La Ciudad quiere terminar la rehabilitación de la Estación en meses para convertirla en un centro cívico social; ha sido colocada en su nueva ubicación y espera el hangar
La rehabilitación de la antigua Estación de Ferrocarril se ha convertido en una de esas promesas políticas marcadas por el gafe. Los retrasos, los abandonos y los reinicios continuados de la obra se llevan escribiendo desde hace años, esperando el anuncio del punto y final para una infraestructura que forma parte de la intrahistoria ceutí.
La locomotora ya está en el sitio en donde se colocará el hangar que se construye en la península
La previsión que maneja la Ciudad es que esté terminada la rehabilitación entre los meses de mayo y junio; este año se cumple el centenario de su puesta en funcionamiento en Ceuta. Temen dar de manera oficial fechas mientras ya se apura la conclusión de la primera fase de la obra con la colocación del hangar que se está construyendo en la península y que albergará la locomotora, que ya ha sido trasladada hasta su ubicación definitiva. La colocación del hangar es imprescindible para finalizar esta primera fase de las obras.
Por otra parte, se está tramitando la segunda fase de esta gran actuación, que tendrá una ejecución de 5 meses y que se estima en 1,6 millones de euros de presupuesto para así terminar la obra (equipamiento, mobiliario y finalización de la restauración).
Las obras de rehabilitación de la Estación han pasado por años de paralización y reclamaciones con la empresa que fue adjudicataria
El objetivo es que la Estación sea un centro cívico y social para el entorno, que esté dotada de salas multiusos, talleres y de exposiciones, así como que se convierta en la futura sede de la Fundación Premio Convivencia con un museo en el que se recopilen objetos vinculados a su historia, a la del ferrocarril.
La obra se inició en 2008, cuando se firmó el convenio con el Ministerio de Fomento para el desarrollo de la primera fase. Las complicaciones marcaron un comienzo habiendo estado paralizada desde 2011 hasta prácticamente finales de 2016 por problemas de pago y otras reclamaciones con la adjudicataria de los trabajos, Dragados. La dirección de la obra corre a cargo del arquitecto Javier Arnaiz.