Muchos empresarios ceutíes han hecho llegar a la Cámara de Comercio, Industria y Navegación su preocupación ante la disminución de sus recaudaciones diarias desde la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco. De esta manera, estos empresarios han solicitado medidas urgentes para “paliar” los efectos en sus negocios, como flexibilidad a la hora de instalar terrazas y veladores en locales en los que sea posible, hasta una determinada hora de acuerdo con lo que marcan las ordenanzas municipales.
La flexibilidad que piden los empresarios y, en su nombre, la Cámara de Comercio, llega también al tipo de terraza establecido en las ordenanzas municipales, que en locales con más de 200 metros cuadrados prevé la instalación de terrazas de aproximadamente 20 metros cuadrados, un espacio que, según el organismo cameral es “insuficiente ante el alto número de clientes fumadores que no están dispuestos a abandonar su hábito por disfrutar de su tiempo de ocio”.
Una de las propuestas transmitidas a la Cámara es que en lugar de prohibir fumar en los locales, aquellos locales destinados a los no fumadores reciban un tratamiento fiscal de Seguridad Social especial, de manera que puedan, de alguna manera, minimizar las pérdidas. O al contrario, que aquellos locales donde se permita fumar reciban algún tipo de penalización fiscal.
Otro malestar creado en torno a la nueva ley viene de empresarios que, de acuerdo con la Ley 28/2005, adaptaron sus establecimientos para acoger a clientes fumadores y no fumadores. El organismo cameral asegura que “esta inversión, en muchos casos, no ha sido amortizada en el momento de la entrada de la nueva ley, que deja sin efecto las modificaciones realizadas con anterioridad”.
Este órgano empresarial considera que la puesta en marcha de esta ley supondrá un “duro golpe” para el sector, “que ya ha sufrido durante el año 2010 un descenso de un 20 por ciento en su facturación respecto a 2009 y sus responsables prevén que con la entrada en vigor de esta ley puede ser una caída de más de un 30 por ciento, una cifra insalvable para muchas de las empresas existentes, y que provocará el cierre de estas y el consiguiente despido de sus profesionales”.
Esta situación “límite”, podría hacer que muchos establecimientos permitan fumar a pesar de las altas sanciones -que pueden llegar hasta los 600.000 euros-, dice la Cámara, que asegura que “no será por un acto de rebeldía civil sino por la necesidad de supervivencia de sus negocios y de sus modos de vida”.
Reuniones con la Ciudad
Los representantes de los empresarios de la hostelería y ocio han mantenido ya una primera reunión para tratar la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco. Ésta ha sido en el seno de un grupo de trabajo en el que se encuentran los portavoces de los empresarios y la Consejería de Sanidad y Consumo.
El organismo cameral manifiesta que, cumpliendo con su papel de intermediación entre empresarios y administraciones públicas, propondrá al Gobierno de la Ciudad medidas que permitan cumplir la Ley, “pero también conseguir que el perjuicio que pueda causar a los empresarios del sector sea el mínimo posible”.