López realza el “compromiso” de Marruecos con la Guardia Civil

En otros tiempos hubiera sido impensable que un teniente coronel hubiera dedicado buena parte de su discurso institucional a regalarle los oídos a Marruecos.

En otros tiempos la presión migratoria llegó a desestabilizar a las fuerzas de la Guardia Civil mientras el Gobierno se dedicaba a ocultar las auténticas cifras de subsaharianos que se hacinaban en las tiendas de Calamocarro. Pero esos tiempos han cambiado, tanto, que ayer, el discurso institucional ofrecido por el teniente coronel de la Guardia Civil, Andrés López García, dedicó su esencia a destacar la labor que, en este ámbito, está ofreciendo Marruecos, siguiendo así la misma línea que se esmera siempre en puntualizar el delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez.
“La inmigración es el mayor frente que tenemos abierto, donde se centra la mayor parte de nuestros esfuerzos”, apuntó el delegado, relajándose en la comparativa de Patrona a Patrona que se resume en dos visiones radicalmente opuestas. “Desde el pasado octubre hasta hoy la presión migratoria ha sido importante, durante el último trimestre del pasado año eran muy frecuentes los intentos de entrada a Ceuta por oleadas de inmigrantes que amparándose en la masa pretendían rebasar a las fuerzas de seguridad marroquíes que estaban en la playa para, posteriormente, una vez próximos a los espigones lanzarse al agua y entrar a nado”, recordó. De esa visión se pasaría a la actual, en la que “tras el despliegue en profundidad de Marruecos se ha conseguido el cese prácticamente total de esta modalidad tan sumamente peligrosa que le ha costado la vida a varios inmigrantes”, apostilló.
López García elogió el “compromiso adquirido estos últimos meses por Marruecos en la lucha contra la inmigración. Con su inestimable ayuda se han interceptado antes de llegar a Ceuta 1.696 inmigrantes, personas que como decía no solo se les ha impedido la entrada, sino que se les ha salvado de una situación de riesgo importante”, aclaró.
Si fue clave en el acto de ayer la referencia a Marruecos también lo fueron las alusiones a la tan mentada coordinación policial. Sin tapujos, López García agradeció la colaboración no sólo de la Policía Nacional sino también de la Local, ante la presencia de los mandos supremos de ambos Cuerpos, Pedro Luis Mélida y Ángel Gómez. “En nosotros siempre encontraréis total disposición a la colaboración y al apoyo sincero y desinteresado. No sólo lo marca la ley sino que estamos convencidos de que juntos y coordinados obtendremos mejores resultados. La sociedad ceutí demanda una respuesta rápida y eficaz a sus problemas, las víctimas de la delincuencia no entienden ni de demarcación ni de competencias, quieren soluciones. Somos conscientes que la cooperación y la coordinación hacen que funcione perfectamente engrasado ese complicado engranaje de la Seguridad Ciudadana”.
Con ambas menciones quedaba definida la tarjeta de presentación por la que ha abogado López García en esta Patrona. Una tarjeta que no es casual, ya que abordó los dos asuntos sobre los que puede haber mayor polémica. Nadie olvida las imágenes de los ‘choteos’ con los que circunstancialmente recibe Marruecos a la Benemérita, ni tampoco los piques internos entre altos mandos que tuvieron su máxima con las retenciones de porteadoras en el Tarajal y los bloqueos que en tiempos de Torres al frente de la Jefatura Superior se hacía a la salida de mercancía. Poner punto y final a ambos debates fue, sin duda, uno de los objetivos que se deslizó en la intervención de López.

