Los internamientos en ‘Punta Blanca’, en la media de los últimos diez años

• Durante 2016 se ejecutaron 74 medidas sobre 60 menores en régimen cerrado, semiabierto o abierto, tres menos que el ejercicio anterior

• Los robos suponen el 52% de los delitos o faltas cometidos

La realidad estadística desmiente la supuesta sensación generalizada de mayor inseguridad ciudadana hipotéticamente generada por menores que, beneficiándose una presunta benevolencia legislativa, cometen delitos sin consecuencias. Durante el año pasado se materializó un total de 74 medidas de internamiento en distintos regímenes en el Centro de Punta Blanca, tres menos que en 2015, cinco más que el ejercicio anterior y diez por debajo del nivel de 2013, cuando se alcanzó el máximo de la última década (84), según los datos oficiales a los que ha tenido acceso ‘El Faro’.

En 2012 se contabilizaron 80 medidas de internamiento de menores en el Centro de Reforma y los dos años anteriores también superaron las cifras del año pasado, con 75 en cada uno, respectivamente. Ese total se repartió, en 2016, en 27 medidas en régimen cerrado, 46 en semiabierto, una en abierto y ninguna de fin de semana.

Traducido, las medidas de internamiento responden a “una mayor peligrosidad, manifestada en la naturaleza peculiarmente grave de los hechos cometidos, caracterizados en los casos más destacados por la violencia, la intimidación o el peligro para las personas”.

El objetivo prioritario de la medida es “disponer de un ambiente que provea de las condiciones educativas adecuadas para que el menor pueda reorientar disposiciones o deficiencias que han caracterizado su comportamiento antisocial, cuando para ello sea necesario, al menos de manera temporal, asegurar la estancia del infractor en un régimen físicamente restrictivo de su libertad”.

La mayor o menor intensidad de tal restricción da lugar a los diversos tipos o regímenes de internamiento. A tal efecto, la Ley Orgánica 5/2000 distingue los regímenes cerrado, semiabierto, abierto o fin de semana, con ningún caso en Ceuta el año pasado.

El número de internamientos en régimen cerrado el año pasado fue casi igual que en 2016 (26), inferior al del ejercicio anterior (31) y sensiblemente superior al de 2014 (14), aunque en 2010 también se superó esa cifra (29).

Algo parecido sucede con los internamientos en régimen semiabierto, que tanto en 2015 como en 2013 y los tres años anteriores sobrepasó los niveles del ejercicio pasado, según las estadísticas oficiales.

Durante 2016 fueron doce los menores que estuvieron internados para el cumplimiento de dos o más medidas que se distribuyeron conforme al siguiente patrón: dos jóvenes tuvieron tres medidas a lo largo del mismo año, una decena dos cada uno durante el mismo ejercicio natural y 48 arrastraron una medida de internamiento de  2015.

En total, fueron 60 los jóvenes que cumplieron el total referido de 74 medidas de internamiento del año pasado en ‘Punta Blanca’.

Delitos

Los delitos o faltas cometidos por menores y jóvenes en Ceuta durante el año pasado que terminaron con medidas de internamiento se concentraron en el apartado de robos en distintas modalidades, el 52,7%.

A continuación figura, con quince delitos o faltas en términos absolutos y un 20,2%, el quebrantamiento de la libertad vigilada.

Solamente se registraron cinco delitos o faltas de lesiones que motivaron medidas sobre menores y otras tantas por  “delitos contra la Salud Pública o tráfico de drogas”, en ambos casos un 6,7%.

Cuatro delitos o faltas estuvieron ligados el año pasado a agresiones sexuales, dos a homicidio en distintas modalidades, uno a asesinato en grado de tentativa y otro a malos  tratos, siempre según los datos a los que ha tenido acceso ‘El Faro’.

Distribuidos por nacionalidades, los internados se repartieron a partes iguales entre menores españoles y marroquíes, con 36 casos en cada apartado. La equiparación entre nacionales y extranjeros es cada vez más cercana, según la evolución estadística.

LAS CLAVES

Cerrado

27 medidas durante el año pasado

Las personas sometidas a medida de régimen cerrado residen en ‘Punta Blanca’ y desarrollan allí las actividades formativas, educativas, laborales y de ocio.  Solo se aplica cuando en la descripción y calificación jurídica de los hechos se establece que en su comisión se ha empleado violencia o intimidación en las personas o actuado con grave riesgo para la vida o la integridad física de las mismas.

Semiabierto

En contacto con personas e instituciones

Las personas sometidas a esta medida residen en el centro pero realizan fuera del mismo actividades formativas, educativas, laborales y de ocio. Implica la existencia de un proyecto educativo cuyos objetivos sustanciales se realizan en contacto con personas e instituciones de la comunidad, teniendo el menor su residencia en el centro, sujeto a su programa y régimen interno.

Abierto

Un solo caso El año pasado solo se impuso un internamiento en régimen abierto, en el que el menor a cabo todas las actividades del proyecto educativo en los servicios normalizados del entorno.

LAS CIFRAS

1.- Detenciones. Durante el año pasado se produjeron seis detenciones ordenadas por la Fiscalía de Menores, de las cuales una fue motivo con posterioridad de ingreso en ‘Punta Blanca’.

2.- Internamientos cautelares. En 2016 se registraron veintiún internamientos cautelares, 19 en régimen cerrado y cuatro en semiabierto. Ese número se sitúa muy por debajo del de 2015, cuando llegó a 43.

3.- Fin de semana. Los internamientos de fin de semana han caído de forma drástica desde los años 2013 y 2012, cuando superaron la decena. El año pasado no se registró ninguno.

4.- Nacionalidad. El número de menores internados extranjeros por la comisión de delitos o faltas aumenta, en términos relativos, con respecto a los nacionales, que hace poco copaban la estadística.

Los varones concentran la gran mayoría de internamientos

Las estadísticas oficiales siguen registrando, sin apenas variaciones durante la última década, que la inmensa mayoría de los menores que son sometidos a medidas de internamiento en Ceuta tras haber cometido delitos o faltas son varones. De los 74 del año pasado solamente cinco fueron féminas y 69 hombres. El ejercicio anterior el reparto por sexos fue de dos chicas y 75 chicos y el año anterior, 6 mujeres y 63 hombres. Solamente en los ejercicios de 2011 y 2010 las cifras de féminas sobrepasaron la decena, en ambos casos con once, mientras que las cifras de los varones no han caído de 60 nunca salvo en 2008, ejercicio en el que cayeron hasta 52, más de un 10% por encima que en 2007 (59).