementos más característicos de la universidad emprendedora. En este sentido, la actividad de la Universidad de Granada es notable. Lo que se pretende es que las Jornadas sirvan para ver que las Spin-Off pueden ser una alternativa de emprendimiento para los jóvenes talentos, que también los hay en Ceuta. Como nos decía el profesor Aragón en su presentación, el modelo Spin-Off puede ser una alternativa muy interesante y viable para lugares como Ceuta, pues no necesitan uso intensivo de terrenos o inversiones, sino conocimiento e ideas.
Sin embargo, es necesario llamar la atención sobre los mensajes que provienen desde distintas instancias de la sociedad, respecto a la propiedad cuasi “milagrosa” que se atribuye al emprendimiento y al autoempleo, como fórmula mágica que acabaría con nuestros problemas laborales. Sobre esto ya nos han advertido los responsables sindicales. También prestigiosos especialistas del mercado laboral. Uno de ellos ha sido el profesor Cruz Villalón, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Sevilla, que en un reciente artículo advierte de que para progresar en la organización del trabajo son necesarias plantillas de tamaño medio-grande, no microempresas o autoempleo, como se está haciendo creer a muchos jóvenes. Es decir, sólo con inversión en innovación y desarrollo se puede ser locomotora del crecimiento económico y volver a la senda de la creación de empleo. En este sentido, los programas de ayuda y fomento del autoempleo sólo serían medidas que ayudarían, pero no la solución al grave problema del desempleo en nuestro país. En términos similares se expresan otros especialistas, que en estudios publicados en prestigiosas revistas llegan a estimar los límites del emprendimiento en términos de porcentaje de la población. Evidentemente, el número de personas que quieren, tienen capacidad y pueden crear empresas,  nunca va más allá de un pequeño porcentaje de la población activa. Con esto es necesario contar. Y explicárselo a los estudiantes, para que nadie se cree falsas expectativas.
Pero hechas estas advertencias, yo soy de la opinión de que se debe seguir fomentando la idea del emprendimiento entre los jóvenes estudiantes, como una de las distintas alternativas que se tienen para conseguir que los títulos universitarios sirvan para algo más que para adornar las paredes de nuestras casas. Por ello, el grupo de profesores que formamos el Comité organizador de las II Jornadas de Ingeniería Informática, Empresa y Sociedad de Ceuta, seguimos trabajando con ilusión para que las mismas sean un éxito de participación y de creación de ideas innovadoras.