Categorías: Tribunales y justicia

Los acusados de yihadistas lo niegan y condenan el terrorismo

La Audiencia Nacional acogió ayer la primera de las 21 sesiones judiciales previstas para esclarecer el grado de implicación de las once personas que fueron detenidas en la primera gran operación policial contras las células de reclutamiento yihadistas desarrollada en España.

La barriada del Príncipe Alfonso fue escenario, en junio de 2013, de un operativo en el que por vez primera (y de hecho ha sido la única, al menos en Ceuta) colaboraron Policía Nacional y Guardia Civil para detener a 9 de los ahora procesados. Meses después se entregaría el apodado ‘Pistu’ y ya en Bélgica se detendría al considerado líder de la organización, Ismail A.A., ‘Stifo’. Pues bien. Ayer cuatro de ellos prestaron declaración sometiéndose a las preguntas del Ministerio Fiscal y de las Defensas. Lo hacían sentados en la ‘celda’ con cristal blindado reservada para los acusados catalogados como peligrosos. Ese es el rango al que han sido elevados todos los imputados a los que las fuerzas de seguridad les relacionan directamente con el papel de reclutadores del Estado Islámico. Karim A.M., ‘Marquitos’; Abdelkrim Ch.A., alias ‘Chatarra’; Mohamed H.M., alias ‘Aiuf’ y Tarik M.H., alias ‘Conejo’ fueron los únicos que prestaron ayer declaración en una inicial jornada celebrada solo por la mañana. Está pensado que el resto lo haga hoy, en sesión doble, de mañana y tarde, suspendiendo así la que jornada prevista para el viernes. Tal y como se esperaba, los cuatro acusados negaron tener vinculación alguna con esa célula de captación por cuya supuesta integración el Ministerio Fiscal, representado por Vicente González Mota, les pide entre 10 y 12 años de cárcel, al entender que habrían facilitado la incorporación de hasta 14 hombres a las filas yihadistas combatientes en Siria. Los acusados, en buena parte defendidos por el mismo letrado, Marcos García Montes (que de hecho ya llevó a varios de los acusados en la Operación Duna de la que todos quedaron absueltos), hicieron un alegato público a favor del pacifismo, condenando de hecho el terrorismo y aclarando que la religión que profesan, el Islam, así como el libro sagrado, el Corán, no permite la violencia, ni mucho menos la inmolación. ‘Marquitos’, considerado uno de los principales captadores y por tanto ubicado por Interior en la cúspide de la pirámide delincuencial dibujada desde un principio, se confesó “cabeza de turco” considerando que su detención no obedece más que a una “venganza” de la Policía por el hecho de que quedara absuelto en la Operación Duna (estuvo 2 años y medio en prisión preventiva), golpe por el que fue detenido en diciembre de 2006. En aquella época, declaró, se le relacionó con Al Qaeda y ahora con el Estado Islámico, significó, encuadrando su arresto en una forma pretendida de implicarle en unos hechos de los que se desvinculó. “Cuando salga otro grupo me acusarán de ello. La otra vez trajeron testigos protegidos y testimonios falsos”, expresó. ‘Marquitos’ justificó las reuniones que pudo mantener con otros de los detenidos y explicó los contenidos grabados en las escuchas de todo tipo que se desarrollaron en su día en torno a su persona. Negó, además, que él hubiera sido la persona que se encargó de comunicar la muerte de uno de los ceutíes que se inmoló en Siria, causando varios muertos al chocar un camión cargado de explosivos contra una base militar, a su viuda. ‘Marquitos’ señalado como radical tras la investigación de las fuerzas de seguridad se definió, en su defensa, como todo lo contrario. De supuesto islamista pasó a ser un confeso pacifista hasta el punto de que manifestó que si tenía planeado un viaje a Turquía (tal y como se pudo verificar por las escuchas y los controles que se le efectuaron) era para “visitar los campos de refugiados sirios” pero no para luchar, sino para “ayudar a cuidar enfermos y heridos”. De ninguna forma, dijo, se señaló como la persona artífice de haber radicalizado a jóvenes del Príncipe para mandarles a Siria a practicar actos terroristas, incluido a dos de sus sobrinos. A ‘Marquitos’ se le intervino un ordenador al que se aferró rápidamente la madrugada en la que varios agentes del CNP y Guardia Civil procedieron a su detención en su propia vivienda. Allí se le encontró material de propaganda de la yihad así como fotos con uno de los jóvenes que marchó a Siria, el llamado Pizza, y terminó falleciendo en combate. Además tenía el famoso video en el que otro de los fallecidos en Siria, Wahbi, se despedía antes de inmolarse. En su defensa señaló que la información contenida era de fácil acceso a través de internet. El apodado ‘Chatarra’, al que también se le encontró material similar, hizo hincapié en su procedencia de internet y aclaró que si tenía información sobre agresiones a sirios era para informarse de la situación pero no para reclutar a yihadistas para la lucha. ‘Chatarra’ dijo haber servido dos años en el Ejército y que inclusó trabajó en la obra de la prisión (formas de dar a entender su adaptación social), confesándose, como el resto de procesados que pudo declarar ayer, “musulmán y español”. Negó los contactos con familias de fallecidos o las captaciones, así como justificó todos sus encuentros o reuniones con los imputados. El conocido como ‘Conejo’ se desvinculó también de cualquier tipo de acción terrorista y de hecho se presentó ante el tribunal con una confesión alejada del purismo religioso con el que se le identificó al describirse como un “adicto a las drogas”. “Me meto coca, porros, pastillas, marihuana, kif, de todo”, dijo a preguntas de su abogada. Este joven, que estuvo trabajando en el CETI como limpiador, respondió que el no tenía que viajar a Siria para hacer la yihad, “la estoy haciendo todos los días en mi casa, levantándome a las siete de la mañana para limpiar servicios de subsaharianos, para fregar o para limpiar los cristales de los cuarteles militares”, expuso, significando además que “Ceuta es española” como “Al Andalus”. El apodado ‘Aiuf’, último en declarar, y al que se le acusó de tener material con instrucciones para preparar explosivos guardado en su ordenador, dijo que éste podía haber sido descargado por otro familiar (vive en una casa con 8 hermanos). Negó que la munición hallada en su vivienda fuera suya y aclaró que en su religión “está prohibido la guerra y matar a inocentes, mujeres y niños” para renegar de cualquier vinculación con prácticas radicales.

