Lo que todavía no han dicho

Anda la oposición sollozando lágrimas de cocodrilo, como plañideras excelentemente remuneradas con erario público, realizando peticiones de responsabilidades políticas que se basan en la inculpación del Instituto Armado. Esto no sería más que un juego de rol, si no fuese porque las fronteras son asunto de Estado y que en su ligereza verbal pasan de soslayo la criminalización de la Guardia Civil. Imagen esperpéntica de una clase política más preocupada por los votos que por los verdaderos intereses de España, que son la razón y el origen de todo este penoso asunto
Ninguna nación permitiría la entrada, violando las fronteras, de trescientas personas en tropel. España no ha hecho más que cumplir con sus obligaciones de Estado impidiendo que la frontera sea un hazmerreír internacional. La irónica propuesta de Imbroda sobre las azafatas en la frontera, es reflejo del dislate oportunista que está teniendo el “cordón sanitario” que busca cercar y aislar a un PP que volverá a ganar las elecciones, con menos votos, pero las volverá a ganar.
La oposición está en su legítimo derecho de pedir las dimisiones de quienes le vengan en gana, por el motivo que crean conveniente. Son ellos quienes se juegan la credibilidad. Pero hasta la fecha se vislumbran dos posiciones: los hay quienes se dedican al dedo acusador y oportunista; y los que se dedican a ser estadistas y responder por un Estado de Derecho.
El drama no es sólo la cantidad de muertos ignotos que se cobra el intento de buscar una vida mejor. La realidad está en los miles de inmigrantes que siguen intentándolo, frente a una política migratoria que se idea y se manda ejecutar desde Bruselas y que acabamos pagamos  los ceutíes, melillenses, y los desafortunados que llenan de titulares las portadas de periódicos y telediarios, dando una pésima e irreal imagen de incivilización y abandono de derechos humanos.
La oposición, oportunista donde las haya, se ha nutrido de las desgracias ajenas haciendo caso omiso a la ética y responsabilidad con la que deberían haber actuado si de verdad aspiran a gobernar. La vacua oposición ha fundamentado su discurso en el desastre ocurrido. Tras la cortina de insultos, acusaciones y peticiones demagógicas, nada se sabe de cuál es su propuesta de política inmigratoria, ni cuáles creen que deben ser los protocolos que debe seguir el Instituto Armado o el CNP en estos casos, ni cuál debería haber sido la posición del Delegado del Gobierno, ni si debe o no debe haber valla en la frontera, ni cómo debe estar construida.
Si la oposición cree que lo que ocurrió fue constitutivo de delito, no sé por qué tardan tanto en poner una denuncia en el juzgado, a no ser que todavía no hayan dicho que lo único que les interesa del asunto es arañar un puñado de votos.
O lo que es peor. Carente de ideas, lo único que les mueve es el odio a los populares.