Hace no mucho tiempo, fue publicada una encuesta en la que se afirmaba que casi la mitad de los ceutíes se quejaban del ruido, un 44% para ser más concretos. Esta media superaba por muchísimo la media nacional, lo que equivale a decir que para los caballas, el ruido es un problema más importante que para los españoles que viven en otras ciudades. Estoy escribiendo sobre el ruido, porque me viene a la cabeza en estas fechas en que Ceuta es más ruidosa de lo habitual. Pero claro, esto es comprensible por todos, o casi todos, pues estamos en plena Feria. Pero el problema es el resto del año, que es cuando nos molesta. Ante esto, el Gobierno de nuestra ciudad ha hecho siempre bien poquito, por no decir nada.
El ruido es una de las pocas cosas que no separan centro de barriadas, pues, aunque quizá sea en contextos diferentes o a horas distintas, son pocas las zonas de la ciudad que no son víctimas de esta molestia.
¿Saben ustedes cuántas multas por ruido ha puesto en los últimos tiempos la Policía Local? Pues parece que los únicos que han visto como se cumplen las ordenanzas municipales han sido los manifestantes de CCOO. Y al parecer, los sonómetros han sido prestados.
Me parece perfecto el cumplimiento de las ordenanzas municipales, y estas manifestaciones no deben ser una excepción. De esta manera se salvaguardan los derechos de los manifestantes y los del resto de ciudadanos. Pero claro, cuando esto no se cumple siempre, resulta cuanto menos gracioso.
Con esto no quiero para nada echar la culpa a la Policía Local, pues sus profesionales se limitan a trabajar con lo que tienen, y ya sea porque no hay medios, en este caso sonómetros, o que los que tienen no están calibrados, o que no están formados en la materia, los culpables son los dirigentes, no los policías.
Es indignante que al ciudadano no le sirva casi para nada recurrir a la Policía cuando en estas calurosas noches de verano, tiene que soportar a un vecino con la música a todo tren, o a una de las muchas discotecas con ruedas que existen en la ciudad que actúan con total impunidad. Si se avisa a la Policía, el agente solamente hace lo que puede, que es pedir por favor que se baje la música. Cuando se marchan vuelven al volumen inicial, y claro al final el afectado lo paga con los que menos culpa tienen, los policías.
La oposición lleva años pidiendo un mapa de ruido, y es cierto que por fin hay una empresa contratada por la ciudad haciéndolo, pero el estudio tarda un año. El PSOE de Ceuta ha denunciado en múltiples ocasiones la situación e instó en una moción a la Consejería de Sanidad a tomar medidas ante este problema, medidas como por ejemplo cumplir las ordenanzas municipales.
A día de hoy nada parece preocuparle al Ejecutivo de Vivas estas reivindicaciones ciudadanas, pues incluso se han creado asociaciones para denunciar la situación. Tenemos una Policía Local con un buen número de agentes, superior a otras ciudades con población similar, pero sin embargo, el Gobierno no dota correctamente a este cuerpo. Tienen que aguantar como el ciudadano la toma con ellos, porque éste no aguanta más, mientras los Consejeros y Consejeras están tranquilamente en sus domicilios, situados precisamente en zonas donde no hay ruido y no son necesarios los sonómetros.