De  ‘porretas’ y ‘grifotas’

La primera de las sesiones de juicio oral celebradas ayer dejó confesiones cuando menos llamativas, dignas de un apartado dentro de la crónica judicial que se extenderá a lo largo de los próximos meses ya que la última de las sesiones está prevista para el 26 de junio. Así, en esa forma de dibujarse ante el tribunal de la Audiencia Nacional, dos de los acusados se presentaron como unos ‘porretas’, consumidores habituales de hachís. El ‘Conejo’ retrató así a uno de los considerados líderes de esta célula de captación, diciendo que ‘Marquitos’ “es un grifota, un porreta; es mi vecino y lo conozco desde pequeño, ni es un líder ni nada; es un porreta como yo”, declaró. De los porros se pasó a la discriminación y es que la nota común en las testificales escuchadas ayer fue a la denunciar el trato que habrían recibido durante todo este tiempo en la prisión. Los acusados han estado desperdigados por diferentes penitenciarías del país, lo que ha complicado, por ejemplo, que fueran visitados por sus familiares, todos asentados en la ciudad. Incluso uno de los acusados denunció que mientras ellos estaban sometidos a un régimen de aislamiento, había otros internos que no lo eran. Puso como ejemplo a Santi Potros al que, dijeron, veían pasear por prisión mientras ellos no. Ese “trato discriminatorio” denunciado lo atribuyeron a su religión. De hecho el propio ‘Marquitos’ denunció que le habían quitado sus libros y la “gorra de mi religión”. Entre las manifestaciones de los acusados también se hizo hincapié en la presentación hecha ante el tribunal, definiéndose como “españoles, árabes, musulmanes y religiosos”. La sesión judicial prevista para hoy acogerá las testificales del resto de acusados, entre ellos ‘Stifo’ que tuvo que ser extraditado desde Bélgica, lugar en el que había sido detenido porque era su residencia. La sesión prevista para el día de hoy será de mañana y tarde según las previsiones iniciales. Hay más jornadas con declaraciones de agentes de CNP y Guardia Civil así como de testigos. Entre ellos se espera la del único español que ha regresado de Siria, el ceutí detenido en Málaga en 2014.

Entradas recientes

Salida extraordinaria del CETI tras la crisis por su cierre

Un grupo de 47 inmigrantes procedentes de varios puntos del África Subsahariana y Argelia ha…

03/08/2024

El BOE publica el cese del delegado de Economía y Hacienda en Ceuta, Víctor Rodríguez

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este sábado una orden del Ministerio de…

03/08/2024

A prisión tras robar a menores marroquíes azuzando a su perro

La autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión del detenido por azuzar a su…

03/08/2024

Apercibimiento a un policía de la UIR tras un polémico vídeo en TikTok

La investigación abierta en Ceuta tras la difusión de un vídeo en la aplicación TikTok,…

03/08/2024

Condenado por apropiarse de varias botellas de aceite

Un varón que se hizo con varias botellas de aceite de un supermercado en Ceuta…

03/08/2024

La tuberculosis, una enfermedad silenciosa en Ceuta

Llega sin previo aviso y su reflejo, en ocasiones, son síntomas que pueden confundirse con…

03/08/2024