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El pasado viernes la Asociación Española de Guardias Civiles celebró la Asamblea Nacional, donde los representantes de la organización se dieron cita para tratar las cuestiones más preocupantes
El pasado viernes la Asociación Española de Guardias Civiles celebró la Asamblea Nacional, donde los representantes de la organización se dieron cita para tratar las cuestiones más preocupantes para los guardias civiles y sus familias, con el objetivo principal de establecer medidas para acabar con esta discriminación injustificable por parte del Ministerio del Interior.
En la Asamblea, como era de esperar, se explicó con detalles la labor de AEGC en el Consejo, recalcando que después de tres años no se ha podido lograr todo lo que se ansiaba para mejorar las condiciones laborales de los guardias civiles, entre otras razones, porque una de las asociaciones con representación se ha empeñado en no ejercer su labor. No obstante, se han conseguido mejoras importantes en muchos ámbitos laborales, AEGC no puede evitar el criticar duramente la actual situación que se encuentran los guardias civiles respecto a otros Cuerpos Policías o funcionarios públicos. La Guardia Civil sigue siendo la Cenicienta de la administración, algo que no estamos dispuestos a consentir.
Una discriminación que empieza ya en el trabajo a turnos. Como se nos informó en la última reunión del Consejo de la Guardia Civil por el Director Adjunto Operativo, los turnos "no se implantarán en las unidades pequeñas", es decir, la Guardia Civil seguirá siendo el único Cuerpo de Seguridad y de funcionarios públicos que no tendrán turnos establecidos. Esto, a nuestro juicio, supone un trato discriminatorio a los trabajadores públicos de la Guardia Civil, a los que se está perjudicando de forma alarmante e injusta, pero no sólo a ellos sino también a sus familias.
Los vocales del Consejo informaron a los asistentes que tampoco han recibido respuesta a su petición de compensación a los agentes que no dispongan de turnos, recordando una vez más, que una vez más, que se está discriminando injustamente a los funcionarios que más horas trabajan, menos ganan y menos derechos tienen; sin duda, esta ultima premisa “MENOS DERECHOS TIENEN”, es el arma que emplea el Ministerio del Interior y la Guardia Civil para discriminar gravemente a los guardias civiles y sus familias. Por ello AEGC exige un complemento especial a los guardias civiles que no pueden disfrutar de turnos de trabajo como el resto los demás Cuerpos policiales.
Otro de los asuntos tratados ha sido el preocupante aumento, un año más, de las agresiones a guardias civiles y policías. Este mismo mes han sido agredidos varios guardias civiles en distintos puntos del país; incluso en Melilla han sido tiroteados unos policías nacionales, desvalijando el vehículo policial los delincuentes. Por ellos desde AEGC se exige al Ministerio del Interior que ponga a disposición de los agentes un servicio jurídico especializado para pedir los daños causados a los guardias civiles y exigir las mayores penas a estos delincuentes. Una labor que desde la Asociación venimos ejerciendo porque en ningún momento hemos querido dejar indefensos a los compañeros, pero consideramos que este cometido entra dentro de las competencias del Ministerio: defender de las agresiones y vejaciones a sus trabajadores
Además desde AEGC se propone, entre otras medidas a tomar, la posibilidad de solicitar el aumento de penas a estos tipos de delitos que acaban con penas muy leves que no sirven como medidas correctoras para estos actos así como la necesidad de dotar de un fondo o seguro para cubrir las indemnizaciones en los casos de agresiones a Guardias Civiles por personas declaradas insolventes y personas sin residencia en España.
Los representantes de AEGC se ha comprometido a seguir trabajando para lograr la equiparación salarial de Policías y Guardias Civiles. Para ello, sobre todo en esto tiempos de crisis económica, debemos comenzar por concienciar a los ciudadanos y a la clase política de la discriminación que sufren los guardias civiles que actualmente tienen un salario neto un 35% inferior al que perciben policías locales y autonómicos (entre 500 y 600 euros menos).
El terrorismo y sus víctimas también han centrado una parte del debate de la Asamblea. Porque aunque ahora nos movamos en un periodo de paz, esto no puede ser óbice, para que no olvidemos del dolor de las víctimas, especialmente cuando deben asistir impasibles a los homenajes que reciben los que empuñaron las armas contra nuestra democracia al salir de prisión. Esta organización entiende que estos actos de recibimiento a estas personas deben ser estudiados por los servicios jurídicos del Estado por si pudieran dar lugar a acciones legales contra los organizadores y colaboradores. Esta es la mejor forma de apoyar a las víctimas.
Por último, se trató sobre el malestar que genera en los guardias civiles la distribución de medallas y recompensas nada nuevo para los guardias civiles. Un numeroso grupo de delegados mostraron su sorpresa ante el dudoso reparto de las condecoraciones concedidas y que reflejan un desprecio absoluto al trabajo de los guardias civiles de base. Una situación que viene sucediendo año tras año. Unas condecoraciones que tan solo premian a menos del 4% de la clase de cabos y guardias; mientras que el resto, un 96%, se la adjudican a los mandos, muy especialmente a la escala superior de oficiales. Estos porcentajes son tan evidentes que no se pueden maquillar, solo hay que dar un repaso a las plantillas de la Guardia Civil y, por lo tanto, desde AEGC nos parece demoledor que esto siga ocurriendo año tras año. Por ello, teniendo en cuenta que se acerca la festividad de nuestra patrona, consideramos que se deben crear mecanismos participativos que valoren objetivamente estas condecoraciones, no deben servir para su concesión elementos subjetivos que ahora se valoran.
La razón de este artículo es crear conciencia social para que los ciudadanos conozcan que los guardias civiles siguen siendo la cenicienta de los Cuerpos de Seguridad del Estado, porque somos los que más horas trabajamos, menos cobramos y menos derechos laborales tenemos.