Los faroles de José Aureliano

¿Tú también José Aureliano? ¿Tú también te has enrocado en las subvenciones a la Iglesia Católica? Completamente de acuerdo sobre revisar las subvenciones a la CEOE, a los partidos políticos, a los diputados, y demás fauna. Respecto de sus señorías los diputados, según refleja el suplemento Mercados, de El Mundo, 176 de los 350 diputados tienen una nómina de por vida, pues son funcionarios de las distintas administraciones del Estado y nunca se verán inmersos en un ERE o en un despido, no pocos son políticos profesionales y ocho de ellos son empresarios, y a sus sueldos añaden una ‘opaca’ acumulación de dietas y sueldos de diversa procedencia. A estos, compañero José Aureliano, sí habría que aplicar la lupa a sus emolumentos. También se te ha olvidado criticar las subvenciones de miles de euros que ha hecho el cantamañanas de Zapatero a gays y lesbianas de Zimbawe o para promover la identidad afroecuatoriana entre los jóvenes de Esmeralda a través de la enseñanza de la Marimba; los 7 millones de euros que regaló a los cocineros vascos (Arzak, Berasategui, Eneko Atxa, Arguiñano, Adúriz o Arbelaiz) en pago a su tarea divulgadora y creativa en el proyecto Basque Culinary Center Fundazionoa; los 5,6 millones de euros que Bibiana se ha fundido, en enero y febrero de este año, en políticas de igualdad y los 6,5 milloncejos del ala que de la Vega dedicó a fomentar la dichosa ‘memoria histórica’, y el millón y medio de euros contantes y sonantes regalados a un grupo sindical hermano latinoamericano. Podríamos seguir, compañero Aureliano, pero no creo que sea necesario. Solamente ha sido para refrescar tu flaca memoria.
Pero, hombre, compañero, enredarse en las subvenciones a la Iglesia Católica no añade loor al curriculum. Más bien es un baldón, un desdoro. Demasiado fácil es enredarse con la Iglesia, sabes que es un lugar común al que recurren quienes manejan un endeble argumento. Podría citarte entre ellos al sectario Gala y al ‘viscoso’ Zerolo, como ejemplos. Además, en estos tiempos políticamente correctos, darle leña a la Iglesia es como tirarle al muñeco de trapo de la caseta de feria, muy fácil, ¿a quién vas a tirarle?, ¿a las subvenciones a los islámicos?
La Iglesia no es un poder fáctico como son los sindicatos, UGT y CCOO, que más pronto que tarde amenazan con poner a trabajar sus ‘oscuros’ servicios jurídicos –pregúntale a UGT–, pues la libertad de expresión ajena no les hace demasiada gracia y exigen de inmediato que se rectifique. ¿Conoces los ‘servicios jurídicos’ de la Iglesia, compañero José Aureliano? Se la machaca, se la vilipendia, se la humilla, se la veja y jamás he oído que van a poner en marcha sus ‘servicios jurídicos’ como soléis hacer vosotros los sindicalistas. Además, tú debes saber mucho de servicios jurídicos, ¿verdad, compañero? Como sabes, servicios jurídicos que pagamos los españoles, estemos afiliados a los sindicatos o no.
Te supongo enterado de que la Iglesia recauda vía declaración de la Renta, mediante la ‘crucecita’ de los ciudadanos, del orden de 258 millones de euros. Además, bien sabes que cuando algún inmigrante ilegal accede a nuestro país se dirige inmediatamente a la primera parroquia que encuentra. Allí es inmediatamente acogido. ¿Sabes de algún inmigrante ilegal, compañero Aureliano, que una vez dentro de España vaya directamente a tu sindicato, CCOO, o a UGT? ¿Sí? ¡Házmelo saber sin demora! Ardo en deseos de conocer a ese inmigrante. ¿Cuántos ciudadanos han acogido en sus ‘comedores’  CCOO y UGT durante esta crisis que nos atenaza? De memoria te hago saber que los comedores de las parroquias, de Cáritas y demás organizaciones pertenecientes a la ‘indigna’ Iglesia católica han acogido hasta la fecha alrededor de un millón doscientas mil personas. Has leído bien, compañero Aureliano, 1.200.000 personas. ¿Por qué irán todos esos parias a esa institución que tiene tan mala fama? ¿Lo sabes, compañero Aureliano? ¿Sabes que la Iglesia ahorra al Estado del orden de 30.000 millones de euros? Existe la norma de que la obra habla de su autor y no al revés. Eso es lo que exactamente le sucede a la Iglesia. Hablan sus obras.
La Iglesia en cierta medida custodia un patrimonio milenario perteneciente a todos los españoles, sean sindicalistas o no. El patrimonio sindical pertenece sólo a UGT y a CCOO. En su día Zapatero entregó a UGT 150 millones de euros por reclamaciones ¿dudosas? del patrimonio que tuvo antes de la guerra. Con parte de esos 150 millones se canceló un crédito del ICO  para resarcir a los afectados por la suspensión de pagos de la PSV, la extinta cooperativa ugetista. (¿Estarán los servicios jurídicos de la UGT buscando el dinero?) Para no cansarte, compañero Aureliano, sabes perfectamente que tu CCOO y UGT poseen un patrimonio millonario que han acumulado durante todos estos años procedente de los dineros de todos los españoles.
Para terminar, ¿sabes qué, compañero?, no soy practicante. Podría decir que soy agnóstico, en el sentido griego de ser incapaz mediante el entendimiento humano de formarme una idea de lo absoluto. Estoy instalado, como decía el viejo Descartes, en la duda. Así que no te equivoques, compañero. Pero justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. La Iglesia, ya sabes, no necesita que nadie la defienda. Lo hacen sus obras. Ni siquiera sus obispos y curas. Sus obras exclusivamente.
¿Apagamos, ahora, los faroles, compañero Aureliano?