Las terrazas el lunes, primer día de la Fase 1, estuvieron llenas y la estampa de este martes ha sido totalmente contraria debido a la lluvia con la que ha amanecido la ciudad. Los establecimientos siguen trabajando y buscando la forma de adaptar su negocio al protocolo marcado para poder abrir y servir a sus clientes después de 59 días.
Francisca Fernández, propietaria de la cafetería Los Remedios, cuenta que lleva “dos semanas limpiando y desinfectando hasta lo más mínimo”, para dejar todo a punto para cuando la permitieran abrir su negocio. Además dice que ha tenido que adaptarse a las medidas de seguridad y prevención y “no puedo poner los cojines porque tengo que desinfectar las sillas y las mesas cada vez que se van los clientes. Aún así la situación está muy floja, no era lo que yo tenía antes”. Ella ha abierto esta mañana porque “no estaba segura de si realmente podría abrir y después he tenido que llamar a que me trajeran el pan y las cosas que necesitaba”.
Los comercios como tiendas de ropa o cosméticos también han estado más parados, pero aún así ha seguido llegando mercancía a las tiendas y han continuado las tareas de desinfección y protocolos de seguridad para prevenir el contagio de sus clientes por coronavirus. Suad Ahmed Ahmed, gerente de la tienda Mango, cuenta que todavía no han abierto porque el establecimiento tiene “casi mil metros cuadrados y nosotros, en principio, abriremos el lunes de la semana que viene”. También han acotado la tienda para cumplir el requisito de tener menos de 400 metros cuadrados y se quedaría en “la planta baja y la mitad del piso se arriba”, cuenta Ahmed.
Esta mañana han estado recibiendo paquetes con mercancía por el cambio de temporada, pero siguen unos protocolos de seguridad muy estrictos marcados por la empresa: “Nos cambiamos los guantes cada diez o quince minutos y nos desinfectamos las manos”, cuenta.
Natalia Benítez, trabajadora de Women’Secret, también cuenta que “antes de abrir estuvimos tres días antes desinfectando la tienda y colocando carteles con normas de seguridad, y ya por propia seguridad el cliente tiene que traer su mascarilla y sus guantes”. Aroa Sánchez, dependienta de Calzedonia, cuenta que “al entrar la persona en la tienda tiene que llevar su mascarilla y desinfectarse las manos lleve o no guantes y siempre debe mantener la distancia”. En el caso de Calzedonia ha sido una empresa la que se ha encargado de desinfectar la tienda y “nosotras hemos sido las encargadas de tirar la tienda abajo y volver a colocar todo de cero además de la nueva temporada”, dice Sánchez.
Carmen Gutiérrez, trabajadora en San Pablo, asegura que “hemos hecho algunas modificaciones principalmente para que sea posible guardar la distancia de seguridad. También hemos puesto aquí un puesto con gel desinfectante y guantes para los clientes, aunque les servimos nosotras los productos. también hemos puesto mamparas en las cajas”. La experiencia de adaptación del establecimiento cuenta que ha sido “como reabrir una tienda diferente”.
Otros comercios no tuvieron tiempo de abrir ayer, pero hoy sí. Todos los dependientes y demás trabajadores vuelven con ilusión y ganas a sus puestos de trabajo.
La encargada de Mango cuenta las ganas que tenía todo su equipo de volver a sus puestos de trabajo: “Nosotras lo estábamos deseando, son casi 60 días de confinamiento y el cuerpo nos pide volver a la rutina y a la nueva normalidad. Nuestro equipo lo estaba deseando y lo estamos llevando muy bien, todas muy predispuestas y el protocolo se sigue a rajatabla y poco más”.
Desde Women’Secret, Benítez trasmite lo mismo: “Ha sido fantástico volver a trabajar porque ya estábamos cansadas de estar tanto en casa con la tele y Netflix”.
Después del parón de esta mañana de martes de los conductores de autobús han vuelto temprano a la rutina, después de la promesa de la empresa y el Ayuntamiento de abonarles la nómina que les falta por cobrar a los trabajadores. Incluso algunos pasajeros no se han dado cuenta de la huelga tan temprana que han hecho los conductores. Ángel Sánchez, conductor y miembro del Comité de Empresa, confiesa a FaroTV que “se ha solucionado el problema y hemos recuperado el servicio con la promesa de la empresa de hacernos efectivo el cargo de las nóminas a lo largo de la mañana. Por lo tanto, no tendremos más movilizaciones siempre que se cumplan las obligaciones y promesas. Los problemas que están viniendo son a consecuencia de que el Ayuntamiento no hace efectivo el pago de la deuda que tiene contraída con la empresa”.
Sin embargo, David Gonzáles, un ceutí que todos los días utiliza este servicio público, admite que no se ha dado cuenta del parón y “no me ha perjudicado porque tengo la salida a las diez de la mañana y por lo que se ve están aquí todos”.
La mañana de este martes ha sido muy tranquila. Pocos paseantes y compradores han salido a la calle por la lluvia que no ha dado tregua durante horas. Después de muchos días en Ceuta hemos tenido que volver a sacar el paraguas.