Dos crías de delfín provocaron ayer que cientos de curiosos se arremolinaran en torno al espigón de la playa de La Ribera donde pasadas las 19:00 horas unos individuos se percataron de su presencia. Las causas de la llegada de los cetáceos a la orilla de la playa se centran en mayor medida en una posible deshubicación o que se hubieran despistado del grupo de delfines con el que se encontraban.
Inmediatamente se dió aviso al titular del Área de Medio Ambiente, Gregorio García Castañeda, que a su vez decide contactar con Sanidad activándose el protocolo que se lleva a cabo en estos casos. El 112 moviliza a Septem Nostra, entidad ecologista que a través de la Fundación Museo del Mar trabaja por la recuperación de los animales que se encuentran en esta situación. Es el Museo del Mar el que se pone en contacto con RAM (Recuperación de Animales Marinos) y que se traslada hasta el lugar donde una patrulla de la Guardia Civil estaba ya vigilando el bienestar de los delfines. En principios se encontraban bien de salud y en todo momento desde RAM, sus responsables y voluntarios decidieron organizarse para evitar que los animales o bien se fueran hasta la orilla o hacia las almadrabas corriendo peligro de quedarse enganchados a las redes de pesca. Falta de Medios
Desde RAM lamentan su actual situación ya que explican que al no existir convenio con la Ciudad no tienen medios para resolver este tipo de situaciones como puede ser una lancha con la que poder trasladarlos mar adentro. Por eso la entidad decidió activar su plan de emergencia consistente en tenerlos controlados hasta que contaran con una embarcación que posiblemente se les facilitaría desde Septem Nostra para poder llevarlos mar adentro y evitar que quedaran varados en la orilla. En todo momento, a distancia por no contar con medios para estar junto a ellos, se ocuparon de su vigilancia informando a la empresa de las almadrabas sobre la situación para que extremaran el cuidado al pasar por la zona evitando herirlos. Por la noche organizaron turnos con los voluntarios que se quedaron allí haciendo guardia controlando que estuvieran bien hasta poder finalmente llevarles mar adentro para salvarles.