Los bomberos llevan todo el verano aguantando a los pirómanos

Los bomberos ceutíes se encuentran prácticamente sin parar durante todo el verano como consecuencia de los fuegos provocados por los pirómanos que solamente buscan la salida de los integrantes del SEIS. Pero, sin embargo, una de las noches más complicadas fue la del lunes entre las nueve y las doce de la noche.

El mismo jefe del Servicio de Extinción de Incendios, Manuel Gentil, nos comentaba en la mañana de ayer que en la situación que han vivido en las últimas horas "llevamos todo el verano. En algunas ocasiones, el equipo que se ha desplazado para apagar un fuego no ha hecho nada más que regresar, cuando se ven obligados nuevamente a salir porque han prendido fuego nuevamente". Una situación que, a pesar de que se repite en muchas ocasiones a lo largo de todos los veranos, resulta que no se ha podido lograr parar con la detención de algunos de estos pirómanos.
La noche del lunes fue una noche de intensa actividad para el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) de la ciudad autónoma, cuyos efectivos de guardia no han parado desde el ocaso hasta la salida del sol.
La tarde del lunes terminó con un pequeño fuego en la zona del puerto deportivo y a las 21.30 hora se registró un incendio en el perímetro del acuartelamiento del Serrallo que calcinó unos 300 metros cuadrados de superficie.

Alerta
Posteriormente, a partir de las 23.45 horas se recibió alerta por llamas en tres contenedores, fuegos todos ellos aparentemente provocados, quizá incluso por la misma persona, en la Avenida Madrid (a ambos lados de la calle, junto a las dependencia de Cruz Blanca y ante la entidad bancaria ubicada enfrente) y en la Avenida de España.
Pasada la medianoche los bomberos tuvieron que sofocar el incendio declarado en el cañaveral que se encuentra en La Reina, junto al cementerio musulmán de Sidi Embarek.
En todos estos servicios los miembros del SEIS acuden escoltados por integrantes de la Policía Local, tal y como señala el protocolo que se tiene previsto para determinadas ocasiones.
Una situación que, por supuesto, ha sido denunciada en muchas ocasiones, pero resulta muy difícil lograr el que se les puedan pillar con las manos en la masa en el momento de prender fuego a monte bajo o bien a un contenedor.

Las claves

Pirómanos
Buscan la salida de los bomberos
El único objetivo que tienen estos pirómanos con la quema tanto de rastrojos como de contenedores es buscar la salida de los miembros del SEIS. Es muy probable que cuando acuden, los propios autores están en las cercanías viendo como apagan las llamas.
Mobiliario urbano
Cada contenedor cuesta seiscientos euros
En el caso de la quema de los contenedores debemos tener en cuenta que el coste medio de cada uno de ellos está alrededor de los seiscientos euros aproximadamente.   
Verano
Todo este tiempo en la misma situación
El mismo jefe del Servicio de Extinción de Incendios, Manuel Gentil, ha reconocido a esta redacción que llevan todo el verano en la misma situación y que aunque se denuncia es muy difícil de poder detenerles en el momento de prender fuego.    
Noche del lunes
Cuatro salidas en solo tres horas
Las últimas horas del lunes fueron infernales para los bomberos porque se produjeron cuatro salidas en menos de dos horas y media.
 

Incendio provocado en La Lastra

Si ya había sido complicada la noche para los miembros del SEIS, no sería la última sorpresa de este turno. A las cinco menos veinte de la mañana recibieron el aviso de un fuego que se había iniciado en la zona de la Pista de la Lastra, en un lugar denominado como Arroyo de San José. Fue necesario el envío de toda la dotación que se encontraba en ese momento de servicio, es decir, once hombre. Como reconocía el mismo jefe del Servicio, Manuel Genti, hubo que llamar a cinco bomberos que estaban fuera de servicio para que los mismos se quedaran de retén en el Parque por si hacía falta en cualquier incendio que hubiera en otro punto de la ciudad. Se utilizaron un total de cinco vehículo y se gastaron veintiocho mil litros de agua para apagar este incendio.
Salieron a las cinco menos veinte de la mañana y regresaron a las seis y media aproximadamente. Utilizaron asimismo trescientos metros de manguera y se quemaron alrededor de dos mil quinientos metros cuadrados. Las operaciones las dirigió de manera directa el propio Manuel Gentil, quien nos comentaba que estaba muy claro que el fuego había sido intencionado y que menos mal “que cuando nos encontrábamos allí de pronto se calmó el viento, porque de otra manera hubiéramos tardado mucho más en apagarlo o seguramente todavía estaríamos allí, ya que hubiera sido mucho más grave por supuesto sin ningún género de dudas” .