Ahora que Inglaterra comienza a largar amarras de la Unión Europea y con ella todos los británicos, escoceses incluidos, he de reconocer que siento una verdadera nostalgia por un pueblo incomprendido y en general no querido en toda Europa. Para España considero que ha sido el enemigo más feroz que hemos tenido, dificultando con su flota el comercio con las Indias e intentando apoderarse de nuestras islas y nuestras posesiones allende los mares, un día sí y otro también, ampliando y difundiendo todas las mentiras posibles sobre las leyendas negras sobre nuestro país, debido a la gran envidia al considerar al Imperio español el mayor nunca creado y el que más tiempo ha estado en las solas manos de una nación, España. Afortunadamente hemos tenido nuestro Blas de Lezo y muchos como él que lo han impedido, desgraciadamente aún tenemos la espina gibraltareña que sirve para que estos británicos se consideren todavía un “Imperio”, y se lo sigan creyendo, ya que esas posesiones solo pueden ser retrotraídas por la fuerza y a veces el precio a pagar no merece la pena. Eso no quiere decir que un pueblo como el inglés, que también fue republicano en la época de Oliver Cromwell y que tuvo una revolución anterior a la francesa de 1789, obligando al monarca a obedecer al Parlamento no pueda en cierto modo ser admirado. La tradición, su tradición es el esqueleto en que se sustenta esta nación eje de todo el anterior imperio británico y al que han seguido de comparsas los galeses y los escoceses . Este pueblo inglés mezcla de lo que narra Kean Loach en sus barrios pobres donde toda dificultad laboral y social tiene cabida y lo que se describe en Downton Abbey, donde toda servidumbre es bien acogida por los señores que cenan a diario con pajarita y la servidumbre está más que encantada por trabajar en semejantes mansiones, es lo que define a grandes rasgos la Inglaterra de hoy.
La fortaleza de la tradición inglesa se manifiesta en parte en su senado o Cámara de los Lores, nada menos que 788 Lores que prácticamente no sirven para nada aparte de cobrar un sueldo, salvo los denominados Lores espirituales que en número de 26 lo conforman obispos elegidos por la Iglesia Anglicana después de una larga carrera eclesiástica, a estos solo se les paga los gastos de desplazamiento. El resto se dividen entre Lores temporales , que son vitalicios su título no es hereditario para seguir en la Cámara, y Lores hereditarios (92 en total) . Este senado fue resultado de la unión de Escocia e Inglaterra, al unirse los dos parlamento en el inglés después de la Act Unión de 1707. Estas Cámaras tenían como objeto asesorar al monarca por lo que las conformaban representantes de los nobles y de la Iglesia. La revolución de Cromwell que se inició con la decapitación de Carlos I al modo inglés, hacha afilada y verdugo corta cabezas, aplicación rupestre de la guillotina, trajo consigo la fundación de otra Cámara , la de los Comunes donde están representados los condados y ciudades. Poco a poco esta cámara fue teniendo mayor importancia y hoy día, los Comunes aún con 650 diputados, 138 menos que la de los Lores, es la fundamental en la dirección política del Reino Unido. Ahora bien para ser nombrado Lord en Inglaterra, tiene que mostrarse una dilatada y provechosa carrera en el campo de la Ciencia, la Cultura , la Técnica, etc en beneficio del país. Así es que aunque ahora no sirvan para casi nada, el muestrario es importante, demuestra lo que el país considera meritorio siguiendo la pauta de los Senadores romanos (Senex: anciano, persona con experiencia) que aconsejaban a los magistrados y dirigían la política exterior y las finanzas. Esa es su tradición. En España hemos pervertido el orden, los senadores no vienen más que de los desechos de la política, los que ya no se encuentran en la primera línea de los partidos, estos los nombran senadores para tener un acomodo, claro con toda la gavela de excelencias y sueldos que el cargo trae consigo. No creo que sea necesario nombrar las perlas que moran en el Senado y su capacidad para aconsejar a alguien y mucho menos al monarca, aunque haya desaparecido esa función del Senado. Aquí, la política es un negocio donde hay que emplear al mayor número de militantes utilizando la ”res pública”. Aunque pudiera parecer lo mismo, en mi opinión la diferencia es abismal.
