El litoral marroquí en el Instituto Cervantes de Tetuán

Un virus estomacal no fue suficiente para evitar que viajáramos a la cercana Tetuán para presentar un libro de viajes desarrollados a lo largo del Marruecos litoral y que recientemente ha sido publicado por el Museo del Mar (Marruecos: el litoral para viajeros inquietos). El antiguo edificio de correos de la época del protectorado español acoge ahora al Instituto Cervantes que cuenta con unas modernas y coquetas instalaciones para la promoción de la lengua y cultura españolas que se están aprovechando convenientemente gracias a su competente, entusiasta y productiva directora Lola López Enamorado. Desde estas líneas agradecemos a la sensible Lola el interés en la presentación de nuestra obra, y de la misma forma deseamos hacer extensivo nuestro agradecimiento al resto de funcionarios y trabajadores del Cervantes que de una forma u otra participaron en el evento y apoyaron nuestra iniciativa.

Ciertamente nos impresionó ver la sala de actos y ponencias completamente llena de público entre los que se encontraban algunos profesores de los centros educativos españoles en la ciudad, emprendedores en el negocio turístico en el norte de Marruecos, personas interesadas en la cultura en general y un notable grupo de estudiantes universitarios que cursan un master sobre actividades turísticas sostenibles y respetuosas con la naturaleza entre las que también se incluían aspectos relacionados con la exploración científica del territorio. Difícil tener un público mejor seleccionado para el evento expositivo. Estos alumnos no venían solos sino que se encontraban bien acompañados por la profesora Soumia Fahd de la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tetuán que tuvo una intervención muy interesante a colación de nuestra presentación y su estrecha relación con los contenidos que se imparten en el master que ella dirige. Para nosotros fue muy reconfortante comprobar in situ la utilidad de nuestra obra en pro del conocimiento general y la conservación del territorio litoral, sus costas y sus recursos culturales. Desde luego, así lo expuso de una forma clara y directa la profesora Fahd animando a los estudiantes a consultar y estudiar este tipo de publicaciones que consideraba relevantes para conseguir un conocimiento generalizado de aquello que bien podría servir como fuente de desarrollo profesional. Me llamó mucho la atención la sincera preocupación mostrada por esta investigadora y docente sobre la falta de oportunidades laborales que están sufriendo muchos universitarios en el país vecino a pesar de que muchos cuentan con varias titulaciones y una gran carga formativa a sus espaldas. Después de atender a su explicación me di perfecta cuenta de lo parecido que son los problemas entre universitarios de diferentes países y recordé algunas similitudes con otras experiencias vividas en Cabo Verde hace pocos meses.

Tuvimos la oportunidad de hablar e intercambiar opiniones a lo largo de la ponencia y pusimos nuestro énfasis en la necesidad de concienciación sobre la necesaria protección de espacios absolutamente maravillosos que todavía pueden ser protegidos de este burdo mecanicismo desarrollista que también se está imponiendo el territorio marroquí. Hay que tener en consideración que Marruecos está sufriendo un gran incremento poblacional y un crecimiento desbocado de las grandes ciudades que acelera el éxodo rural y favorece la concentración de la población en urbes cada vez más masificadas. La gran mayoría de las grandes ciudades marroquíes son puertos de mar o están muy cerca de la costa y esto favorece la aceleración del deterioro costero y litoral. La increíble concentración veraniega de población en la costa durante los meses de verano y el aumento del tráfico rodado y la accesibilidad a lugares antaño difíciles y recónditos no ayuda en absoluto a la conservación de un espacio que ya necesitaría urgente ordenación. Otras intervenciones fueron también muy interesantes como la del actual director del Instituto del Pilar, un centro que cuenta con más de cien años de historia.

El sagaz profesor español enseguida entendió que una exposición para los alumnos de su centro podría ser de interés en una temática donde no andan sobrados de contribuciones originales y por supuesto nos comprometimos después de un tiempo a realizar una exposición de nuestro libro en el ilustre centro del Pilar. Mientras estaba escuchando todas estas intervenciones no podía dejar de pensar en aquellos estrechos vínculos históricos entre Ceuta y Tetuán que comentaba el profesor Gozalbes Bustos en su obra publicada en el 2001, se ve que este tipo de vinculaciones tan importantes se renuevan constantemente a través del tiempo gracias, entre otros muchos motivos, a la cercanía geográfica y a la necesidad de hermanamiento cultural. Pienso, que si los viajes a Tetuán son necesarios para mi bienestar también lo deben ser en el sentido inverso para todos los que tenemos este sentimiento mestizo dentro de nuestro cuerpo y compartimos la pasión por ambas ciudades. Por supuesto, que esto podría hacerse extensivo hacia otras poblaciones cercanas pero también es cierto que estos sentimientos se van diluyendo con el distanciamiento geográfico y la ausencia de una dilatada historia compartida.

Al terminar el acto se acercaron otras personas para contactar con nosotros y el grupo de estudiantes universitarios insistió en hacerse una foto colectiva que celebramos por sentir de cerca el entusiasmo de estos jóvenes y las ganas de crecer culturalmente y ganarse un hueco en esta difícil sociedad de la competitividad. Otras personas nos preguntaron directamente por las direcciones electrónicas y así mantener el contacto y conocer las actividades que se pueden realizar en Ceuta. Incluso personas ajenas al desarrollo turístico se acercaron para interesarse de una forma más pormenorizada por este o aquel lugar. En el acto de presentación de nuestro libro vendimos más ejemplares en Tetuán que en Ceuta lo cual habla a las claras sobre el retroceso en el interés por África de la población ceutí a pesar de ser una ciudad plenamente africana. Quizá también está indicando que algo está bullendo en Marruecos en relación al ecoturismo y a otras formas de viajar que son perfectamente posibles en un territorio con tantos atractivos y lugares sublimes en los que sentir el pálpito del mundo real y la cercanía de lo ancestral. Por nuestra parte, al sentirnos muy unidos al territorio norteafricano y profundamente vinculados a su naturaleza no quisimos despedir el acto sin recordar algunas palabras del prólogo que nos dedicó José Manuel Pérez Rivera a colación de nuestra obra”……

Seres con los sentidos despiertos y la suficiente sensibilidad para apreciar la belleza sublime del mundo natural. A esta condición pertenecen los autores, que por ello han sido acogidos en el círculo mágico de la naturaleza de Marruecos y llevan años recorriendo con sus sentidos y sus sentimientos este frágil y hermoso territorio. Han tenido la suerte de que la sagrada diosa levantara su velo para que viesen su verdadero rostro y han escuchado con atención sus lecciones”.