Comprar, leer y guardar en una estantería durante años, es el trayecto habitual que realiza un
libro. Pero siempre puede cambiar, se le puede dar una segunda vida para que otras personas lo disfruten. Esta es la filosofía de Ana Sánchez, que comenzó a recolectar libros en su
papelería de la calle Real 102 y que ahora cuenta con una colección de más de dos mil libros de segunda mano.
Desde que comenzó con la venta de estas obras, el interés de los lectores ha ido creciendo, tal y como comenta Sánchez. “La gente me los da porque está haciendo limpieza o mudanzas y no quiere tirarlos. Así que aquí los aprovechamos. Y la verdad es que han tenido muy buena aceptación, antes teníamos solo dos estanterías pero ahora que se ha corrido la voz tenemos muchos más guardados dentro”. Así ha logrado la colección que tiene ahora, en la que se pueden encontrar libros de todos los géneros, desde históricos y novelas hasta infantil y juvenil, e incluso otro tipo de libros, como de idiomas o universitarios.
Al pensar en segunda mano cualquier persona podría imaginarse libros antiguos, pero la realidad es que hay de todo tipo y para cualquier tipo de público. Desde algunos que llegaron directamente “con el plástico puesto”, como si salieran de una tienda por primera vez, hasta otros del siglo pasado. La dueña de este establecimiento ha explicado que las publicaciones de segunda mano se adaptan a todos los lectores. “Todavía sigue gustando tener libros en físico. Hay muchos a los que, cuanto más antiguo, más les gusta. Otros que habían leído un libro, lo han encontrado de nuevo aquí y lo han releído después de muchos años. Y también hay libros más modernos, que igualmente han pasado por muchas personas”. El libro más antiguo que han ofrecido al público era de 1926, aunque se vendió al poco tiempo, y hoy día cuentan con uno de 1935 en muy buen estado de conservación, de la época de la Segunda República. Formaba parte de una colección de las cien mejores obras de la literatura.
Ana Sánchez ha citado grandes ejemplos de la literatura que llegaron en los últimos meses a sus estanterías, como el caso de los libros de Carlos Ruiz Zafón, fallecido recientemente. Y es que, en cuanto alguien trajo varias publicaciones suyas, “volaron”. Un lector hábil y rápido supo darle otro destino.
Los precios de estos libros varían bastante. Algunos solo cincuenta céntimos, otros un euro, y así hasta los cinco euros como máximo. Una cantidad simbólica para la gran riqueza de contenido que puede haber dentro de una obra de este tipo. Simplemente hay que acercarse a esta tienda con un poco de tiempo y entretenerse echando un vistazo a sus estanterías llenas de auténticas joyas.