La próxima semana me acercaré a los famosas establecimientos londinenses de Savile Row, Fortnum and Mason, vagabundearé por los mercadillos famosos, incluido el Borough Market , el Candem y como no el de Portobello, me acercaré a Greenwich y Oxford y cruzaré muchas veces el Chelsea Bridge. Londres en esta época ya ha encendido la Navidad sin complejos, aunque todos sabemos que el Hijo de Dios no sabía inglés. El motivo fundamental es el de tomar la temperatura anterior al Brexit. Ya sabemos que el 12 de Diciembre se celebrarán elecciones generales en la Gran Bretaña y todos sus hijos deben decidir qué hacer con el país en relación a su salida de la Unión Europea. El pillo Johnson ha sabido manejar los tiempos y el país magistralmente y de lo que trata, además de salir de la UE ahora el 31 de Enero, es ver cómo queda la frontera con Irlanda y la mejor manera de segur comerciando con Europa, es decir tener todos los beneficios de seguir en la UE, pero sin pagar el costoso presupuesto que en vez de ser reducido al haber un socio menos será aumentada la cuota del británico entre los que quedan, ya nos arreglaremos, dicen los “brits”, con el tito Trump. La frontera con Gibraltar no les incomoda teniendo en España al partido socialista en el poder. Lo típico de los ingleses.
Los ingleses siempre han tenido como política colonizadora, y hay que decir que con éxito cual mancha de aceite en el agua, no unirse a los ciudadanos de la nación donde se aposentaban. Ocurrió en la India y en el resto de colonias donde circulaban en el modo “amos”, hasta que los expulsaban , eso sí siempre por la fuerza y después firmaban tratados comerciales y los beneficiaban incluyéndolos en la organización supranacional a modo de ONU comercial británica , la denominada riqueza común “Commonwealth”. Ahora, en las costas levantinas con sus emisoras de radio, sus periódicos , sus pubs y su sol, no hay quien los eche. Están preocupados porque la Seguridad Social no va a amparar la sanidad británica si no hay una cámara de compensación con los españoles residentes en el Reino Unido, el Gobierno británico ha puesto anuncios por doquier para que soliciten la residencia y comprueben su acceso al sistema salud ¿qué pasará con sus viviendas, sus pensiones, sus dineros, su fiscalidad?. Se organizan reuniones y más reuniones para al menos aclarar e intentar resolver los problemas antes de que sea tarde. Los abogados y consejeros británicos que viven por la costa levantina están haciendo su “agosto”. No he oído que los 200.000 españoles residentes en Gran Bretaña y no precisamente por el sol, hayan tenido una sola reunión de las mismas características.
“Yo voté por el bien de nuestro país, soy un inglés patriota” dicen algunos ingleses pro Brexit que viven en nuestro país en sus periódicos, y parece que una mayoría de los “expats” (expatriados), piensan así. Sí me gustaría que todos los que voten de esa manera tan patriótica pudieran irse a su país lo antes posible, y aquí solamente quedasen los “expats” que además de amar a su país , amen también el país en el que residen.
Los 650 escaños de los Comunes que se van a dilucidar el próximo 12 de Diciembre seguramente irán al bolso del partido Conservador de Boris Johnson, ya que el socialista Jeremy Corbyn, como el de aquí, no es de fiar. Quedan los Liberales Demócratas que desean quedarse en la UE y un nuevo referéndum, por lo que en caso de obtener un buen resultado , previsiblemente junto con los escoceses se unirán a Corbyn para forzar una nueva oportunidad de permanecer en la UE. Si el resultado es , como se espera , de un gran triunfo para los conservadores y si es que obtienen una mayoría absoluta, el Brexit se produciría el 31 de Enero de 2019 a las 11 de la noche. En ese caso, de cualquier manera habría un periodo transitorio hasta el 31 de Diciembre de 2020 en el que permanecerá todavía la legislación europea en el Reino Unido y en el que se tendrán que discutir entre otras cosas la relaciones comerciales con la UE.
Pero eso ya lo veré en España, otro país también extraño donde se ensalzan las derrotas y se les pone nombre a plazas y calles como la de Trafalgar en Madrid, que se levantará de nuevo oyendo las sandeces de la plurinacionalidad de los caganets, que no hacen otra cosa que defecar, por si algo queda.