El último informe sobre la Islamofobia en España elaborado por la UCIDE y el Observatorio Andalusí, destaca la normalización del musulmán en la sociedad y pone Ceuta como ejemplo
La sociedad española, en general, acepta la presencia musulmana en su entorno con normalidad, aunque permanezca un pequeño porcentaje, variable según la localidad, a quien no le gusta la visibilidad del Islam. De hecho, la creación de opinión negativa sobre el Islam y los musulmanes continúa esporádicamente “con propagandistas que publican artículos desinformando, distorsionando y procurando una mala imagen de lo islámico que llega a ser alarma social”. Esas son parte de las conclusiones del último informe que bajo el título 'Institución para la observación y seguimiento de la situación del ciudadano musulmán y la islamofobia en España', elaborado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y el Observatorio Andalusí, pone sobre la mesa una serie de cuestiones en las que Ceuta también tiene protagonismo. De hecho, resaltan que sea una de las comunidades en las que se ofrece enseñanza religiosa en Primaria y destacan además la felicitación de las autoridades para la fiesta del Sacrificio como una manera de normalizar la convivencia y visibilizar a la comunidad musulmana dentro de la población ceutí.
La UCIDE lamenta que la aplicación del Acuerdo de Cooperación continúa bajo contención política, de modo que los niños musulmanes “continúan sin tener los mismos derechos que sus compañeros de clase católicos en los colegios e institutos públicos y concertados; en centros de competencia estatal donde se consiguió la impartición de clases de religión islámica en educación Primaria, no se admite en Secundaria y Bachillerato, mientras que los alumnos católicos pueden continuar sus estudios con enseñanza religiosa a lo largo de toda su formación, si lo desean”.
Un reclamo que ayer mismo se debatió en el pleno de la Asamblea ceutí pero que de momento el próximo curso seguirá sin hacerse realidad (ver página 2-3). En el informe se especifica que en muchos centros ni siquiera se oferta la enseñanza religiosa islámica o evangélica. Un hecho que, lamentan, “provoca que quienes desconocen sus derechos, o cómo ejercerlos, simplemente quieren pero no pueden o no saben, o temen represalias contra sus hijos, con la absoluta despreocupación de las diversas administraciones, a sabiendas y cómplices, ocultando la información de las solicitudes de enseñanza religiosa islámica presentadas por centro educativo”.
Además en el informe queda constancia de que “los pocos profesores de religión no católica contratados son un mínimo para aparentar libertad religiosa, pero en absoluto pensado para cubrir la demanda por algunas administraciones educativas, pese al esfuerzo año tras año de los representantes de la Comisión Islámica de España”.
Rezar, enterrar... a veces es difícil El informe explica además que otros establecimientos, con una asistencia religiosa organizada, como los cuarteles y hospitales, no son atendidos con igualdad al resto, pese a que existan cuarteles militares con más de la mitad de su personal que profesa la religión islámica. En ellos solo se prestan servicios religiosos católicos, con una clara diferenciación y posicionamiento confesional en un todavía teórico Estado aconfesional, donde militares muslimes deben rezar en ocultación por temor a consecuencias. Aunque se detectan avances, la UCIDE explica que enterrar con normalidad, y en tal difícil trance, a los fallecidos sigue siendo complicado en algunos lugares. “Tras el óbito comienza una dolorosa búsqueda para encontrar dónde enterrar a los muertos, puesto que este es nuestro país, y el de acogida de muchos también”. El informe explica que se va consiguiendo sensibilizar de la necesidad a algunas corporaciones municipales, pero también quedan muchísimos municipios inmovilistas sin cubrir este servicio fúnebretan fundamental.