Los daños en el ‘Ortega y Gasset’ exigen el derribo del entrevigado

Los trabajos consistirán en el saneamiento de la estructura metálica horizontal y su posterior reparación. El forjado de un pequeño gimnasio y el aula de Religión colindante permanece intacto.

Con el informe de la Consejería de Fomento aún en elaboración, los primeros detalles que trascendieron ayer apuntan a que será necesario derribar el entrevigado del forjado que sustenta el techo y, por tanto, el suelo de la planta inmediatamente superior al punto en el que se inició el fuego que calcinó el departamento de Educación Física del CEIP ‘Ortega y Gasset’.    
Los trabajos consistirán en el saneamiento de la estructura metálica horizontal que, debido a las elevadas temperaturas que alcanzó la dependencia por la intensidad del fuego, perdió los ladrillos que cubrían la bóveda, informó el equipo técnico encargado de la evaluación de los daños. Con posterioridad, procederán a su reparación y sustitución.
Tanto la Ciudad Autónoma como la Dirección Provincial del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en Ceuta continúan sin manifestarse sobre qué administración se responsabilizará económicamente de esta actuación.
El incendio registrado en una de las esquinas de la habitación de 45 m2 que fue pasto de las llamas en la madrugada del jueves, también afectó levemente a un gimnasio con duchas colindante y a un aula de Religión.  
La Ciudad aseguró que los trabajos habrán finalizado en un mes aproximadamente, plazo que incluiría la contratación. El Gobierno autonómico estimó que el proyecto estará en Contratación entre diez y doce días, mientras que su ejecución se prolongará de dos a tres semanas. De este modo, continuaron desde el Ejecutivo, se evitarían mayores molestias tanto para los alumnos como los docentes.
Por su parte, la empresa municipal Obimace procedió ayer a retirar del interior del departamento de Educación Física el material deportivo que acabó destrozado por las llamas y los cascotes que se desprendieron del techo por el efecto del calor que sufrió la habitación.
El Parque Móvil aportó el contenedor en el que los operarios depositaron el material damnificado: ordenadores, sillas, mesas, restos de conos, pizarras y otros elementos que eran utilizados por los escolares en sus clases de Gimnasia, según detalló José Gamero, profesor adjunto a la Jefatura de Estudios, quien consideró que los autores perpetraron este atentado “solo por hacer daño, porque no se llevaron nada y otra explicación no tiene”, concluyó.

Obimace apuntala el techo de la sala calcinada para evitar que se desplome

Como la estructura horizontal del módulo en el que se ubica el departamento de Educación Física quedó afectada por las llamas, el piso inmediatamente superior -la sala de profesores- corrió su misma suerte.
Aunque las llamas nunca llegaron a penetrar en este espacio de la primera planta destinado al cuerpo docente, los ladrillos entre las vigas del forjado se desprendieron y existen “partes del suelo que solo están cubiertas por las baldosas, debajo no hay nada”, comentó José Gamero, adjunto a la Jefatura de Estudios de este centro público.
Una técnico del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección Provincial del Ministerio de Educación inspeccionó ayer el edificio damnificado y corroboró el peligro de desplome que ya notificó en la mañana del jueves el equipo técnico de la Consejería de Fomento que se desplazó al colegio en la mañana del jueves pasado.
Obimace es la empresa municipal encargada de apuntalar el armazón del módulo afectado por la combustión. Como informó ayer su encargado, “el material ya se encuentra en el colegio y vamos a reforzar la base para evitar problemas”.
Un letrero en la puerta de la sala de profesores advierte del riesgo de entrar en esta habitación. El mismo espacio incluye los cuartos de baño del profesorado, de modo que los maestros tampoco pueden usar estos aseos. “Puede que tengamos que reservar al profesorado alguno de los baños de los estudiantes”, señaló Gamero; “una molestia añadida”, sentenció.
El personal de Conserjería explicó que la sala puede albergar hasta 50 personas, “un peso que en estos momentos no puede soportar” tras sufrir las altas temperaturas del foco del incendio.