Los comerciantes del Tarajal, en pie de guerra, cierran en señal de protesta

Decenas de empresarios de las naves dicen estar hartos de que la Policía abra y cierre el Biutz a su antojo y trate de “malos modos” a los clientes. La Policía, por su parte, lo desmiente

Rabia, indignación, hartazgo, malestar, tensión... Muchas son las palabras que podrían utilizarse para describir el panorama reinante ayer por la mañana en las diferentes calles del polígono del Tarajal. ¿El motivo? La mayor parte de los empresarios decidieron unirse para, juntos, alzar la voz y quejarse públicamente de la, en su opinión, nefasta actuación policial que rodea a la actividad económica del polígono en las últimas semanas. “El principal problema es que los policías se relevan cada 15 días, es decir, cada dos semanas viene un grupo diferente, de Madrid, del País Vasco... de diferentes sitios”, explicaba Manuel Galán, uno de los empresarios, a ‘El Faro’, “esta frontera, como todos sabemos, es complicada y aquí no se puede hacer andado pruebas, los agentes que controlan esto tienen que saber muy bien cómo funciona todo”.
El reclamo constante para que, como en los últimos años, policías de Sevilla sean los encargados de vigilar el Biutz se escuchaba una y otra vez. “Como un día están unos y al siguiente otros, ni siquiera nos conocen a nosotros e incluso somos nosotros quienes tenemos problemas a la hora de entrar o ir a tomarnos un café”, decía otro de los propietarios de una nave. Mientras, los comerciantes seguían agrupándose en la entrada de la fase uno para debatir y tratar de unificar opiniones para, en última instancia, trasladar sus quejas alas administraciones competentes e intentar buscar una solución. Con ellos allí, la mayoría de los locales permanecían cerrados porque, según aseguraron, a primera hora de la mañana la Policía había cerrado sin motivo ninguno el paso del Biutz lo cual provoca un importante descenso de las ventas.
Por su parte, desde Delegación del Gobierno se confirmó que dos asesores habían recibido en la mañana de ayer a representantes de los comerciantes para escuchar sus quejas y conocer las soluciones que ellos plantearían y se aseguró que “se va a estudiar el asuntos para, a la mayor brevedad, tratar de solventar los problemas”. Aún así recordaron que quejas como las ayer vertidas  se han producido en otras ocasiones y que resulta complicado abordar el binomio “seguridad-comercio” ya que el paso del Biutz es muy complicado por las grandes cantidades de personas que lo transitan a diario.
“No hablamos más por miedo”, aseguraba uno de los comerciantes tras decir que es habitual escuchar, de boca de los policías, frases como ‘vamos, vamos, ratas’, así como insultos, frases despectivas manos en alto. “Las porteadoras no buscan problemas, son personas que solo quieren venir, comprar y pasar para ganarse la vida y dar de comer a sus familias”, afirmaban los comerciantes. Sin embargo, hay que señalar que tras echar un vistazo por la larga cola que, a media mañana, se extendía desde la puerta del Biutz hasta la entrada a la frontera del Tarajal, eran constantes las escenas en las que mujeres trataban una y otra vez de burlar la cola retirando las vallas que se establecieron como protocolo de seguridad tras la muerte de dos porteadoras en 2009 y de hombres que, a quienes ya aguardaban en la cola, les hacían llegar nuevos bultos. ¿Y los agentes? Desbordados (quizás muy pocos en número en relación a la cantidad de porteadoras que aguardaban para tratar de mantener las vallas en su lugar y que nadie se colase.
Precisamente el tema del tamaño de los bultos generó disparidad entre algunos comerciantes que aseguraban que, en ese terreno, sí que era necesario controlar ya que son muchas las mujeres que no respetan la regla de que el bulto no supere las dimensiones de 60x40 acordadas en Delegación del Gobierno. “Colapsan en túnel, porque eso es una jaula”, decían.
Tampoco faltaron las críticas al presidente de la Cámara de Comercio, Karim Bulaix: “¿Dónde está ahora para ayudarnos a solucionar los problemas? Por aquí solo ha venido a pedir el voto, desde que lo eligieron, nunca más”. Ni al Ayuntamiento: “Para cobrar siempre están atentos, pero para limpiar y adecentar no quieren saber nada”. El cierre de ayer, advierten, no será el último si no se perciben cambios y la situación es la misma que en las últimas semanas. Volverán, en dos días, a echar la persiana y, si es necesario, alzar su voz en plena plaza de los Reyes ante la sede de la Delegación del Gobierno.

Varios porteadores, con signos de haber recibido golpes en brazos y piernas

“No, muchas veces”, responde Fatoma cuando se le pregunta si es la primera vez. Por suerte o por desgracia, tras 19 años cruzando a diario a Ceuta para cargar kilos y kilos de mercancía a sus espaldas, sabe lo que es recibir porrazos y golpes. Sus ojos encharcados miran hacia la mano dolorida donde, cuenta, minutos antes le han golpeado. No es la única. Otro hombre muestra una gran mancha roja en su brazo y, a sabiendas de que los medios han acudido al lugar, empiezan a llegar más, mujeres y hombres, asegurando que los agentes de la Policía Nacional les han golpeado. Este es, según los comerciantes, solo uno de los varios problemas del polígono.

“No mimar a las naves es lanzarnos piedras al tejado”

Cuatro empresarios del polígono del Tarajal, entre ellos Mohamed Ahmed como portavoz de las cuatro fases, se reunieron con el asesor de Seguridad de la Delegación del Gobierno, Antonio Gómez, para trasladarles sus quejas. A su lado estuvo el presidente del Partido Democrático y Social del Ceuta (PDSC) a través de su presidente, Tarek Mizzian, que tras el encuentro remitió a los medios una nota de prensa donde explicó cuáles habían sido las peticiones de los comerciantes en esa reunión que el asesor se comprometió a estudiar y trasladar a los máximos responsables del CNP y al delegado. De un lado, “una solución al veto sin argumentos que supone un grave perjuicio para las ventas”; de otro, también se quejaron de las restricciones excesivas e inexplicables que se les pone a los pequeños compradores marroquíes, aquellos que no llevan bultos, sino pequeñas bolsas, a la hora de atravesar el Tarajal provocando, además, largas colas y desatando el caos. Y, por último, que en lugar de restricciones las administraciones faciliten el comercio en la medida de lo posible ya que en estos momentos de crisis económica las ventas a Marruecos pueden salvar la economía ceutí.
“Asimismo, hemos solicitado ya una reunión entre los representantes del polígono del Tarajal y el presidente de la Ciudad para presentarle a Juan Vivas otro tipo de reivindicaciones donde la responsabilidad es del consistorio”, anunció Mizzian.  En esa línea los empresarios piensan manifestar su malestar en lo que a falta de limpieza y baldeos se refiere, que genera malos olores e insalubridad; la necesidad de que la Policía Local vigile la zona durante las tardes; mejoras en la red eléctrica ya que algunas zonas que quedan a oscuras propician en ellas actos delictivos, así como en la red de saneamiento; y la retirada de contenedores vacíos que entorpecen el tráfico de personas y de vehículos en el interior del polígono. Desde el PDSC lo tienen claro: “Dar la espalda al polígono, no mimarlo, es tirarnos piedras contra nuestro tejado”.