Los tres camiones de primera salida para el Cuerpo de Bomberos que fueron presentados el pasado diciembre no tienen la capacidad real de agua que se certificó. Debían disponer de cubas de 1.500, 2.500 y 5.000 litros de agua respectivamente. Pues bien, los propios componentes del SEIS habían comprobado en las distintas salidas efectuadas que el agua se les terminaba demasiado pronto, mucho antes de lo previsto. Así que, motu propio, hicieron una serie de comprobaciones que vinieron a verificar lo temido: las cubas tenían menos capacidad de lo comprometido. Ayer, esas comprobaciones se tornaron en chequeos oficiales, contando con la presencia de un técnico de Acemsa y, por parte de Gobernación, del gestor de Servicios de la Consejería, José Luis Fernández Medina. Y es que las sospechas debían ser confirmadas para formar parte de un informe que se evacuará a los Servicios Jurídicos de la Ciudad.
Así las cosas, pasadas las diez de la mañana, comenzaban las labores a sabiendas de que se presumía que los resultados iban a ser contundentes, como de hecho lo fueron. Primer camión, matriculado JVL, con una cuba con capacidad supuesta de 1.500 litros. Caudalímetro en mano, el jefe del SEIS, Miguel Ángel Ríos, daba las órdenes precisas para comprobar realmente cuánta agua entraba en la cuba. ¿El resultado?, 500 litros menos de lo certificado, es decir, este primer camión de salida tiene un 33% menos de capacidad al cubrir solo mil litros.
Segundo camión: con una cisterna de 2.500 litros... en apariencia. El resultado, más desastroso aún, la medición fue de 1.853 litros, es decir, casi 700 menos de los que debía tener. El agua pasaba de la cuba llena a un vehículo del Parque Móvil para no desperdiciarla y el técnico desplazado de Acemsa anotaba todos los datos. El tercer camión, con una carga supuesta de 5.000 litros, ¿capacidad real?: alrededor de 4.500. Las caras de todos mostraban el reflejo del engaño: existen certificaciones de una capacidad de agua inexistente, ninguno de los tres camiones cumple con las características técnicas que se ha dicho que tenían, el ‘engaño’ ronda los 1.700 litros de agua menos entre los tres.
Si el Gobierno está molesto y ha puesto en funcionamiento su maquinaria para pedir exclamaciones, más lo están los Bomberos. Porque ya no es solo confirmar que los camiones tienen menos capacidad, sino el riesgo al que se han podido exponer al acudir a un incendio pensando que llevaban los litros que el camión debía reflejar. En la práctica el problema es el siguiente: imaginen que este camión de salida acude al incendio en una vivienda, conteniendo una supuesta capacidad de 1.500 litros. Los agentes actuantes se fían de una cobertura que luego no van a tener porque el agua se iba a terminar antes de tiempo, pudiendo estar en el interior algún componente intentando apagar las llamas. La gravedad está ya no solo en el incumplimiento confirmado oficialmente sino en el hecho de que los bomberos no supieran en qué condiciones estaban acudiendo a los distintos episodios que quieren de su actuación rápida.
Una hora y media después de las comprobaciones se firmó un documento para verificar, con todos los presentes, los datos y conclusiones. El “error” sin explicación que tendrá consecuencias La Consejería de Hacienda ya ha dado órdenes para que se retenga el depósito de garantía de la empresa Incipresa, adjudicataria de la compra de las cubas de los Bomberos, pero el Gobierno seguirá cumpliendo con sus pagos mensuales al BBVA que es la que financia el renting de esta operación crediticia.
El consejero de Gobernación, Jacob Hachuel, ya ha entrado en contacto con el director general de Incipresa, quien le confirmó que para mediados de este mes se desplazará a nuestra ciudad para mantener una reunión y aclarar lo ocurrido después de solicitar un informe a su departamento de Producción para conocer qué ha podido suceder.
Incipresa, tal y como ayer reconoció Hachuel, es una empresa puntera en el sector que no solamente vende camiones de Bomberos dentro de nuestro país sino también en el resto de Europa, de ahí que lo ocurrido haya sorprendido a todos y es a la propia empresa gallega a la que no le interesa tener esta mala publicidad, tras verificarse que las cisternas son hasta un 33% más pequeñas de lo estipulado y de lo que consta en las fichas técnicas de los camiones. “En estos momentos hay un hecho incontrovertible, que la capacidad es inferior a lo estipulado en la licitación y en las fichas técnicas, por lo que se ha ordenado la apertura de un expediente informativo que evolucionará conforme marquen los Servicios Jurídicos de la Ciudad”, expuso el consejero al término del Consejo de Gobierno en el que, de momento, quiso hablar de “error” para el que no tiene “explicación” alguna pero contra el que se actuará “hasta las últimas consecuencias”. La financiera de la operación se ha comprometido con el Gobierno ceutí a ir “de la mano” en su “defensa de los intereses de la Ciudad” .