La crisis, siempre presente, hasta en los discursos

Es inevitable que haya una mención expresa a la crisis. Su protagonismo entra incluso dentro del ámbito del protocolo, y así, ayer, obtuvo su espacio en la intervención de López García. Aludió a las grandes limitaciones presupuestarias que influyen, también, en las partidas que destine el Estado a la Benemérita. Tal y como había avanzado en la entrevista dada a este medio, el teniente coronel no mentó la futura Comandancia y sí, en cambio, destacó la “labor del Gobierno de la Nación” que, “conocedor de la importancia de nuestra labor y con el propósito de dotarnos de las herramientas más adecuadas para poder desarrollar nuestro servicio, ha hecho un importante esfuerzo económico, que se ha visto reflejado en la dotación de una nueva uniformidad, más moderna cómoda y funcional; la renovación del 20% de la plantilla de vehículos y la adjudicación de nuevos y más modernos medios de visión nocturna”, apostilló.

Un guiño a “nuestras familias” que están en los momentos difíciles

Además de referirse a compañeros que ya no están en la Comandancia porque han pasado a la reserva o a efectivos que “que nos precedieron, alimentando el prestigio de nuestra institución, y especialmente de los que nos han dejado en el cumplimiento del deber”, el teniente coronel aludió en su discurso a los familiares de los guardias civiles, algunos de ellos presentes en el acto oficial que se desarrolló en el Hotel La Muralla. Mentó expresamente al guardia civil Naves, del Servicio Marítimo, que actualmente presta servicios en la lucha contra la inmigración ilegal en Mauritania.
“Debo mostrar mi afecto y reconocimiento permanente a quienes nos acompañan y conllevan a diario esta ardua tarea de ser guardia civil: nuestras familias, ejemplares a la hora de compartir penas y alegrías, los momentos agradables y los más difíciles”, dijo.

El índice de esclarecimiento de los delitos investigados ha superado el 95%

Si el jefe superior de la Policía Nacional, Pedro Luis Mélida, huyó de los datos con motivo de los festejos de los Ángeles Custodios, el teniente coronel de la Guardia Civil se lanzó a la piscina adornando parte de su intervención con la lista estadística de lo que han hecho sus efectivos. Eso sí, advirtió que lo hacía “huyendo de comparaciones estadísticas y de cruce de números”. Habló, por ejemplo, de las más de 17 toneladas de hachís aprehendidas en lo que va de año, del kilo de cocaína así como de la puesta a disposición judicial de 1.588 individuos por su presunta comisión de delitos. De ellos, la gran mayoría están relacionados con el tráfico de drogas.
El resultado de estas actuaciones se traduce en un tanto por ciento aplastante: el 95% de los delitos que han sido investigados por la Comandancia de la Guardia Civil se han esclarecido.
El teniente coronel señaló la peligrosidad que está caracterizando los escasos episodios migratorios que se producen, porque salen menos inmigrantes, pero los que lo hacen emprenden travesías muy peligrosas debido a lo endeble de las balsas que usan para cruzar de lado a lado.
Instó a los guardias a seguir trabajando, a pesar de los “momentos difíciles” que afectan a todos los ciudadanos. “Estamos en una situación en la que más que nunca debemos mostrar nuestros valores morales y haciendo de la necesidad virtud, mejorar más si cabe nuestro compromiso de servicio a la sociedad; optimizar los recursos con los que contamos y mostrar a los ciudadanos que pueden estar tranquilos, que nosotros, que la Guardia Civil, velamos por ellos, por sus derechos y su seguridad”, indicó.

De la leyenda a la cartilla
Si Mélida echó mano de una leyenda para intentar explicar el día de su Patrón las esencias que debe tener un policía nacional, López se quedó en la cartilla del Cuerpo, mentando su artículo seis para decir que un guardia civil “procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que vea a su hijo arrastrado por la corriente lo crea salvado y por últimos debe velar por la propiedad y seguridad de todos. Eso es lo que hemos sido, somos y seremos. Un instrumento eficaz que en manos del Gobierno de la Nación se torna en un pronóstico feliz para el afligido y garante de su seguridad y sus bienes”. López agradeció a la prensa y a distintas instancias su colaboración.