Cuando los caminos se agotan y sentimos la cercanía del desaliento, la vida nos sorprende con una luz en el firmamento, y nos recuerda que todo está sujeto a la ley del eterno comienzo.
En este tiempo, la vida nos invita a emprender un viaje hacia un futuro cierto en la complejidad. Es el futuro tierra de descubrimiento; una nueva américa nos espera; ahora se llama normalidad.
Como en todo proyecto debemos hacer acopio de ingenio, y preparar un equipaje con lo mejor de nosotros mismos, aquello que un día nos hizo evolucionar, y vencer a la escasez.
El espíritu ha de cubrirse con la vestimenta que te dan la paciencia, la fortaleza y la justicia. Cuando estas virtudes se alinean las bases son sólidas, y nos preparan para el examen al que todos y todas somos llamados.
Bajo el signo de la estrella del eterno comienzo nacerá una nueva clase de individuo, con una nueva tabla de valores: exigente en lo primero y huidizo en lo insustancial.
Al menos, que no se nos apague la grandeza de ser los protagonistas de nuestra historia de superación. La lucha por la supervivencia abre una amplia área de conocimiento; debemos sentir el orgullo de conocer, si no queremos quedar a merced de los elementos.
Es tanta la distancia que nos separa de la perfección; es tanta la ciencia del círculo imposible, que la vida quiso compensarnos con la ley del eterno comienzo. A cada paso, podemos inventar un nuevo camino, podemos dejar atrás aquello que nos debilita, y juntar los esfuerzos en un nuevo concepto de unidad.
¿Dónde quedaremos ahora que la vida enseña las cartas de un destino insobornable?
En el universo de Acefep estamos preparados para asomarnos al punto donde nacen los caminos. Cada día será una dura prueba, pero aquí están nuestras alas, hechas con las sobras del amor infinito.
Esa estrella del eterno comienzo no es otra que el sol de las mañanas; y puede que la vida haya querido darnos esa enseñanza, al vernos perdidos en falsas contiendas, olvidando el inmenso poder de la creación.
Ahora nuestras miradas se han llenado de valentía, pues la salud mental entra en una nueva fase. Los límites de la mente se han visto tensionados, y la lógica tiene difícil explicación.
Lo pequeño ha aumentado de valor, y ahora hemos de entender que la vida del humilde es quizá una epopeya digna del mejor escritor.
En Acefep estamos preparados para acoger a nuestros usuarios y usuarias, después de la obligada travesía y del milagro de las nuevas tecnologías, y lanzamos el mensaje de que un futuro con salud mental es posible.