La situación con respecto a las
listas de espera en Ceuta depende mucho de la especialidad que se trate. Así lo explica Carolina Gallego Luque, secretaria general de la Federación Sociosanitaria de
CCOO. Pero el peligro latente para los pacientes ceutíes, sobre todo transcurridos más de dos años de
pandemia, es que estas se ha ido alargando como consecuencia, según explican desde los sindicatos, de un bloqueo de las derivaciones, entre otros inconvenientes.
Gallego Luque pone como ejemplo la rehabilitación, cuya lista de espera asegura es “bastante larga” porque una de las dos rehabilitadoras se marchó, quedando solo una que por problemas de salud estuvo de baja. “Eso es lo que pasa, que los médicos también nos ponemos malos”, recuerda.
Señala que si bien otras especialidades quizás tengan listas de espera que son más cortas, los usuarios en general perciben dificultades a la hora de acceder al
especialista, “entre otras cosas porque se ha estado haciendo durante toda la pandemia un bloqueo de las derivaciones, le han puesto muchas trabas a los médicos de familia sobre cuándo y cómo derivar a los especialistas”.
Gallego Luque explica que por supuesto todo esto ha ido generando un retraso que compara con una “bomba de relojería retardada”, debido a una acumulación de pacientes a los que hay que dar respuestas pues quieren retomar esa atención que durante la pandemia estuvo paralizada en cierto modo. “Pero ven que no se les da respuesta y difícilmente se les puede dar respuesta si tenemos problemas de profesionales”. Recuerda que recientemente abandonaron la ciudad otros dos facultativos de familia.
“La situación en Ceuta no es ahora boyante con las listas de espera por mucho que quieran decir que sí, y probablemente la situación no mejore”, advierte la secretaria general de la Federación Sociosanitaria de CCOO Ceuta.
Dice que
antes de la pandemia ya existía un problema considerable, “pero en la pandemia se aprovechó para hacer borrón y cuenta nueva, sencillamente se eliminaron, desaparecieron, pero los pacientes no desaparecen, los pacientes están ahí”.
Indica que muchas de estas personas, por el miedo a acudir al hospital en medio de una pandemia, “decidían dejar en suspenso el estudio, determinadas técnicas o procedimientos y otros sencillamente se hacían seguimiento telefónico”.
Recalca que a los médicos de
Atención Primaria “les bloqueaban total y absolutamente las derivaciones, de eso hay documentación múltiple, les ponían muchísimas trabas, anotaciones a mano, todo con la intención de que no llegase siquiera a estar incluido el paciente derivado por el médico de Atención Primaria en la lista de espera”.
Gallego Luque insiste en que todos esos pacientes que no tuvieron acceso a su especialista, “ahí están”, recalcando que ni los pacientes desaparecen ni tampoco las patologías que los aquejan.
Poniendo su propio ejemplo, cuenta que ella misma como usuaria, con un marcapasos, resultó afectada por esta situación. “Durante la pandemia sencillamente se paralizaron las revisiones de marcapasos, pero la culpa no la tenían los intensivistas, pues demasiado lo que han hecho y lo que ha sufrido por sobrecarga de trabajo”.
Insiste en que ese tipo de patologías dejaron de revisarse porque era imposible para los intensivistas asumirlas. “Nuestros directivos, en vez de decidir lo que fuera necesario, la derivación afuera o lo que se estimara oportuno para que se siguiera dando ese servicio, sencillamente lo eliminaron y durante dos años no se revisaron marcapasos”.
La secretaria general de la Federación Sociosanitaria de CCOO Ceuta también se refiere a las revisiones oftalmológicas y otras cardiológicas. “Todo eso quedó en suspenso, pero las patologías no quedan en suspenso y ahora se tienen que ir recuperando, eso significa que las listas de espera irán alargándose invariablemente”.
A esto se suman las patologías y procedimientos que no se pueden asumir en la ciudad porque no se tienen los medios, incluyendo cateterismos, hemodinámica, procedimientos como cirugías cardiacas, determinadas cirugías traumatológicas, todo eso hay que derivarlo hacia afuera donde también hay una saturación. “La situación sanitaria no es buena tampoco en la Península, con lo cual las listas de espera también se alargan”.
“Nosotros vamos a sumarnos a las listas de espera que ya tienen ellos en Andalucía”, explica con preocupación.
Ante esta situación, desde los sindicatos reiteran que sin recursos humanos es imposible dar una solución. “Pero, además, hay que tener en cuenta que el que se vea un paciente y que se atienda adecuadamente, no solo depende del médico, depende de que haya administrativos que te agilicen las citas, de que haya telefonistas que te cojan el teléfono en el centro de salud, de que haya personal de enfermería, de que haya técnicos de rayos para las pruebas radiológicas, de que haya técnicos de laboratorio para las pruebas complementarias; es decir, el hospital y el área sanitaria es un engranaje con muchos profesionales, en el que todos son importantes”.
Recalca que si no se aumentan los recursos humanos en general, “difícilmente podremos dar solución”.
Por último, Gallego Luque habla de la importancia de fomentar la Atención Primaria. “Si tú inviertes en primaria, si inviertes en la primera fase del Sistema Sanitario, puedes terminar ahorrando derivaciones, porque si tú previenes en salud, tienes menos enfermos”.
Critica que todo se esté haciendo “al revés”, al dejar atrás la Atención Primaria, lo que trae como consecuencia la acumulación de pacientes.
“Si hicieran el cuatro centro de salud, pero no me refiero a tener un cuarto edificio, sino con el número de profesionales que implica un cuarto centro de salud, si se tiene ese número de profesionales, habría muchos pacientes que a lo mejor no se tendrían que derivar, porque se pueden solucionar en Atención Primaria”.
Recalca que los programas de salud bien hechos se traducen en menos pacientes que requieren recursos sanitarios. “El invertir en Atención Primaria es rentable, es rentable a largo plazo”.