Los daños son innumerables en muchos negocios cansados de “algo habitual”

Las previsiones para hoy son de lluvia por la tarde y mañana durante todo el día

Entre las 17:28 y las 17:49 horas de la tarde del martes, fueron muchos los comerciantes que requirieron ayuda para que la tromba de agua que azotaba Ceuta no causara más daños en sus negocios. Muchos lo veían venir. “Es lo de siempre, caen cuatro gotas fuertes y de repente se atascan los sumideros, las arquetas se estancan y comienza a salir agua por abajo que se suma a la de lluvia”. En la zona de la Almadraba, en Martínez Catena, ayer muchos comerciantes se afanaban en condicionar unos negocios en los que aún no podían calcular las pérdidas económicas que habían sufrido. “Cae agua del monte, de la calle trasera y nosotros estábamos pendientes de la parte delantera donde comenzaba a subir el agua... y entonces la tienda de repente tenía más de un palmo de agua y no podíamos hacer nada”, explica Hassan, el responsable de un taller de neumáticos que comprende las explicaciones de los bomberos cuando ayer se presentaron en el lugar y le dijeron que con menos de cinco centímetros la bomba de succión no funcionaba. “Ellos hacen lo que pueden, pero hace tres años sucedió lo mismo, se acumula basura, no están limpias las arquetas y no se filtra bien el agua”. A su lado, varios limpian el barro de lo que “en un minuto alcanzó el medio metro de agua”. Frente a una tienda de comestibles, también intervienen los bomberos para tratar de ayudar tras regresar de un campo de fútbol y de otra serie de servicios en los que “al final solo queda retirar el agua con cubos y fregonas”.
En el Paseo de la Marina, los comerciantes lamentaban la situación el día después. “Siempre pasa lo mismo cada vez que llueve, caen cuatro gotas y es un desastre. Los conectores no tragan, las arquetas no están limpias y esta calle se convierte en una piscina provocando daños en todos los comercios aledaños”. Javier Muñoz trabaja en la Peugeot, donde el agua entró hasta el fondo de la tienda con una altura de un palmo destrozando todo el material que había a su paso desde papeleo, a material de oficina, mesas... “ahora tenemos que arreglar las cosas con el seguro pero desde luego esto que sucede no es normal”. Muchos comerciantes temen la temporada de lluvias porque sigue sin solventarse un problema que se ha convertido ya en habitual.
En el centro escolar Ramón y Cajal, ubicado en la barriada de Hadú, el director Francisco Raposo trata de explicar que los daños han sido puntuales y se han tomado con la mayor naturalidad posible. “El patio se ha atascado y no filtraba el agua y comenzó a entrar en los bajos, el comedor... a pesar de que se hizo una barrera con cal y madera y de que a esa hora había mucha actividad en el centro que provocó que se unieran esfuerzos para tratar de que los daños no fueron a más se inundó”. Ayer esperaban la llegada de los bomberos para ver si podían ayudarles a achicar el agua que quedaba.
Una familia, eso sí, se vió afectada de manera más grave al vivir en un bajo y quedarse prácticamente en la calle por la inundación sufrida. Desde Asuntos Sociales se pusieron de inmediato manos a la obra para resolver el caso ya que en la familia había una niña de seis meses y pasaron la noche en un hostal. “Además al poder ser receptor de la ayuda al alquiler, le hemos dado una serie de contactos para que busque una casa y se acomoden en condiciones”, explicaron desde el Área aclarando que en esta ocasión hubo menos problemas que en otros temporales de lluvia. “Pedimos cédulas de habitabilidad para entrar a formar parte de la Ayuda al Alquiler y que las casas estén en condiciones”.
Las previsiones para hoy son de lluvia en un 85% a partir de las 18:00 de la tarde y para mañana con toda probabilidad durante todo el día y con avisos por fuertes vientos y fenómenos costeros en la ciudad autónoma.